martes, marzo 20, 2012

Sexto Sueño y el arte de la novela: breve conferencia de Marta Aponte Alsina



por Carlos Esteban Cana

Ya sea desde los linderos editoriales o desde su propia narrativa la presencia de Marta Aponte Alsina marca la literatura de los últimas décadas de literatura puertorriqueña. Fiel a sí misma, y a partir de la publicación de Angélica Furiosa a principios de los 90, Aponte ha creado un universo novelístico de relieve con títulos como El cuarto rey mago, La casa de la loca, Vampiresas, Sexto sueño y El fantasma de las cosas. No ha necesitado de festivales ni de agentes literarios para lograr lo suyo. Desde la artesanía cotidiana de la disciplina, sin aspaviento, ha levantado una obra firme.

Dentro de esa obra, Sexto sueño tiene un lugar de privilegio, y será de ese libro y del oficio del novelista que la voz de Marta Aponte Alsina se escuchará en este boletín, En las letras, desde Puerto Rico. Estas reflexiones fueron ofrecidas por la escritora en medio de un conversatorio auspiciado por el Proyecto del Fomento del Quehacer Literario, dentro del taller de Apreciación Literaria dictado por la poeta y narradora Marithelma Costa.
***

Marta Aponte Alsina: Hay escritores que escriben, decía el otro día un amigo, sobre lo que saben. Y otros que escriben sobre lo que no saben, y yo trato de escribir siempre sobre lo que no sé y lo que no he vivido porque lo que he vivido y lo que sé no me interesa para nada. Y, desde luego, son formas indirectas. Pero si nos vemos nosotras como escritoras hay como una búsqueda de libertad. Yo creo que eso es fundamental en la escritura, un espacio alterno, otro mundo posible.

En Sexto sueño yo escribí sobre un asesino. Quizás algunos de ustedes habrán oído de este señor, Nathan Leopold, que vivió unos años en Puerto Rico después de pasar 34 años en prisión, y no creo que haya aprendido muchas cosas buenas en prisión. Su caso es uno complicado. Lo cierto es que se trató de una especie de asesinato experimental en los años 20. Él y su amigo matan a un niño del barrio nada más para probar que podían hacer un crimen perfecto. Un asesinato planificado como un experimento. Una de estas cosas horrendas que han marcado la historia del siglo XX. Percibimos como que el crimen es una especie de metáfora del siglo pasado.  

El capítulo que leeré más adelante tiene que ver también con la figura de Sammy Davis Jr. Ya ustedes saben, el bailarín, Sammy Davis, que era hijo de mamá puertorriqueña, tuvo un espectáculo en Puerto Rico y Leo fue, en efecto, el empresario que lo contrató para ese espectáculo en beneficio del hospital de Castañer. Creo que ese capítulo es de lo más liviano de una novela que es bastante grave como escritura, bastante pesada. Había que armar una trama entre estos dos personajes, por una parte el ex-presidiario que además era un hombre genial que sabía muchos idiomas, que enseñaba en la Universidad de Puerto Rico, participó en experimentos en la cárcel, se carteaba con Albert Einstein, tenía una escuela para ex-presidiarios en la cárcel. Y entonces, por otro lado, la figura espectacular de Sammy Davis, del Rat Pack, el tipo frívolo con la sonrisa siempre a flor de labios. Aunque aquí también lo presento como un hombre muy torturado, por su vida: el racismo, todas esas experiencias de discrimen, la persecución, su misma conciencia política que a veces representaba conflicto entre su mundo frívolo del espectáculo y su origen racial por el estatuto de los negros en Estados Unidos y en todas partes. Entonces ¿Cómo juntar a estos dos seres? Además de hablar un poco, ¿qué hacen? Y a mí se me ocurre que uno trata de hacer que el otro baile. El baile se convierte en una expresión liberadora para ambos. Sammy era zapateador, hacía el tap dancing y trata de enseñarle a Leopold, que era un hombre pesado en todo el sentido de la palabra: un hombre bajito pero grueso, muy serio, introvertido, intelectual. ¿Cómo un hombre así se libera y baila? La escena trata de expresar este reto entre ambos.

Leopold, en la novela no aparece nunca rehabilitado totalmente como se pregonaba aquí en Puerto Rico; que era un filántropo, que se arrepintió de lo que hizo. Yo no lo presento de esa manera porque me parece que la cárcel, en el caso de él y en muchos casos, no es un escenario de rehabilitación sino todo lo contrario. Hay que tener una fuerza de voluntad. Hay que entrar libre para salir más libre. Y en el caso de él pues fue otra cosa. Él escribió sus memorias carcelarias y también son muy impresionantes. Pero yo quería presentar a este hombre ya envejecido, siendo una figura pública en Puerto Rico, que se casó aquí con una norteamericana que era florista. Y entonces ¿qué se le ocurre a Sammy Davis? Invitarlo a bailar. Un desafío. Y ese reto se da entre ambos. De pronto este hombre (que era ornitólogo y desde niño, antes de matar al muchacho, había matado 3,000 aves y las había disecado) que había dicho: “Pero, caramba… ¿por qué me atraen tanto los pájaros y los huesos ecos?”  Dice: “Caramba, es que bailar es liberarse y los seres que yo quiero son libres. Tienen ese vuelo, pero yo no puedo. ¿Acaso puedo?” Y viene el reto, el hombre se desmaya y por poco se muere. Todo ese capítulo es un contrapunto entre Leopold y Sammy Davis. Pero es, nuevamente, el baile como una expresión de vuelo, de libertad, incluso de alteración de la personalidad. Dejo de ser yo y me alejo de la tierra, salto y vuelo. Es un capítulo cómico realmente.

Dentro de mi obra, Sexto sueño es el libro menos guiado. Me parece que eso es bueno, que los personajes se apoderen de los espacios y que hablen. Los personajes se tienen que imponer porque si no, no funciona. También hay como una especie de tensión entre la narradora, Violeta, que es otro personaje ficticio, y Leopold, que trata como de domesticar esa violencia, entre la senilidad y el ritmo. Y de eso se trata la novela, de un criminal que se aplatana. A mí me gusta el verbo aplatanar, que es muy antiguo además, lo usaba Betances y todo, se aplatanó.

Cuando se escribe, pues yo creo que todo sirve para escribir. Digo, cuando se hacen ficciones ¿verdad? Y también cuando se escriben testimonios porque se pueden contar las experiencias vividas de montones de manera, y el escritor o la escritora escoge una y excluye otras.  Escribir es como seleccionar y excluir. Y entonces si se trata de personajes que existieron pues evidentemente uno quiere averiguar si escribieron, los datos que hayan registrado; se hace un proceso de todo eso. Pero de pronto, el mismo organismo empieza como a rechazar los datos y rehace todas esas historias y todos esos hilos de otra manera, para integrarlos a la trama que a uno le interesa.

En la documentación todo sirve, la experiencia de una compañera de trabajo, algo que se ve en la calle. Todo de alguna manera sirve, es como algo aleatorio. Tú encuentras objetos y los vas integrando ahí, después que tengas como el río, como la trama, como algo que está encaminado en la narración. Y son etapas que pueden ser o sucesivas o simultáneas porque uno realmente nunca termina de investigar hasta que dice: “¡Ya, ya tengo esto y ya no me importa lo que haya pasado! No me importa que sea cierto o falso. Yo voy a escribir las cosas como las ve el narrador o la narradora que inventé”.

Un libro siempre es ficción aunque parta de experiencias, porque es esto, es papel, es tinta sobre papel, son palabras. Y entonces con esas palabras se supone que tú comuniques algo y se las envíes a un lector. Y la memoria también transforma. El olvido es inevitable, entonces está esa lucha entre el olvido que es necesario, el olvido que hay que superar, y hay que rescatar las cosas que pasaron y la memoria que reconstruye todo. De modo que, incluso, en las historias, en lo que pasa por historia hay una reconstrucción y hay una narración, hay una invención, una imaginación y en eso, de alguna manera, hay ficción siempre. Aunque partas de un documento, incluso en la escritura de la historia. Y si no, no se podría contar. De todos modos es irrecuperable. Pasó. Está muerto. Pero quizás uno lo que quiere es precisamente rescatar y recuperarlo y dejar algo sobre eso. Que no desaparezca del todo. La memoria todo lo transforma. El recuerdo es una fábrica de cosas, es una maquina. Pero sí hay documentación. Por lo menos yo lo veo así.

IV Festival Internacional de Poesía en Puerto Rico 2012


(Diseño del cartel, cortesía del maestro José R. Alicea)


Programa
lunes, 19
6:00 p.m.
Teatro Universidad Interamericana
Recinto Metropolitano, Cupey

Película UNA PASION LLAMADA CLARA LAIR
Esta película ha obtenido los siguientes premios y distinciones: Mejor Documental en Vídeo, Festival Internacional de Cine de Valdivia, Chile. 1998; Premio Mezquite - Mención Honorable Primera Obra, XX San Antonio Cine Festival, 1997; Representación nacional en el Oscar para Mejor Película Extranjera; Mención Especial, XVIII Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, Cuba, 1996

7:00 p.m.
Gran Noche de Apertura

Teatro de la Universidad Interamericana
Recinto Metropolitano, Cupey

martes, 20

10:00 am

Teatro Universidad de Puerto Rico
Recinto de Aguadilla

10: 30 a.m.
Universidad de Puerto Rico
Recinto de Humacao
Centro de Estudiantes

11:30

Universidad del Este
Utuado, P. R.

2:00 p. m.

Teatro Taboas Manatí
Acompañan Susie Medina Jirau y Pedro Juan Ávila


7:00 p.m.

Centro Cultural José Alegría, Manatí


Teatro UPR Aguadilla


Centro Cultural de Humacao
Conversatorio con los poetas de Humacao


miércoles, 21

Día Mundial de la Poesía

9:30 a.m.

Caribbean University, Vega Baja


Museo de Arte de Puerto Rico

10:30 a.m.

Escuela María Cadilla, Arecibo

1:30 p.m.

Columbia University, Caguas

3:30 p.m.

Universidad Interamericana, Arecibo

6:00 p.m.

Boys and Girls Club, centro de Aguas Buenas

7:00p.m.

Fiesta del Día Mundial de la Poesía
Museo de Arte de Puerto Rico
Avenida De Diego 299
Santurce, Puerto Rico

jueves, 22

5:00 p.m.

Bohemia poética frente al mar de Piñones
Lectura abierta
Bamboobei

Carretera 187, km 5
Piñones

viernes, 23

9:30 a.m.

Premiación Certamen de Poesía del Departamento de Educación
Templo de la Iglesia Unity
Calle Victoria entrando por la Calle del Parque
Santurce, P.R.

11:00 a.m.

Sala de recepciones
Universidad de Puerto Rico, recinto de Bayamón

6:00p.m.

Casa de los Poetas, Urb. Roosevelt

Presentación del libro Ariadna del Agua de Etnairis Rivera,
Presenta Félix Córdova-Iturregui

7:30 p.m.

The Poet's Passage, Viejo San Juan

8:00p.m.
Amadeus Restaurant and Bistro Bar
Ave. Chardón, Hato Rey

sábado, 24
7:00 p.m.

Gran Fiesta de Clausura

Teatro Priscila Flores, San Lorenzo

Artistas invitados: Alexis Díaz Pimienta, José Yeray Rodríguez, Trovadores Boricuas
Improvisadores de Cuba, Islas Canarias y Puerto Rico

sábado, marzo 17, 2012

Presetación Oficial de Silencio en el Convento


Un trepidante thriller dramático".
Periódico Universal, Caracas
"Luis Saldaña construye una historia de influencias oscuras,
bajas pasiones humas, intereses turbios
en los más altos niveles de la sociedad puertorriqueña".
Amir Valle

"El misterio, el complot y la confabulación,
están bi
en manejados,
en un tono casi fílmico que hace de la lectura
un perfecto entretenimiento a medida que pasan las páginas".
J.L. Maldonado, Librería Sónica

miércoles, marzo 14, 2012

En las letras, desde Puerto Rico. Vistazo al panorama literario del 2011: lo que más me gustó en poesía

Por Carlos Esteban Cana


En un año caracterizado por un alto volumen de publicaciones poéticas hemos disfrutado de un amplio espectro creativo. Desde la poesía destilada con paciencia, como si la emoción se añejara en la piel del autor, hasta propuestas que re-plantean el ejercicio de la lectura, ya no sólo desde el placer sino desde un lúdico juego conceptual, provocador de atractivos retos para el intelecto.  Entre esos polos se movió la activa producción de poetas que se dio en el 2011.
A continuación comparto con el público aquellos títulos que conmovieron al lector que soy, uno que no se cansa de buscar y nutrirse de la excelencia poética. Agradezco a los diversos editores, y a los libreros del casco urbano de Río Piedras, en particular a Alfredo Torres de La Tertulia y Arnaldo González de la Librería Mágica, por apoyar mi trabajo periodístico y crítico. De una forma u otra, diferentes personas pusieron a mi disposición gran parte de los poemarios producidos durante el año anterior.  
Por razones ajenas a nuestra voluntad no pudimos acceder a lo publicado por Atarraya Cartonera, un espacio editorial de valía en nuestro ambiente literario. Tampoco estaban disponibles los títulos más recientes de escritores importantes como Joserramon “Che” Melendes y Miguel Ángel Nater.  
Concluyo estas observaciones generales con una pequeña acotación. A diferencia de otros lectores que comparten impresiones en los medios -quienes se limitan a comentar solamente lo que llega a su escritorio- yo, por mi parte, busco todo aquello producido durante el pasado año. Por tal motivo establezco contacto con los diferentes integrantes de la industria del libro. Para hacer la tarea de forma responsable hay que proceder de esa manera, no de otra. 


1.

Variaciones

Servando Echeandía

Folium

114 páginas

La excelencia poética en primer plano. Servando Echeandía, como bien apunta Noel Luna en las observaciones que acompañan el libro, se sirve de una conciencia cabal del oficio para obsequiar al lector una poesía seductora por la palabra precisa, el limpio uso de la imagen y el sosiego de metáforas luminosas en transparencia. Tres partes integran este poemario: Poética, Erótica y Retórica. Selección que recoge parte de su obra desarrollada entre 1976 y 1982. De particular interés resulta además la cronología que se incluye al final.

2.

Viaje a los elementos

Andrés González

Isla Negra Editores

75 páginas

Así como Echeandía, Andrés González no es de los autores que se andan pregonando en festivales, recitales o eventos relacionados. Ambos son poetas que trabajan como alquimistas en búsqueda de lo esencial de su poética. Viaje a los elementos, ejemplifica bien lo anterior. Integrado por El libro de Rá y El libro de los elementos, este poemario nunca es un libro abandonado porque una y otra vez el lector se ve tentado a volver. Es la poesía que invita incluso a leerse y degustarse en alta voz.

3.

Zonas turbias

Eugenio García Cuevas

Ediciones Antrópodos

68 páginas

La más reciente entrega de un autor polifacético como Eugenio García Cuevas es un pequeño libro de poesía. Sin embargo detrás de las dimensiones físicas el autor regala una oda de contenido y forma. La voz del poeta espejea transito, la encrucijada del alma mediante un proceso de degradación y regeneración. La naturaleza en sus continuas mutaciones es materia prima en la confección del lenguaje.    

 4.

El imperio de los pájaros

Abdiel Echevarría

Editorial Vesarli@

80 páginas

Consistente con su crecimiento como poeta, Abdiel Echevarría transita en este poemario por linderos míticos para registrar la trascendencia amatoria del cuerpo. Quien lee encuentra referencias, pinceladas enhebradas en versos que dan perfil completo al poema. Por eso alusiones a la civilización maya, a la mitología romana, al misticismo, a la cultura hindú, al concierto polifónico de escritores dan cauce adecuado a la lectura. Aquí nada queda incompleto, el poeta aventuroso y ambicioso pone a la mesa un mosaico armonioso. Con El imperio de los pájaros Abdiel Echevarría ofrece su mejor libro, hasta la fecha. 

5.

Contigo he aprendido a conocer la noche

Alberto Martínez Márquez

Arco de Plata Editores



El arte de la síntesis lirica lo domina a la perfección el poeta Alberto Martínez Márquez. Contigo he aprendido a conocer la noche se nutre de cuadernos poéticos realizados en diferentes etapas creativas, lo que ofrece un atractivo de contrastes y correspondencias. La poesía en dosis mínimas, piezas que conservan su esfericidad lírica sin necesidad de entrar en el aforismo.

6.

Sobre la destrucción

Guillermo Rebollo Gil

La secta de los perros

55 páginas

Sobre la destrucción ejemplifica el discernimiento atinado de un autor cuando crea. Contenido, proporción y dimensión en las páginas de este poemario otorgan balance orgánico. Guillermo Rebollo Gil ofrece más que un daguerrotipo propio, una panorámica social y crítica del Puerto Rico contemporáneo. Con su particular uso del lenguaje urbano, que se nutre del spoken words, de los ritmos musicales e incluso de la combinación alternada del español y el inglés, el poeta afirma su propuesta en lo que Aurea María Sotomayor, en el prólogo, nombra como una poética nueva del poema político.

7.

Mi sal

David Capiello-Ortiz

Ediciones Aventis

70 páginas

El universo del aforismo ha contado con dignos representantes en Puerto Rico como Julio César López, Félix Franco Oppenheimer y Fernando Cros, entre otros. Y ha sido David Capiello-Ortiz, entre los escritores contemporáneos, quien le ha dado vigor y relieve al aforismo, no tan sólo desde su obra, también desde su propia editorial. Mi sal utiliza el aforismo para desplegar un ars, una especie de manifiesto personal sobre lo que implica ejercer la literatura. A diferencia de otros autores, Capiello-Ortiz provoca indagando sobre supuestos, reformulando ideas, problematizando entendidos. Aquí el autor postula estéticamente la idea sin inhibición. Hace de la propia creación del aforismo un acto fehaciente de lo que postula. Mi sal invita a regresar a sus páginas.   


8.

La actual fantasía de nosotr@s

Néstor Barreto

Colección Maravilla

120 páginas

Difiero de Harold Bloom cuando postula que una persona sólo adquiere personalidad con la lectura. Más allá del placer inherente al acto, también la lectura es un reto, provocación, a veces un acto lúdico, un ejercicio que, en muchos casos, no deja inmutable al lector. Y si un título representa eso en esta selección lo es La actual fantasía de nosotr@s. Néstor Barreto, en su forma particular de desencadenar la espesura del lenguaje pulveriza el concepto tradicional del nosotr@s. Mediante la fricción el poeta abole jerarquías. Lo que nombra mediante enumeración devela multiplicidad tras bastidores, anula simplificaciones, añade complejidad. Las vías presentadas dejan de ser las tradicionales y el guiño creativo se despliega en dinámicas de inclusión y exclusión.       

9.

Segunda naturaleza

Alberto Prieto

Colección Maravilla

76 páginas

Alberto Prieto le propone al lector diversas rutas para acercarse al texto. La primera página titulada Recorrido (notas al asedio) ofrece coordenadas para acercarse de una forma u otra a los poemas. En Segunda naturaleza el autor construye imágenes que se nutren de la luz del día o el paso de las estaciones. El poeta con su mirada matiza la emoción en un lenguaje pensando, depurado, correcto.    

10.

Tras la sombra de la luna

Ana María Fuster Lavín

Casa de los Poetas Editores

72 páginas

Balance y multiplicidad creativa es lo que encuentra el lector de Tras la sombra de la luna. Un boleto de entrada al universo poético de la autora de El libro de las sombras. Entre bitácoras y divagaciones,  despedidas y cartas, nocturnos y cierto lenguaje gótico que permea, culmina este poemario con la brevedad exquisita del haiku. Quien lee encuentra el mosaico apalabrado y artístico de una escritora en diálogo sosegado consigo misma, particularmente evidente en el gesto de pasar revista sobre su propia obra. Por todo lo anterior el verso y la metáfora incluso están disponibles para dialogar con otros escritores; Edgar Allan Poe, Amarilis Tavárez Vales, entre otros. En este poemario Fuster Lavín despeja sombras, se revela consciente de su propia poética.

11.

Trashumante

Carmen Valle

Ediciones El Santo Oficio

85 páginas

Trashumante es puro dominio y confianza en el oficio poético. Acompañamos la voz lírica en un desplazamiento ágil y leve. Algo se queda en la mirada después de acompañar a la poeta en su tránsito. En estas páginas los lugares develados pernoctan de forma esencial en la memoria. La palabra precisa da presencia a las metáforas necesarias.

12.

La flor amarilla del litoral                                                                      

Petra Camacho

Terranova Editores

94 páginas

Este flamante poemario inicia la serie Mitigación Eco-lógica de Terranova Editores. Dar belleza a lo que ya es bello de por sí es el logro de esta poeta-bióloga. La mirada se deleita con pinceladas apalabras en un lienzo repleto de flores amarillas y multicolores, habitantes silvestres del litoral costero, el arenal desértico o el pantano salobre. Asombra la capacidad de observación y la síntesis en cada prosa poética. La flor amarilla del litoral merece incluir en futuras ediciones fotografías.  

13.

Trasunto de Transilvania

Jan Martínez

Ediciones Aventis

41 páginas

En prosa poética Jan Martínez traza la voz vampiresca mediante una serie de cartas, fechadas en un periplo temporal que trasciende límites cronológicos normales. Aquí la eternidad es un peso que se torna suplicio para el personaje redactor epistolar, Severino, que nos hace partícipe de su mundo íntimo. Todo lo amado se torna itinerante en estas páginas y la amada de turno es brisa, agua que se escapa entre las manos. El poeta logra transmitir peculiaridades, la atmósfera propia de una tradición que inicia en el siglo XVIII y que ha sido materia prima para infinidad de escritores y cineastas.

14.

Canto al hermetismo

Carlos López Dzur

Colección Maravilla

75 páginas

Con tres partes muy acrisoladas Canto al hermetismo es una crónica-indagatoria sobre el devenir histórico que transforma. Aquí los hilos que mueven lo micro dan cauce a lo macro. El río desemboca en el delta del mismo modo en que se transforma en imperio una nación. López Dzur dota al lenguaje poético de cierto sustrato whitmaniano con el tono que utilizó Nietzsche en Así habló Zarastustra. Por lo anterior, el preámbulo, el ciego con la potencia de su voz y la sandalia perdida de una cenicienta escurridiza y mítica, armonizan un todo coherente -con matices, luces y sombras- aunque cada compartimiento tiene perfil propio. No es casual la referencia del hermetismo en el título, la voluntad del poeta es firme cuando devela circunstancias y motivos.  

15.

Tambor de espuma

Félix Córdova Iturregui

Isla Negra Editores

175 páginas

El poeta utiliza el tambor, el sonido y la palabra como metáforas del devenir, del tránsito del ser en un País donde la memoria y el olvido están a flor de piel. Aquí el ritmo del lenguaje provoca metamorfosis, y mediante los dinámicos senderos del sueño una celda se transforma en plaza. El péndulo creativo se mueve entre la negación y la afirmación. Cuatro partes dan textura al cuero de Tambor de espuma. 

 Siete títulos más para quienes deseen continuar este viaje poético


16.

Palabras en Santa María Magdalena de Pazzis

Jan Martínez

Publicaciones Gaviota

140 páginas

Un hermoso libro donde el poeta conceptualiza la experiencia de la muerte. Uno de los lugares más emblemáticos del Viejo San Juan, el cementerio de Santa María Magdalena de Pazzis, y un acervo fotográfico impecable armonizan la belleza de este poemario.

17.

Poemas de mis exilios

Coqui Santaliz

Ediciones Patagónicas

45 páginas

Coqui Santaliz expone en este breve poemario los ciclos de su alma poética y exiliada. El viaje y la distancia fomentan versos, a veces complejos por la concatenación de imágenes, que tras lo fragmentario, adquieren lúcido y nítido perfil. 



18.

Caneca de anhelos turbios

Raquel Salas

Editorial Educación Emergente

130 páginas

La palabra como recurso esencial para la supervivencia del ser. La calle, la sociedad, lo necesario ante lo vacuo. Caneca de anhelos turbios es contundente, da testimonio. La poesía como herramienta imprescindible.

19.

El tiempo de los escarabajos

Ángel Antonio Ruiz Laboy

Editorial Erizo

68 páginas

En este poemario los cuerpos se encuentran y tropiezan con versos alusivos al encuentro y desencuentro. La voz lírica del poeta expresa en migraciones, retornos y relicarios un manifiesto existencial.

20.

Minoría Absoluta

Federico Irizarry

Ediciones Aventis

55 páginas

Quizás el aforismo final de la página 26 ha motivado juicios inmerecidos para este libro. El tono en estos aforismos a veces suena “rabioso. vengativo.” Sin embargo, esa crudeza del lenguaje, de tono acre como apunta Font Acevedo, afirma un ciclo creativo del poeta, en el que la voz plantea y replantea su praxis, a la vez que enjuicia.    

21.

Imaginería

Lynette Mabel Pérez

Isla Negra Editores

62 páginas

Un primer libro que devela una voz femenina que se afirma. La indagación vivencial mediante un lenguaje fluido, pulcro. Prudencia en las proporciones, Imaginería hace alusión además a diferentes tradiciones míticas como recurso de quien pretende nombrarse.

22.

El olor de la palabra rota

Doris Melo

Ediciones Carnaval

92 páginas.

La poesía de Doris Melo es un manjar para quienes gusten leer en voz alta la poesía. Se cuida de no ser cacofónica en los versos, ninguna vocal final de una palabra se traga a la otra inicial de la próxima. Esa cautela con el lenguaje salta y prevalece, aunque lo que ocupa estos poemas amorosos requiera síntesis.
***


Carlos Esteban Cana es comunicador y escritor. Fundador de la revista y colectivo Taller Literario, un espacio de democratización en las letras puertorriqueñas. Se ha desempeñado como coordinador editorial, periodista cultural independiente, y ha laborado además en la industria televisiva. Su obra creativa se ha publicado en revistas y periódicos nacionales como El Sótano 00931, Ciudad Seva, Narrativa Puertorriqueña, Letras Salvajes, CulturA, Diálogo y El Nuevo Día, entre otros. En lo que se refiere al ámbito internacional su narrativa y poesía ha sido publicada por Escaner Cultural, Zona de Carga, Palavreiros, Abrace y el Boletín de Nueva York, entre otros. Recientemente algunos de sus cuentos han sido traducidos al italiano. Ha participado, además, en diversos medios de comunicación reflexionando acerca del panorama cultural en el País.