jueves, febrero 22, 2024

Aquí, allá y en todas partes: ¿Se acuerda usted de esas lecturas que le marcaron? ¿Esas que le hicieron un lector apasionado?

por Carlos Esteban Cana

Hay libros que llegan en momentos oportunos y adecuados a manos del lector. Esas lecturas resultan inolvidables, se instalan en la memoria para toda la vida. En mi caso, recuerdo el significado que tuvo en mi adolescencia acercarme a “La vuelta al mundo en 80 días” de Julio Verne, algunos relatos del Reader’s Digest como “15 asesinos salvan una vida”, “Carta a un amigo” y “Donde está Dios allí está el amor”, pieza literaria que fue la antesala para adentrarme con pasión a la obra del escritor León Tolstoy.

Carlos Esteban Cana-Foto por Kike Seba
Más adelante tuve esa misma fascinación por la obra del cuentista universal que es Horacio Quiroga. Cuentos como “A la deriva”, “El desierto”, “La insolación” o “El hijo” conmueven… narraciones intensas donde la selva se impone como telón de fondo, tal como el colombiano José Eustasio Rivera lo hiciera con su novela “La vorágine” también a principios del siglo XX.

Después Borges ocupó su lugar con sus guiños lúdicos y bibliográficos en narraciones híbridas entre ensayo y cuento… deleite y reto era aquella ecuación. Luego las novelas de Laguerre, esos episodios nacionales boricuas que pasan revista por algunos acontecimientos puntuales de nuestra historia; novelas de las cuales “La resaca”, que narra las aventuras de Dolorito Montojo y que cubre el último tercio del siglo XIX, es mi favorita.

Así llegaron después el suspenso de Maupassant, el realismo de Nadine Gordimer o la ciencia ficción de Philip K. Dick. Capítulo aparte tiene la lectura de cuentos puertorriqueños. Cada día me devoraba uno. Quien ama el género del cuento difícilmente puede resistirse a colecciones como “Cuentos para fomentar el turismo” de Emilio Belaval, “Veinte cuentos y Paisa” de José Luis González, “En una ciudad llamada San Juan” de René Marqués, “Spiks” de Pedro Juan Soto, “Panorama” de Emilio Díaz Valcárcel, “En cuerpo de camisa” de Luis Rafael Sánchez, “Concierto de metal para un recuerdo” de Manuel Ramos Otero, “Encancaranublado y otros cuentos de naufragio” de Ana Lydia Vega, “El día que el hombre pisó la luna” de Edgardo Sanabria Santaliz y “Ouroboros” de Antonio Aguado Charneco. Esa buena adicción al cuento boricua ha resultado una experiencia única como lector y como escritor.

Años después otro tipo de libros, la contundencia del “Confieso que he vivido” de Pablo Neruda, la poesía esencial del español Angel González, el libro “Gracia y Coraje” de Ken y Treya Wilber. Por supuesto que siempre está presente la obra de Erich Fromm con libros como “Tener o ser”, “El arte de amar”, o la indagación que de una u otra forma hace Thomas Merton de la contemplación, particularmente en su libro “La experiencia interior”. En estos momentos, complementan esa lista autores como Carlos de León con su “Ontología” o Pablo D’ Ors con “Biografía del silencio”, entre otros…

Sirva esta enumeración, a modo de remembranza, de las lecturas que me han marcado como lector. Ahora le pregunto a usted cuáles han sido sus lecturas inolvidables.


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Carlos Esteban Cana comenzó su labor como periodista cultural a finales de los 80s en Senderos, revista del pueblo de Cataño dirigida por el escritor Angelo Negrón Falcón. En 1991 conoce al escritor Antonio Aguado Charneco en las Peñas literarias del Hotel El Convento, quien se convertiría en su mentor literario. En ese mismo año conoció a Amílcar Cintrón, Juan Carlos (Quiñones) Fret-Alvira, Rodrigo López Chávez y Joel Villanueva con quienes fundaría la revista y colectivo Taller Literario. A lo largo de la década y tras una segunda serie durante la primera década del nuevo siglo, Taller Literario se convirtió en un importante referente en las letras boricuas. Después y simultáneamente a la presencia y gestión cultural del colectivo, Carlos Esteban Cana se especializó como productor de contenido (mucho antes de que el término se acuñara) de ahí su labor como editor del boletín “En las letras, desde Puerto Rico”, reproducido en diferentes bitácoras como: Confesiones, de Angelo Negrón; Bocetos de una ciudad silente (ahora Silencios de papel), de Ana María Fuster Lavín; y Buscando la luz al final del túnel, de Caronte Campos Eliseos, entre otros. En esa dirección y con el paso de los años Cana ha desarrollado columnas con un perfil muy específico, entre ellas “Breves en la cartografía cultural”, “Aquí, allá y en todas partes”, “Crónicas urbanas” (para Diálogo Digital de la Universidad de Puerto Rico) y colabora en plataformas como "Cultureando en Puerto Rico" y “Servicios de Prensa Cultural”. Gracias a su trabajo para Global Voices (2014-2017), red mundial de periodismo ciudadano, su trabajo se ha traducido a más de 10 idiomas. Cana cuenta con estudios a nivel graduado de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Ha trabajado durante 10 años en canales PBS (WMTJ Canal 40 –1994 al 1999- y WIPR canal 6 –2004 al 2009-). También se ha desempeñado como: coordinador de publicaciones para la Oficina de Comunidades Especiales (1999-2000); Director de Comunicaciones de la V Feria Internacional del Libro de Puerto Rico (2001); Coordinador Editorial y de Actividades de la Oficina de Revistas del Instituto de Cultura Puertorriqueña (2002-2004); Coordinador de Medios de El Sótano 00931 (2003-2008) por invitación del escritor y director de la revista Julio César Pol; Periodista cultural para El Post Antillano (2012-2015); Corrector y Redactor para El Visitante de Puerto Rico (2012-2016); Redactor especializado para Pro Arte Musical (2014-2015); y Crítico de libros para diversos programas de Radio Universidad de Puerto Rico (2011-2016). La obra creativa de Cana está dispersa en periódicos, revistas académicas y en diversas antologías como: De alisios y pamperos (Abrace, 2007); Estancias del sol, Selección de cuentos de Las Antillas Hispánicas (Sociedarte, 2007); Los rostros de la hidra (coedición Isla Negra Editores y Publicaciones Gaviota, 2008); Antología del Certamen Nacional de Poesía José Gautier Benítez (2006-2012); Los nuevos caníbales vol. 3, Antología del Microcuento del Caribe Hispano (Isla Negra Editores, 2015); La era de la brevedad (Editorial Areté Boricua, 2021) y Nos volvimos a pasar/We Crossed Again (Editorial Colibrí, 2023). Carlos Esteban Cana tiene dos libros publicados: su 1ra colección de microcuentos, Universos (Isla Negra Editores, 2012); y una selección de 29 cuadernos de poesía titulada Testamento (Publicaciones Gaviota, 2013). Sus libros Catarsis de maletas (cuentos) y Ya confiesas algo de tu tiempo y el mío (poesías) --que en el mercado español se titula "No os quiero enamorar pero os leo así"-- circularán en las librerías en el 2024. Desde el 2016 su audiolibro "Un poeta en su propia voz" está disponible en la plataforma de contenido en audio Ivoox. De igual manera diversos videos en los que el escritor declama su propia poesía o es entrevistado por diversos medios están disponibles en YouTube. Actualmente Cana se desempeña como Community Manager en Redes Sociales y recién concluyó una Bibliografía a modo de Curriculum Vitae que comprende más de tres décadas de servicio cultural (1989-2023) que hasta la fecha se extiende por 128 páginas.


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