Descubro que siempre he estado
triste
y que toda la ciudad es una
sentencia irrevocable.
Me queda un juego de palomas,
debe haber algo que no se muera.
en Me queda un juego de palomas
Jimmy Valdez
La primera vez
que me topé con el nombre del escritor dominicano Jimmy Valdez, fue en una nota
periodística. La misma hacía referencia a que su obra teatral La redonda Peña Despeñada había
resultado ganadora de Letras de Ultramar, concurso literario que realiza la
Secretaría de Estado de Cultura, de la República Dominicana. En esa ocasión el
jurado estuvo compuesto por los dramaturgos puertorriqueños Abniel Marat y
Héctor Luis Rivera, y la escritora dominicana Julissa Rivera.
Por internet y
en diversas publicaciones periódicas, está disponible una muestra del universo
creativo de este escritor dominicano, que afianza su ser como hijo del
archipiélago caribeño. Su poesía, destilada en dosis suele hacer uso discreto,
contenido si se quiere, a modo de pinceladas, de una prosa poética salpicada de
nostalgia. Como dato curioso Jimmy Valdes expresa y desarrolla su arte a través
de la pintura. Y sostiene con su propia obra una relación peculiar, pues no se
detiene a contemplar lo ya creado. De hacerlo se convertiría en piedra, o cual
Orfeo actual, sentiría que perdería en tal ejercicio a su Eurídice, es decir, a
su propia capacidad creativa; eso que le permite innovar, no repetirse.
En estos días
Valdez se ocupa de presentar su más reciente libro: Osaku, Herrumbre para erigir un hombre vivo. En
los pasados años dos poemarios suyos han salido a la luz pública: el primero
titulado “Para todos sin importar lo que fumen”; el segundo "Días enteros
para una sopa". La entrevista que presentamos a continuación, fue posible
a Eugenio García Cuevas, Maestro periodista, crítico y escritor, que me ofreció
las coordenadas necesarias para establecer contacto con Jimmy Valdez, un
escritor dominicano y caribeño que gesta su obra en pleno corazón de Nueva
York.
Jimmy Valdez: un caribeño universal que le
canta a la tierra y al amor
Carlos Esteban Cana: Entiendo que usted, Jimmy
Valdez, poeta, dramaturgo, se desarrolla profesionalmente en una industria
ajena al ámbito cultural...
Jimmy Valdez: No necesariamente así, soy
especialista en instalaciones de arte en galerías y museos. He trabajado en
todo lo que me permita sostener a mi familia. Estoy orgulloso de seguir
luchando por vivir dignamente, por la entrega diaria y por los sueños de un
mejor futuro universal.
CEC: ¿Cómo se siente como Caribeño en la Gran
Manzana (NY)?JV: Me siento antillano, amo mis raíces y creo en nuestra fuerza y mestizaje. Veo el ser caribeño como una ventaja; nos acomodamos a todo ritmo y formas de vivir. Somos abiertos, sin demasiados miedos, en fin, adaptables.
CEC: ¿Cómo es su relación con otros escritores
en la República Dominicana?
JV: Perfecta, diaria yo… No busco conflictos por cosas que no tienen
mayores impactos en la vida socio-cultural o creativa nuestra. Solo una cosa me
apena, la apatía de muchos a la hora de tomar posiciones ante la crisis moral y
política en nuestros pueblos. Para muchos es mejor estar en paz con aquellos
que nos gobiernan, que asumir posturas dignas y responsables ante los grandes
males que nos afectan en lo presente y lo por venir. Yo vivo de espaldas en los
roces con el poder, por lo menos con el poder mezquino que representa la
partidocracia dominicana.
CEC:
Sabemos que usted gestó intercambios literarios con escritores puertorriqueños.
¿Cuál ha sido su experiencia en la coordinación de esos eventos culturales?
JV:
Yo siempre me he
considerado un deudor de la literatura puertorriqueña, de hecho mis primeros
textos publicados fueron a través de las antologías que hacía el Ateneo
Puertorriqueño. He leído mucho de autores de la isla del coquí. He estado allí
unas cuantas veces y me considero puertorriqueño, cubano y quisqueyano, sin
sentir diferencia alguna al respecto. Disfruto mucho de la calidad y del
orgullo puertorriqueño en su apuesta por la lengua castellana.
CEC: La caribeñidad inherente a usted, como
dominicano, ¿emerge en sus creaciones?
JV: Claro, cómo puedo ser yo sin ser yo?... Y
ser yo, es ser caribeño, conga y marimba. Caderas, calderos y palmas. En fin,
tan abierto y fascinante como un abuelo con sus nietos contando historias
pasadas.
CEC: ¿Cómo comenzó a escribir? Hábleme de sus
inicios...
JV: Pues no sé, creo que de un tropezón. De una
patada al alma, de un sueño, de unos amores. Del rechazo mulato de la hija de
una dentista a mis 12 o 13 años, y luego ese primer poema, y luego esos otros.
Y hasta hoy: poesía y sueños.
CEC: ¿Cuáles fueron esos primeros libros que
cayeron en sus manos?
JV: Yo casi nunca tenía dinero para la merienda
en la escuela, no lo tenía porque en casa éramos bien pobres, seguimos
siéndolo, pero ya es costumbre y hasta nos gusta… En fin, que me iba a la
pequeña biblioteca a leer cuentos medievales, hasta que un día me encontré con
Bosch y los amos. Entonces me incliné por mirarme al espejo, leía y predicaba
la adolescente interpretación de aquellos cuentos.
CEC:
Su hoja de ruta de vida
le ha colocado ante una diversidad de retos profesionales, pero usted, sin
embargo, le ha dado particular énfasis al arte, particularmente a la pintura y
a la escritura. ¿El Jimmy Valdez escritor ha ganado algo con el Jimmy Valdez
pintor?
JV:
No puedo distinguir entre uno o el otro. En ambos casos me sustraigo y dejo de
ser el individuo desabrido, para ser el yo de las intensidades.
CEC:
¿Cómo es su proceso creativo? ¿Cómo se acerca a la 'página en blanco'?
JV:
Lo de la “página en blanco” es un mito. Por lo menos para mí ser lo es… lo que
realmente me da miedo son las repeticiones, los lugares comunes y el no ser
entendido. Amo garabatear; la página en banco no existe.
CEC:
Hablemos brevemente de sus libros... “Para todos sin importar lo que fumen” fue
su primer libro publicado.
JV:
Lo fue, y me arrepiento… por eso no lo muestro a nadie. Los queme todos. Creo
que mi madre y una ex novia son las únicas personas que tienen una copia del
mismo… Ojala que no aparezca nunca.
CEC:
Ahora ocupémonos de
"Días enteros para una sopa", título, por cierto, singular para un
poemario.
JV:
Yo odio mis libros inmediatamente los publico. Igual detesto mis pinturas. Por
eso no soy muy dado a lecturas o ha exhibiciones. Necesito crecer, nunca veo
atrás, aunque sean cosas que los amigos gusten o pregonen a terceros.
CEC:
Y en estos momentos
Jimmy Valdez se ocupa en dar a conocer su más reciente entrega: Osaku, Herrumbre para erigir un hombre vivo.
JV:
Sí, es un libro al que
aún no le dedico ni amor ni odios. Esta allí, en recodo de mi ser, esperando un
veredicto; a ver qué sucede. CEC: Escritores y críticos de la talla de un Eugenio García Cuevas, hablan con admiración y respeto de lo que Jimmy Valdez viene creando y gestando...
JV: Gracias, sé que Eugenio es un gran escritor, un hombre bueno, que es mucho decir en estos tiempos de toma y daca, y que además es ante todo un ser honesto y responsable sobre sus pareceres. Le admiro y quiero con orgullo criollo.
CEC:
Jimmy, su poesía se
sirve -en muchas piezas- de la brevedad, accede a cierta liviandad pero no es
simple; en el lenguaje no se desprende de destellos narrativos y cierta
nostalgia le caracteriza...
JV:
Pensándolo ahora, podría juzgarme como un ser nostálgico y anhelante, contador
de historias con lengua poética y “mojitos” como suero de las verdades. CEC: Jimmy Valdez también ha sido premiado como dramaturgo, por La redonda Peña Despeñada... ¿Ha sido complejo pasar de la poesía al teatro?
JV:
La verdad es que no sé si ese texto es teatro. La culpa del premio no es mía.
Opté al premio por estar en el medio y ya ve usted, dizque dramaturgo. En fin,
que para reivindicar dicha ofensa he tenido que dedicarme al teatro como autor;
ya llevo varias obras en el buche, todas peores que la anterior. También ensayo
con el cine. Vainas parejeras que se le ocurren a uno…
CEC: ¿Qué género literario prefiere para la
creación?JV: Soy medio poeta, medio pintor, medio gestor, en fin, que estoy hecho de mitades.
CEC: Mantiene contacto con otros escritores dominicanos en la diáspora (un término que hasta cierto punto la tecnología desdibuja) como Rita Indiana, Rey Andújar, Junot Díaz, René Rodríguez Soriano?
JV: De ellos sólo me trato con familiaridad con René R Soriano, a quien admiro y quiero, igual me saludo online con Rey Andújar, pues no le he visto nunca en persona. He leído a Rita y me encanta su música y claro que leo a Junot, le he visto en eventos, pero nunca me le he acercado. No me imagino yendo hasta él para decirle: oiga compadre, que bien escribe usted! Cosa que por supuesto el ya conoce.
CEC: Hábleme de sus escritores favoritos...
JV: ¿Qué decirte? Soy boschista, en lo
político, lo decente y en lo literario. Me gusta Francisco Matos Paoli,
Virgilio López Lemus, Díaz Alfaro y su “Josco”, José Bobadilla, Joaquín Edwards
Bello, Carlos Fuentes…
CEC: De la historia literaria y creativa
dominicana, ¿tiene alguna época o grupo de escritores de preferencia?
JV: Si… El movimiento interiorista de Bruno
Rosario Candelier. Quizás porque allí fue que me formé en la adolescencia de
escritor.
CEC: ¿Qué es lo más importante para usted, como
creador, como escritor?JV: La calidad y lo honesto de lo que se dice y se piensa.
CEC: Su reto mayor, su aspiración como creador es...
JV: Que en cada palabra escrita, las mías, alguien encuentre una razón para seguir la lucha y apostando a los sueños.
CEC: Y por último, ¿mantiene algún vínculo particular con escritores en la Gran Manzana?
JV: Amo New York y su gente. Nuestra
literatura, la caribeña, es buena y todos los días crece. Aquí soy un hermano
más. No existen poses ni miradas sobre el hombro. Todos cantamos a la tierra y
al amor.
***
Carlos Esteban Cana Escritor y comunicador puertorriqueño. Ha cultivado el cuento, el micro cuento, y la poesía. Actualmente, sin embargo,se ocupa de darle forma a sus dos primeras novelas y a un volumen de ensayos. Colaborador de varios publicaciones impresas y cibernéticas, en Puerto Rico y otros países. Bitácoras y publicaciones alrededor del planeta, como Confesiones, del narrador Angelo Negrón, reproducen su boletín "En las letras, desde Puerto Rico".
Para el periódico cibernético El Post Antillano también publica su columna "Breves en la cartografía cultural". En verano del 2012, Carlos Esteban publica Universos, libro de micro-cuentos bajo el sello de Isla Negra Editores. Otros dos libros aparecerán durante el presente semestre. El primero titulado "Catarsis de maletas: 12 cuentos y 20 años de historia", ofrece una vista panorámica de una pasión que el autor ha desarrollado, por cuatro lustros, en el género del cuento. "Testamento" es el segundo de los libros mencionados, poemario antológico que reúne lo más representativo de su poesía; género del que Cana manifiesta: "Fue la propia poesía que me seleccionó como medio, como interprete". Cana es conocido además por haber fundado la revista y colectivo TALLER LITERARIO, que marcó la literatura puertorriqueña en la última década del siglo XX en Puerto Rico.
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