Por : Iris Mónica Vargas
21.
El esternón abierto como libro
exige luz sobre la cavidad
que ha quedado al descubierto,
vacía ya de inhalos y de
exhalos.
Es demasiado grande.
Alguien se ha llevado el corazón.
Apuesto a que jamás imaginaste
que aquel vacío que sentías
era cierto.
22. Materia gris
estirpe o procedencia
sobre la mesa de metal
en la que descansaba
rodeado de los trapos de su piel.
― Y no era un condenado;
tampoco un criminal:
Le había donado el peso de su vida
a la posteridad.
Tenía el prepucio intacto,
y sólo la mitad de lo que alguna vez
habría sido su rostro.
Desconocidos su historia,
su nombre, la más reciente cifra
que le había dictado edad.
Sostuve entre mis manos su cofre de memorias;
aquel repositorio de imágenes, palabras,
de fábulas y cuentos, y quien sabe qué más;
aquella caja negra de segundos donde ha vivido
¿el Alma?
Jamás he comprendido a dónde fue a parar
tanto de aquello, o cómo entre mis dedos
nunca le vi escapar.
23. Mi informe
no contiene aún tu muerte.
Por eso cuando miro
a Eva disectada me pierdo
en sus espacios; me distraigo
pensando en lo que no veré
algún día, cómo pasará
y cuándo; cuánto lloraré
y por cuánto tiempo;
de qué color tendrás pintados
los pulmones…
***
Iris Mónica Vargas es
físico, admiradora y exploradora del Universo y de la vida, de las ciencias,
del lenguage y de sus permutaciones; ávida lectora que adora aprender,
escribir, y escribir para aprender.
Nació en Caguas, Puerto
Rico, un día lluvioso de agosto. Creció en el pueblo de Vega Alta, cruzando a
diario el Río Cibuco entre las montañas y la antigua central azucarera Carmen.
Posee un doble Bachiller en Física y Biología
de la Universidad de Puerto Rico, en Río Piedras, y también allí completó
su grado de Maestría en Física,
concentrándose en la física del estado sólido con aplicaciones a la astronomía.
Fue becada para servir como parte del equipo de investigadores en astrofísica
del Centro para la Astrofísica de Harvard-Smithsonian, en Cambridge,
Massachusetts.
En el 2005, se desempeñó
como periodista y escritora de ciencias para la columna Ciencia Boricua del
periódico El Nuevo Día, bajo la edición del escritor, periodista y comunicador Francisco Vacas. En el mismo
periódico también ha publicado ensayos. Sus traducciones de artículos de
ciencia para una audiencia general aparecen como parte del equipo de
Ciencia@NASA.
Recientemente terminó su
segunda maestría en "Science Writing" (divulgación científica) el
Massachusetts Institute of Technology (M.I.T.) en Cambridge, MA. Ha escrito
para la revista online HarvardScience de la Universidad de Harvard, la revista
cibernética del Science Writing Program en MIT, Scope, las revistas estadounidense
SEED, ScienceNews, y Bay State Banner, la Asociación Nacional de Escritores de
Ciencia (NASW, por sus siglas en el idioma inglés), el Boletín de la Asociación
Estadounidense de Anestesia, el blog Open Salon de la revista Salon, y la
revista cibernética Letralia, de Venezuela.
Iris Mónica Vargas tiene
tres libros inéditos, uno de poesía, titulado La última caricia, y otros dos de
relatos cortos. Actualmente divide su tiempo entre San Juan, Puerto Rico, y
Cambridge, MA.
1 comentario:
Iris Mónica Vargas tiene una formación poética labrada desde su propia conciencia, destilada de la emoción de vivir de forma plena, indagando simultáneamente en el Universo que le rodea y en su interior, de dimensiones oceánicas. Con el paso de los años ella ha ido aquilatando su experiencia y viaje como poeta, con el intercambio con escritores, ya sea a través del trato personal, mediante talleres o seminarios de escritura creativa. La poesía de Iris Mónica es puro oro para quien busca buena poesía. Yo, que siempre ando por esos pasajes como lector y como aprendiz continuo en esta pasión, he sido de los afortunados de toparme con su persona. Puedo afirmar que una parte de mi poesía está en deuda con la presencia de Iris Mónica Vargas en mi vida. Gracias, Angelo por esta primicia. Poeta, Mónica, compañera y cómplice, cuento los días para adquirir su libro.
Carlos Esteban Cana
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