Por: Lynette Mabel Pérez
“Cuando el amor es la norma, no hay
voluntad de poder,
y donde el poder se impone, el amor falta”.
“El péndulo de la mente alterna entre
sentido y sinsentido,
no entre el bien y el mal”.
Carl Jung
Energeos, es un libro de cambios, al leerlo
viene a mi mente libros de creadores de mitologías, como lo son: “El Silmallirion” de Tolkien, el
“Necronomicón” de Lovecraft y el
“Angelorum” de Migene González-Wippler, por mencionar algunos. Libros que, de
manera implícita, tratan sobre la lucha
energética entre bien y mal (Cristianismo), ying y yang (Taoísmo), limgan e
ioni (Hinduismo) y ahora; ascendos y cadutos, Leht y Penumbre. Ya lo estableció
Cixous, vivimos en una sociedad polarizada donde pervive la mitología de los
opuestos, luz/tinieblas, intelegible/sensible, Logos/Pathos, y por supuesto,
odio/amor. No es coincidencia que la primera fecha que nos asalte es un catorce
de febrero.
Leht es como una Arcadia, mítica tierra de
la poesía, o como esa especie de paraíso terrenal del Himalaya, que es el Shangri La de James Hilton, o mejor, como el
Validor donde viven los Valas de Tolkien. Leht es un refugio para los ascendos,
refugio custodiado por Enocks, pero todo refugio puede ser vandalizado y este
lo es por los Crueles mayores: Devon y Taendra.
En la novela se entra en una especie de vampirismo emocional. Un juego vandálico donde se ve comprometida
la esencia, léase en este caso, alma. Nos sumergimos en lo que Foucault llama
Estado de dominación, especie de relaciones afectivas/coloniales de un supuesto
ente “superior” que controla a otro de carácter “subalterno” en donde la
ambición y la envidia están al reverso de la moneda. Juego político y/o civil de
dominador/dominado que es representado por las tendencias sadomasoquistas de
Taendra y Devon.
Ya escritores como Asimov, Huxley y Wells
apuestan por la unión de ciencia y literatura. Todos ellos han creado mundos
distópicos. Energeos en sentido directo muestra el crecimiento de una
civilización basada en la energía, y en uno indirecto, la alquimia del amor que
es uno de los más grandes Leiv motif de nuestra literatura. Así que en Energeos
el amor es el motor que mueve la historia. Esta especie de bitácora que nos
cuenta el nacimiento de una civilización y una mitología. Los ascendos en su intimidad, no se
diferencias del resto de los humanos, tienen las mismas necesidades,
fortalezas, debilidades, y hasta experiencias que los humanos. Presenciamos una
desacralización, o debería decir, humanización de lo divino. Sentimos a estos
seres superiores cercanos a nosotros, como sentimos cercanos a los dioses que
eligen hacerse hombres en las distintas religiones. La escena primera de baile es totalmente
irreverente, es más, de tintes maquiavélicos.
Enocks, Aaron y Dolce forman una tríada muy
significativa, tríada que Vida convierte en cuaternario. En el simbolismo, la
numerología y la cábala las cifras son ideas-fuerza,
es decir, energía. Mientras más cerca esté un número del indivisible uno, más
cerca está de lo espiritual; mientras más lejos más se sumerge en la materia.
Los primeros diez números pertenecen al espíritu y son arquetípicos. El
dualismo inherente al número dos y a los mundos paralelos, representados en el
binomios amor/odio, positivo/negativo y bien/mal; se rompe en el tres, número
de los comienzos y en el cuatro, número de las realizaciones tangibles.
Se acerca un inicio, pero para que eso ocurra
debe haber un fin. Iniciación, realización,
culminación… se instaura aquí una escritura de lo fundacional.
***
Lynette Mabel Pérez -Mocana, nace en Puerto Rico en el 1976.
Tiene una Maestría en Artes del lenguaje, de la Universidad Interamericana de
Puerto Rico. Ha publicado seis libros: Imaginería
(Isla Negra Editores), el plaquette de poesía Psicodelias Urbanas y Mundo cero bajo el sello de Verde Blanco y Ciclos
bajo el sello de la editorial Trabalis. Es coautora de Mujer moderna y Ars memoriae bajo
el sello de Verde Blanco. Fue premiada en varios certámenes literarios. Publicó
en revistas nacionales e internacionales. Se la incluyó en las antologías Ejército de Rosas, Plomos: Antología de
Poesía puertorriqueña, Alitas rotas,
Suturas, Sin fronteras II, Cuentos de poder, Visiones Fantásticas y la
antología de literatura infantil 1, 2, 3
Por todos mis amigos, entre otras.
Compiló junto a Miranda Merced la antología Fantasía
Circense: antología de literatura contemporánea. Pertenece a REMES. Fue
profesora en la Universidad Metropolitana, Recinto de Aguadilla y actualmente
trabaja en Columbia Centro Universitario de Caguas.
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