En un año caracterizado por un alto volumen de publicaciones poéticas hemos disfrutado de un amplio espectro creativo. Desde la poesía destilada con paciencia, como si la emoción se añejara en la piel del autor, hasta propuestas que re-plantean el ejercicio de la lectura, ya no sólo desde el placer sino desde un lúdico juego conceptual, provocador de atractivos retos para el intelecto. Entre esos polos se movió la activa producción de poetas que se dio en el 2011.
A continuación comparto con el público aquellos
títulos que conmovieron al lector que soy, uno que no se cansa de buscar y
nutrirse de la excelencia poética. Agradezco a los diversos editores, y a los
libreros del casco urbano de Río Piedras, en particular a Alfredo Torres de La
Tertulia y Arnaldo González de la Librería Mágica, por apoyar mi trabajo
periodístico y crítico. De una forma u otra, diferentes personas pusieron a mi
disposición gran parte de los poemarios producidos durante el año anterior.
Por razones ajenas a nuestra voluntad no pudimos
acceder a lo publicado por Atarraya Cartonera, un espacio editorial de valía en
nuestro ambiente literario. Tampoco estaban disponibles los títulos más
recientes de escritores importantes como Joserramon “Che” Melendes y Miguel
Ángel Nater.
Concluyo estas observaciones generales con una
pequeña acotación. A diferencia de otros lectores que comparten impresiones en
los medios -quienes se limitan a comentar solamente lo que llega a su escritorio-
yo, por mi parte, busco todo aquello producido durante el pasado año. Por tal
motivo establezco contacto con los diferentes integrantes de la industria del
libro. Para hacer la tarea de forma responsable hay que proceder de esa manera,
no de otra.
1.
Variaciones
Servando Echeandía
Folium
114 páginas
La excelencia poética en primer plano. Servando
Echeandía, como bien apunta Noel Luna en las observaciones que acompañan el
libro, se sirve de una conciencia cabal del oficio para obsequiar al lector una
poesía seductora por la palabra precisa, el limpio uso de la imagen y el
sosiego de metáforas luminosas en transparencia. Tres partes integran este
poemario: Poética, Erótica y Retórica. Selección que recoge parte de su obra
desarrollada entre 1976 y 1982. De particular interés resulta además la
cronología que se incluye al final.
2.
Viaje a los
elementos
Andrés González
Isla Negra Editores
75 páginas
Así como Echeandía, Andrés González no es de los
autores que se andan pregonando en festivales, recitales o eventos
relacionados. Ambos son poetas que trabajan como alquimistas en búsqueda de lo
esencial de su poética. Viaje a los
elementos, ejemplifica bien lo anterior. Integrado por El libro de Rá y El libro de
los elementos, este poemario nunca es un libro abandonado porque una y otra
vez el lector se ve tentado a volver. Es la poesía que invita incluso a leerse
y degustarse en alta voz.
3.
Zonas
turbias
Eugenio García Cuevas
Ediciones Antrópodos
68 páginas
La más reciente entrega de un autor polifacético
como Eugenio García Cuevas es un pequeño libro de poesía. Sin embargo detrás de
las dimensiones físicas el autor regala una oda de contenido y forma. La voz
del poeta espejea transito, la encrucijada del alma mediante un proceso de
degradación y regeneración. La naturaleza en sus continuas mutaciones es
materia prima en la confección del lenguaje.
El imperio
de los pájaros
Abdiel Echevarría
Editorial Vesarli@
80 páginas
Consistente con su crecimiento como poeta, Abdiel
Echevarría transita en este poemario por linderos míticos para registrar la
trascendencia amatoria del cuerpo. Quien lee encuentra referencias, pinceladas
enhebradas en versos que dan perfil completo al poema. Por eso alusiones a la
civilización maya, a la mitología romana, al misticismo, a la cultura hindú, al
concierto polifónico de escritores dan cauce adecuado a la lectura. Aquí nada
queda incompleto, el poeta aventuroso y ambicioso pone a la mesa un mosaico
armonioso. Con El imperio de los pájaros
Abdiel Echevarría ofrece su mejor libro, hasta la fecha.
5.
Contigo he aprendido
a conocer la noche
Alberto Martínez Márquez
Arco de Plata Editores
El arte de la síntesis lirica lo domina a la
perfección el poeta Alberto Martínez Márquez. Contigo he aprendido a conocer la noche se nutre de cuadernos
poéticos realizados en diferentes etapas creativas, lo que ofrece un atractivo
de contrastes y correspondencias. La poesía en dosis mínimas, piezas que
conservan su esfericidad lírica sin necesidad de entrar en el aforismo.
6.
Sobre la
destrucción
Guillermo Rebollo Gil
La secta de los perros
55 páginas
Sobre la
destrucción ejemplifica el discernimiento atinado de un autor cuando crea. Contenido,
proporción y dimensión en las páginas de este poemario otorgan balance
orgánico. Guillermo Rebollo Gil ofrece más que un daguerrotipo propio, una
panorámica social y crítica del Puerto Rico contemporáneo. Con su particular
uso del lenguaje urbano, que se nutre del spoken
words, de los ritmos musicales e incluso de la combinación alternada del
español y el inglés, el poeta afirma su propuesta en lo que Aurea María
Sotomayor, en el prólogo, nombra como una poética nueva del poema político.
7.
Mi sal
David Capiello-Ortiz
Ediciones Aventis
70 páginas
El universo del aforismo ha contado con dignos
representantes en Puerto Rico como Julio César López, Félix Franco Oppenheimer
y Fernando Cros, entre otros. Y ha sido David Capiello-Ortiz, entre los
escritores contemporáneos, quien le ha dado vigor y relieve al aforismo, no tan
sólo desde su obra, también desde su propia editorial. Mi sal utiliza el aforismo para desplegar un ars, una especie de
manifiesto personal sobre lo que implica ejercer la literatura. A diferencia de
otros autores, Capiello-Ortiz provoca indagando sobre supuestos, reformulando
ideas, problematizando entendidos. Aquí el autor postula estéticamente la idea
sin inhibición. Hace de la propia creación del aforismo un acto fehaciente de
lo que postula. Mi sal invita a regresar a sus páginas.
8.
La actual
fantasía de nosotr@s
Néstor Barreto
Colección Maravilla
120 páginas
Difiero de Harold Bloom cuando postula que una
persona sólo adquiere personalidad con la lectura. Más allá del placer
inherente al acto, también la lectura es un reto, provocación, a veces un acto
lúdico, un ejercicio que, en muchos casos, no deja inmutable al lector. Y si un
título representa eso en esta selección lo es La actual fantasía de nosotr@s. Néstor Barreto, en su forma
particular de desencadenar la espesura del lenguaje pulveriza el concepto
tradicional del nosotr@s. Mediante la fricción el poeta abole jerarquías. Lo
que nombra mediante enumeración devela multiplicidad tras bastidores, anula
simplificaciones, añade complejidad. Las vías presentadas dejan de ser las
tradicionales y el guiño creativo se despliega en dinámicas de inclusión y
exclusión.
9.
Segunda
naturaleza
Alberto Prieto
Colección Maravilla
76 páginas
Alberto Prieto le propone al lector diversas rutas
para acercarse al texto. La primera página titulada Recorrido (notas al asedio)
ofrece coordenadas para acercarse de una forma u otra a los poemas. En Segunda naturaleza
el autor construye imágenes que se nutren de la luz del día o el paso de las
estaciones. El poeta con su mirada matiza la emoción en un lenguaje pensando,
depurado, correcto.
10.
Tras la
sombra de la luna
Ana María Fuster Lavín
Casa de los Poetas Editores
72 páginas
Balance y multiplicidad creativa es lo que
encuentra el lector de Tras la sombra de
la luna. Un boleto de entrada al universo poético de la autora de El libro de las sombras. Entre bitácoras
y divagaciones, despedidas y cartas, nocturnos
y cierto lenguaje gótico que permea, culmina este poemario con la brevedad
exquisita del haiku. Quien lee encuentra el mosaico apalabrado y artístico de
una escritora en diálogo sosegado consigo misma, particularmente evidente en el
gesto de pasar revista sobre su propia obra. Por todo lo anterior el verso y la
metáfora incluso están disponibles para dialogar con otros escritores; Edgar
Allan Poe, Amarilis Tavárez Vales, entre otros. En este poemario Fuster Lavín
despeja sombras, se revela consciente de su propia poética.
11.
Trashumante
Carmen Valle
Ediciones El Santo Oficio
85 páginas
Trashumante es puro dominio y confianza en el oficio
poético. Acompañamos la voz lírica en un desplazamiento ágil y leve. Algo se
queda en la mirada después de acompañar a la poeta en su tránsito. En estas
páginas los lugares develados pernoctan de forma esencial en la memoria. La
palabra precisa da presencia a las metáforas necesarias.
12.
La flor amarilla del litoral
Petra Camacho
Terranova Editores
94 páginas
Este flamante poemario inicia la serie Mitigación
Eco-lógica de Terranova Editores. Dar belleza a lo que ya es bello de por sí es
el logro de esta poeta-bióloga. La mirada se deleita con pinceladas apalabras
en un lienzo repleto de flores amarillas y multicolores, habitantes silvestres
del litoral costero, el arenal desértico o el pantano salobre. Asombra la
capacidad de observación y la síntesis en cada prosa poética. La flor amarilla
del litoral merece incluir en futuras ediciones fotografías.
13.
Trasunto de
Transilvania
Jan Martínez
Ediciones Aventis
41 páginas
En prosa poética Jan Martínez traza la voz vampiresca
mediante una serie de cartas, fechadas en un periplo temporal que trasciende
límites cronológicos normales. Aquí la eternidad es un peso que se torna
suplicio para el personaje redactor epistolar, Severino, que nos hace partícipe
de su mundo íntimo. Todo lo amado se torna itinerante en estas páginas y la
amada de turno es brisa, agua que se escapa entre las manos. El poeta logra
transmitir peculiaridades, la atmósfera propia de una tradición que inicia en
el siglo XVIII y que ha sido materia prima para infinidad de escritores y
cineastas.
14.
Canto al
hermetismo
Carlos López Dzur
Colección Maravilla
75 páginas
Con tres partes muy acrisoladas Canto al hermetismo es una crónica-indagatoria sobre el devenir
histórico que transforma. Aquí los hilos que mueven lo micro dan cauce a lo
macro. El río desemboca en el delta del mismo modo en que se transforma en
imperio una nación. López Dzur dota al lenguaje poético de cierto sustrato
whitmaniano con el tono que utilizó Nietzsche en Así habló Zarastustra. Por lo
anterior, el preámbulo, el ciego con la potencia de su voz y la sandalia
perdida de una cenicienta escurridiza y mítica, armonizan un todo coherente -con
matices, luces y sombras- aunque cada compartimiento tiene perfil propio. No es
casual la referencia del hermetismo en el título, la voluntad del poeta es
firme cuando devela circunstancias y motivos.
15.
Tambor de espuma
Félix Córdova Iturregui
Isla Negra Editores
175 páginas
El poeta utiliza el tambor, el sonido y la palabra como
metáforas del devenir, del tránsito del ser en un País donde la memoria y el
olvido están a flor de piel. Aquí el ritmo del lenguaje provoca metamorfosis, y
mediante los dinámicos senderos del sueño una celda se transforma en plaza. El
péndulo creativo se mueve entre la negación y la afirmación. Cuatro partes dan
textura al cuero de Tambor de espuma.
Palabras en Santa María Magdalena de Pazzis
Jan Martínez
Publicaciones Gaviota
140 páginas
Un hermoso libro donde el poeta conceptualiza la
experiencia de la muerte. Uno de los lugares más emblemáticos del Viejo San
Juan, el cementerio de Santa María Magdalena de Pazzis, y un acervo fotográfico
impecable armonizan la belleza de este poemario.
17.
Poemas de mis exilios
Coqui Santaliz
Ediciones Patagónicas
45 páginas
Coqui Santaliz expone en este breve poemario los ciclos
de su alma poética y exiliada. El viaje y la distancia fomentan versos, a veces
complejos por la concatenación de imágenes, que tras lo fragmentario, adquieren
lúcido y nítido perfil.
18.
Caneca de anhelos turbios
Raquel Salas
Editorial Educación Emergente
130 páginas
La palabra como recurso esencial para la supervivencia
del ser. La calle, la sociedad, lo necesario ante lo vacuo. Caneca de anhelos
turbios es contundente, da testimonio. La poesía como herramienta imprescindible.
19.
El tiempo de los escarabajos
Ángel Antonio Ruiz Laboy
Editorial Erizo
68 páginas
En este poemario los cuerpos se encuentran y tropiezan
con versos alusivos al encuentro y desencuentro. La voz lírica del poeta
expresa en migraciones, retornos y relicarios un manifiesto existencial.
20.
Minoría Absoluta
Federico Irizarry
Ediciones Aventis
55 páginas
Quizás el aforismo final de la página 26 ha motivado
juicios inmerecidos para este libro. El tono en estos aforismos a veces suena
“rabioso. vengativo.” Sin embargo, esa crudeza del lenguaje, de tono acre como
apunta Font Acevedo, afirma un ciclo creativo del poeta, en el que la voz plantea
y replantea su praxis, a la vez que enjuicia.
21.
Imaginería
Lynette Mabel Pérez
Isla Negra Editores
62 páginas
Un primer libro que devela una voz femenina que se
afirma. La indagación vivencial mediante un lenguaje fluido, pulcro. Prudencia
en las proporciones, Imaginería hace alusión además a diferentes tradiciones
míticas como recurso de quien pretende nombrarse.
22.
El olor de la palabra rota
Doris Melo
Ediciones Carnaval
92 páginas.
La poesía de Doris Melo es un manjar para quienes gusten
leer en voz alta la poesía. Se cuida de no ser cacofónica en los versos,
ninguna vocal final de una palabra se traga a la otra inicial de la próxima.
Esa cautela con el lenguaje salta y prevalece, aunque lo que ocupa estos poemas
amorosos requiera síntesis.
***
Carlos Esteban Cana es comunicador y escritor. Fundador de la revista y colectivo Taller Literario, un espacio de democratización en las letras puertorriqueñas. Se ha desempeñado como coordinador editorial, periodista cultural independiente, y ha laborado además en la industria televisiva. Su obra creativa se ha publicado en revistas y periódicos nacionales como El Sótano 00931, Ciudad Seva, Narrativa Puertorriqueña, Letras Salvajes, CulturA, Diálogo y El Nuevo Día, entre otros. En lo que se refiere al ámbito internacional su narrativa y poesía ha sido publicada por Escaner Cultural, Zona de Carga, Palavreiros, Abrace y el Boletín de Nueva York, entre otros. Recientemente algunos de sus cuentos han sido traducidos al italiano. Ha participado, además, en diversos medios de comunicación reflexionando acerca del panorama cultural en el País.
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