por Carlos Esteban Cana
Una de las escritoras de las
promociones más recientes que ha estado vinculada al colectivoGuajana ha sido
la poeta y educadora María de los Ángeles Camacho Rivas. De una forma u otra,
‘Angie’, como se le conoce, ha estado respaldando la obra de quienes
constituyeron la revista Guajana en los años sesenta. Lo más reciente, en esa
dirección, es la antología “Por tanto amor”, un homenaje al poeta Vicente
Rodríguez Nietzsche, fundador de Guajana y del Festival Internacional de Poesía
en Puerto Rico, que reúne a 37 escritores nacionales e internacionales. Y con
esa antología María de los Ángeles participó en la Feria Anual del Libro (del
Encuentro Internacional de Escritores) en Caguas, además de compartir su propia
poesía y otros proyectos literarios en los que participan niños y jóvenes. En
el evento, que se efectuó del 10 al 13 de abril, Camacho Rivas pudo encontrarse
con otras colegas suyas como Lynette Mabel Pérez, Nancy Debs, Tina Casanova y
Mara Daisy Cruz, entre otras. Y es natural que eso ocurra porque esta poeta que
nació en el pueblo de
Patillas un 24 de junio de 1969 se ha caracterizado por sumar
personalidades y voluntades en su gestión cultural a través de los años. Gestión
que le ha permitido además darse a conocer a nivel internacional al participar
en festivales de poesía en diferentes partes del Planeta. Por todo lo anterior
y más hoy conversamos con María de los Ángeles Camacho Rivas en esta edición
del boletín “En las letras, desde Puerto Rico” que reproduce el editor y
narrador Angelo Negrón en su blog Confesiones.
Armonía
entre mente, alma y espíritu: Angie Camacho Rivas a la hora de escribir
Carlos Esteban Cana: Aunque sea redundante la
expresión a continuación, comencemos por el principio. ¿Cómo Angie Camacho
Rivas – María de los Ángeles Rivas para nombrarte como se debe, de manera más
formal – comenzó a acercarse a la poesía? ¿Cuáles fueron esos primeros libros
que llegaron a tus manos que te encaminaron en esa dirección de ser poeta?
María de los Ángeles Camacho Rivas: “La
poesía siempre me ha rondado. El entornodonde crecí, en el barrio Mamey de Patillas,
era un poema por donde transitaba hacia una naturaleza que marcó mi estilo de vida.
Creo que fue en segundo grado cuando me enamoré de la historia de Catilangua Lantemué.
La leí en el libro de cuentos infantiles Ésta era una vez bajo las palmeras. Hace
como un año releí el cuento y me maravillé de cuánta poesía tiene. En octavo grado,
la Sra. Rita Castro nos leyó la Rima XV de Bécquer, esa que comienza: Cendal flotante de leve bruma…
Honestamente no entendí ese poema en ese momento, pero su cadencia, el ritmo,
la armonía, su belleza me atraparon. Ese encuentro con la poesía me animó a
ahorrar para comprar una enciclopedia de clásicos de la literatura-aún la conservo-
que se podía adquirir por tomos que llegaban mensualmente a un pequeña farmacia
al lado de la Escuela Intermedia Urbana en Patillas”.
Carlos Esteban: Y andado ese primer
tramo del camino, continuemos con esa parada inevitable que es Días de bromelias,
tu primer libro publicado en el 2011. ¿Cómo nació ese libro? ¿Cómo se dio el
proceso creativo a la hora de seleccionar qué decides incluir y que no en el poemario?María de los Ángeles: “Aunque fue mi primera
publicación, Días
de bromelias no es mi primer libro. Antes escribí dos libros,
primeramente Poesía
remix que permanece inédito; el segundo Sin vestido ni lencería,
fue premiado -segundo lugar- en el 3er Certamen de Poesía José Gautier Benítez
(2008). Más adelante, parte de su contenido fue publicado por el Departamento
de Cultura del Municipio de Caguas. Continué escribiendo durante tres años con
el anhelo de publicar, pero me enfoqué más en estudiar autores que no conocía como
Jaime Sabines quien influyó grandemente en la creación de esa etapa. También leía
con admiración y sorpresa a Juana de Ibarbabourou. Me pasaba orando para que Dios
me acomodara los días para terminar mi libro y sucedió. Desarrollé una rara condición
en mis cuerdas vocales; perdí prácticamente la voz. Este percance de salud me
obligó a permanecer en el hogar. Como docente mi herramienta principal de
trabajo es la voz. Estuve alrededor de dos meses en mi casa y aproveché el
tiempo para terminar el poemario Días de bromelias. ¨Sigilo¨ uno de
los poemas de este libro nació durante mis meses de silencio”.
Carlos Esteban: Eres educadora, Angie, y
conocemos la doble vía que te da un perfil propio, que te caracteriza, a la
hora de ejercer como maestra: esa pasión por enseñar a los niños y a los más
jóvenes mientras afirmas en ellos, en esas nuevas generaciones, el amor por el idioma
español… Háblanos de eso…
María de los Ángeles: “Enseñar la literatura
de nuestro idioma es un regalo. He sido bendecida al desarrollar un sinnúmero
de proyectos en los que mis alumnos han demostrado sus talentos para la escritura.
¨Salmo de un esclavo¨ y ¨Décimas de nueve¨ son antologías estudiantiles que pude
presentar junto a mis alumnos. Además de la satisfacción inmensa de esos proyectos
es gratificante despertar en los jóvenes el apego por la poesía. Muchos de
ellos no saben que pueden escribir”.
Carlos Esteban: En esa misma dirección,
¿cómo la docencia y ese vínculo suyo con el español ha permeado su obra?
María de los Ángeles: “Para mí es un gran
orgullo representar a la clase magisterial como poeta. Al ser educadora de la
lengua española, la palabra se me sirve diariamente. Enseñar literatura en tu
idioma te obliga a estar al tanto de lo nuevo y a regresar a los clásicos. El
idioma español es muy colorido y sabroso. Su vocabulario es rico en sabores,
matices, mestizaje. Estas características le imparten un carácter lúdico que te
permite experimentar con la palabra y en ocasiones a reinventarla”.
Carlos Esteban: Y a todo eso que
impregna su poesía le sumamos una tercera vía: la vertiente religiosa que es
más que evidente en su segundo libro publicado Con mi jirafa azul. Desde el inicio
se revela con la dedicatoria: A Dios: el Gran Yo Soy. En tiempos como estos, en
los que apenas se da en Puerto Rico, a mi entender, una relación simbiótica
abierta entre verso y búsqueda espiritual ¿Por qué eso es importante para
usted?
María de los Ángeles: “Todo lo que soy y he
hecho no viene de mí. Dios ha puesto en mi corazón la poesía, el arte. Es mi
deber despojarme de mí para darle a Él la gloria. Respeto a quien no comparte
mi creencia, pero no creo posible escribir sin el verbo de Dios sobre la tinta
del papel. Es una época de mucha tristeza, pérdidas e incertidumbre; solamente
Dios es la esperanza para llenar de luz el camino. La inmoralidad nos aleja de
Dios, pero nos acerca a la muerte espiritual y posiblemente física. Es
importante consolar a los sufridos y compartir cuán diferente es la vida
cuando, a pesar de tantas situaciones difíciles, Dios nos reconforta y nos
prepara su mesa para que nos sentemos a cenar con Él”.
Carlos Esteban: Y ahora que hemos
mencionado Con
mi jirafa azul, ese poemario suyo publicado en el 2015… ¿Cómo se
desarrolló en usted esa identificación con el mamífero más alto del planeta? La
jirafa en el libro es un motivo continuo que transita por todas sus partes: Corazón
de jirafa; Jirafa en celo; Jirafa en cautiverio; y Jirafa liberada... ¿Qué nos
puede decir de ese ejercicio poético de utilizar la jirafa como metáfora
central?
María de los Ángeles: “Ese título nació luego
de ver un documental sobre esta increíble criatura. El comentarista explicó
todos los desafíos ambientales y físicos a los que se enfrenta esta especie.
Según él, la jirafa está destinada a la extinción porque ya ha hecho tantas modificaciones
en su anatomía que, según él, ya no es posible que la jirafa pueda sobrevivir
en un futuro. Me dio tanto coraje que tenía una almohada y se la tiré al televisor. Al menos la información que
recopilé me dio una serie de datos muy valiosossobre la jirafa. El más que me impactó
fue saber que el corazón de la jirafa puede pesar 11 kilos debido a que necesita poder
llevar la sangre, por ese cuello tan largo hasta la cabeza. De ese dato surgió
la metáfora, pensé en la capacidad de amar del ser humano y lo comparé con el gran corazón de este
mamífero herbívoro africano, como nosotros. Es Azul porque está en el Mar Caribe y
viene desde los cimientos del Azul de Darío”.
Carlos Esteban: La historia del bautizo
de ese libro, como le llaman en Venezuela a la presentación de libros, se dio
de forma peculiar… Para no dejar a medias a los lectores con la curiosidad, ¿puede
relatarnos los pormenores del suceso?
María de los Ángeles: “Me traes un recuerdo,
que siempre me saca una sonrisa. Siempre me ha gustado organizar presentaciones
de libros y actividades de celebración. Tenía el libro casi en la imprenta y
cuando Rafael, mi esposo, y yo estábamos planificando nuestra boda. Le pregunté
a Rafael si le parecía hacer las dos cosas el mismo día para aprovechar que mucha
gente querida estaría presente. Yo tengo el don de convencerlo así que me dio apoyó.
Solamente nuestra familia inmediata sabía que al final de la presentación del poemario,
se llevaría a cabo la ceremonia. Mi esposo leyó un poema y al terminar invitó a
nuestro pastor Moisés Román para que oficiara el enlace matrimonial. Entre los invitados
estaba el coro de mi antigua escuela, Padre Rufo. Mis estudiantes estaban al final
del salón cuando Rafael anunció la boda, corrieron y gritaron para estar frente
al escenario. El poeta Marcos Reyes Dávila, que estaba entre los asistentes,
luego me comentó: ‘Yo sabía que aquí había algo porque este local está precioso’”.
Carlos Esteban: Hablemos ahora de cómo
llegó a relacionarse con el grupo Guajana… Cómo se dio ese encuentro y
posterior vínculo con el fundador del colectivo don Vicente Rodríguez Nietzsche
a quien le dedicó su poemario más reciente Después del cuello.
María de los Ángeles: “Conocí a Vicente en el
2009 cuando comencé a colaborar en el Festival Internacional de Poesía en
Puerto Rico. Inmediatamente, Vicente comenzó a incluirme en las actividades que
organizaba. Poco después, él me delegó la organización del Festival de Jóvenes Poetas.
Gracias a su recomendación, participé en el 2011 en el Festival Internacional
de Granada, Nicaragua y luego en el de Medellín. No recuerdo exactamente la
fecha, pero debió ser entre 2010 y 2012 que me invitó a una reunión de Guajana
y me presentó como parte del grupo. Además de incrédula estaba conmovida de
tener la bendición de pertenecer al grupo más longevo en su categoría, que
representa la militancia y el compromiso con el País”.
Carlos Esteban: Sobre Después del
cuello tenemos como eje tres zonas del cuerpo. Y sirviéndose de
eso lo estructura. ¿Por qué la testa? ¿Por qué el tórax? ¿Por qué de principio
a fin el propio cuello?
María de los Ángeles: “Después de cuello es
la secuencia inevitable de mi segundo libro, Con mi jirafa azul. Como
expliqué, la jirafa posee un enorme corazón que equivale a varios corazones humanos,
esto para poder bombear la sangre hasta la cabeza. Cuando comencé a escribir
después de publicar Con
mi jirafa azul continué con temas de los que no me había
despedido, algunos que salían de la filosofía, de mi génesis familiar, poemas
que invitan a la reflexión a pensar. Por eso los incluí en la primera parte ‘Testa’.
En la segunda parte ‘Tórax’, donde está el corazón, guarda muchas emociones;
pálpitos, apegos y afectos”.
Carlos Esteban: A la hora de acercarse a
la página en blanco y a la poesía, ¿cómo se da ese proceso? ¿Qué lo detona? ¿En
qué momento?
María de los Ángeles: “Es algo impredecible.
Antes era un poco más disciplinada y escribía a diario, casi siempre sin ganas
de hacerlo, pero en ocasiones me sorprendió la magia de la palabra. Me encantan
los rituales a lo hora de escribir; organizar mi oficina, abrir las ventanas, escuchar
música y leer algo antes de escribir. Esa seguridad que brinda la armonía entre
la mente, el espíritu y el alma son una gran receta. En resumen, este poemario
muestra lo que hay antes o después del cuello: la cabeza y el corazón”.
Carlos Esteban: Sabemos que ha escrito
también varios cuentos… En esa dirección ¿cómo describe su experiencia
escribiendo narrativa? ¿En qué se diferencia a la poesía? ¿Cómo se da en María
de los Ángeles Camacho escribir cuentos?
María de los Ángeles: “El cuento fue el primer
género que desarrollé. Mi primer cuento serio lo escribí en el banco del
tribunal al que me citaron como testigo. Luego continué desarrollando ese género
y tuve la bendición de que algunos fueron premiados en los certámenes
literarios de la desaparecida Federación de Maestros. Creo que el cuento y la
poesía comparten muchas similitudes. Ambos necesitan una historia desde donde
partir, ambos abrazan la metáfora y las imágenes sensoriales. Ambos deben tocarnos
la fibra de las emociones”.
Carlos Esteban: En estos momentos, ¿qué
libros está leyendo?
María de los Ángeles: Estoy releyendo El viejo y el
mar de Hemingway y la obra del poeta de Hugo Margenat.
Carlos Esteban: Continuando la línea de
la pregunta anterior… ¿Cuáles han sido los libros más importantes para usted?
Esos libros que usted colocaría en cualquier biblioteca como regalo a los
lectores…
María de los Ángeles: “Mi libro favorito es la
Biblia. No solamente porque es un libro de fe. Es un libro que tiene un
profundo valor literario ya que lo conforman varios géneros: fábula, poesía, la
epístola, las parábolas. Además la sincronía que tiene el Viejo Testamento con
el Nuevo solamente puede venir de una mente superior a la nuestra. He leído dos
veces Me
llamo Rigoberta Menchú y así me nació la consciencia. En poesía
he disfrutado enormemente Error de magia de la cubana Carilda
Oliver. No puedo excluir Veinte poemas de amor y una canción desesperada
de Pablo Neruda porque fue el primer libro de poesía que adquirí”.
Carlos Esteban: Si alguna persona
interesada en escribir le pide consejos… ¿Qué le diría? ¿Qué es necesario para
ser escritora o escritor?
María de los Ángeles: “Primero, le daría las
gracias por estar interesado en mi opinión. Le aconsejaría que se tome su
tiempo para publicar. Debe escribir y leer constantemente hasta crear un estilo
que lo sienta suyo. Tiene que conocer muy bien su instrumento de trabajo: la
lengua. Debe tener momentos para contemplar a su alrededor pues el entorno
siempre nos regala historias, versos. Ese ejercicio le dará mucha honestidad al
texto. Competir encertámenes literarios me ayudó a tener seguridad en mi
trabajo y aunque no siempre se gana, te ayuda a insertarte en el mundo
literario. Podría dar otros consejos, pero voy a concluir con una recomendación
que considero sumamente importante: debe gustarle lo que escribes y disfrutar
cuando lo haces aunque a veces duela el alma”.
Carlos Esteban: Como penúltima pregunta
(las tengo contadas) queremos preguntarle por sus viajes a festivales de poesía
y encuentros de escritores… Leyendo su biografía encontramos que usted ha
viajado a Nicaragua, Colombia, El Salvador, Honduras, República Dominicana,
Bangladesh y Malasia… ¿Por qué es importante para usted, como escritora, viajar
a tales eventos? ¿De qué manera esos viajes, esas travesías a diferentes partes
del planeta, han impactado su obra?
María de los Ángeles: “Cada viaje me ha
ayudado a expandir mi visión del mundo. El insularismo en que vivimos a veces
no nos permite palpar las diversas situaciones políticas y sociales de los
países hermanos. Adoro caminar por las calles de estas naciones y mezclarme
entre la gente para absorber ese día a día en que, como decía Benedetti, en la calle codo a codo somos mucho más que
dos. En cada país la poesía se convierte en un acontecimiento que nos
hermana y nos hace creer que con la poesía otro mundo es posible. Todos han impactado
mi obra porque es inevitable traerme esos países en la maleta y luego compartirlos
en uno o varios poemas en los que me ha inspirado el entorno o algunos de los
poetas de esos lares”.
Carlos Esteban: Y cómo última pregunta,
al menos en esta conversación, ¿qué le ocupa en estos momentos? ¿Cuándo
publicará en un mismo volumen sus cuentos? ¿Hay algún próximo libro suyo por
salir? ¿Algún nuevo poemario suyo a la vuelta de la esquina?
María de los Ángeles: “Actualmente colaboro
nuevamente con el Festival de Internacional de Poesía en Puerto Rico y dedico
el poco tiempo libre que me permite la docencia a difundir el legado de Guajana.
Luego del tributo que le rendimos a su fundador, Vicente Rodríguez Nietzsche, a
través de la antología Por tanto amor, me he dedicado a la
promoción y distribución de esta pieza necesaria que reúne a 40 poetas, entre
ellos seis internacionales. (Estuve) del 10 al 13 de abril participando en la Feria
del Libro del Municipio de Caguas. Sobre nuevos libros, desde antes de publicar
mi primer poemario, estoy dándole forma a un libro de cuentos pero la redacción
de una novelita me tiene entretenida”.