por Carlos
Esteban Cana
El autor de Crónicas de Ouroboros, Odilius Vlak,
conversó con este servidor hace año y medio durante el Primer Congreso de Ciencia Ficción y Literatura Fantástica del Caribe
Hispano que se efectuó en la Universidad de Puerto Rico. Y aunque la
entrevista fue breve hablamos lo suficiente como para intercambiar acerca de la
literatura clásica de la ciencia ficción y de la vanguardia en este género;
algo que este escritor oriundo de la hermana República Dominicana, que se
desempeña además como periodista y traductor, viene desarrollando con su
peculiar estilo desde hace años.
Carlos Esteban Cana: Odilius, ¿cómo inicia ese proceso creativo que te
ha llevado a ser el escritor de ciencia ficción que eres hoy?…
Odilius Vlak: Bueno, yo empecé como lector, como el que escucha heavy metal que se imagina con
una guitarra, ante un público de 30,000 personas. Figureando
y rompiendo mentes… Yo comencé leyendo a los malditos, la literatura de corte
esotérico, Thomas Mann, Umberto Eco; Henry Miller fue un escritor que en un
tiempo me afectó mucho, por el cual siento un afecto. Era una cosa que cuando
yo entraba a una librería lo que buscaba era a Miller porque me afectó
verdaderamente. Aunque sabía que no quería escribir como él, quería escribir
historias tipo Poe pero en un lenguaje más de William Blake con prosa poética,
bien alegórica. No se dio en la manera en que yo quería… Entonces por ahí
empezó todo y después leyendo literatura fantástica. (En ese momento) yo me
dije: ¡Wao! Este es el equivalente del género underground, el tipo de música que crea subcultura y agrupaciones
de culto; el efecto de que esto es una cultura autosuficiente pues no quieren
reconocernos académicamente. (Dicen) que no hacemos literatura pero no importa
porque creamos nuestras convenciones y nuestros bandos, (dicen) que Tolkien
está ahí porque era catedrático de Oxford, pero no importa. Aunque solo lo
reconozcan a él como gran académico. Nosotros estamos aquí sin importar que nos
reconozcan.
Carlos Esteban: Cuando te acercas a crear literatura de ciencia
ficción… ¿Hay también una especie de búsqueda?
Odilius: El filósofo Nietzsche decía que el ejercicio propiamente metafísico de la
vida es la creatividad; esa manifestación de lo que es del Ser a través de la
propuesta creativa. Y yo comparto esa opinión. Yo me rijo por los arquetipos
platónicos y, por lo tanto, veo que mi estadía en este plano es para definir
más mi arquetipo; no para disolverme en un nirvana o absoluto, sino para
reforzar más mi arquetipo. Y no hay mejor herramienta para eso que la
creatividad.
Carlos Esteban: Por lo que he visto tus narraciones cuentan con
muchos detalles históricos y especializados… ¿te toma mucho tiempo investigar?
Odilius: Sí. Aunque la información científica tú la encuentras hasta en Wikipedia,
pero hay alguna información histórica que tú no la consigues ni en Wikipedia ni
en la Web; hay que ir a las bibliotecas. En el caso mío, la Sociedad de
Bibliófilos Dominicanos hizo una serie de publicaciones que son muy útiles pero
difíciles de conseguir. Tienes que ir a una biblioteca y dedicar dos o tres
horas leyendo; toma su tiempo. Por ejemplo, me encontré un dato (acerca) de un
marino americano de apellido Paul, que fue enviado a República Dominicana en
1846 por el gobierno de Estados Unidos. Le dijeron: ‘Mira lo que esa isla
tiene. Si tú crees que es viable, nosotros le apoyamos su independencia’,
porque se necesitaba su reconocimiento para un paso como ese. Y él dio detalles
valiosos: de quién era Pedro Santana, que era el
presidente en ese momento; de los caminos; de la conformación étnica
dominicana. Y esas son sorpresas que tú consigues en el proceso investigativo.
Pero aunque te leas un libro, tú en realidad explotas el 10 % de esa lectura en
tu propuesta creativa, en tu cuento, en tu novela; solamente una fracción de
minutas, de esa totalidad, de ese todo que tú captaste. Pero sí, investigar
toma tiempo.
Carlos Esteban: Has realizado dos libros poéticos, Tumbas sin fondo y Plexus lunaris, ¿qué tipo de poesía desarrollas en ambos poemarios?
Odilius: Es poesía en prosa, más dark,
bien oscuros algunos poemas. Unos pueden ser bien líricos y otros bien
descriptivos. Lo nombraría como Dark cifi.
Un ejemplo podría ser la pieza “Encuentro cercano de mi última pesadilla”, un
trabajo de ciencia ficción al que le doy un toque bien oscuro.
Carlos Esteban: En el género de la narrativa, ¿qué te provoca
más, el cuento o la novela?…
Odilius: Yo me llevo bien con el cuento. En este libro algunos son cuentos largos o
novelletas. En el canon americano de
publicación editorial una novelleta está
integrada por 17,500 palabras. La historia más larga en Crónicas de Ouroboros tiene 21,000 palabras, es una novelleta corta, por así decirlo. Y me
siento muy cómodo con el cuento porque no he tenido aún la experiencia formal
con el género de la novela. Este libro es una plataforma para lanzar algo que
tengo en agenda, que va a ser bien local por un lado y en el que quiero
explorar un concepto que me inquieta, que me está carcomiendo la mente.
Estas historias
me han servido para domesticar mi prosa porque estoy en un proceso de
significación; en un proceso de aprendizaje desde el punto de vista de la
narrativa como tal. Aquí la poesía está fusionada en la misma estructura global
de la prosa y ahí sigo heredando lo que han creando los grandes clásicos de la
ciencia ficción.
Carlos Esteban: ¿Cuál es tu novela favorita en el género de
ciencia ficción?
Odilius: Dune, de Frank Herbert es mi
novela favorita de ciencia ficción, que se publicó en 1965. Lo que me gusta de
Herbert fue que hizo de la ciencia ficción una épica. Lo consideran la
respuesta de la ciencia ficción al El
señor de los anillos. ¡Imagínate! Porque creó un mundo con tantos detalles
que el mismo Arthur C. Clarke dijo: “Yo no puedo concebir otra cosa que verlo
como un ‘Señor de los Anillos’”, de la ciencia ficción especulativa. Y él tiene
ahí muchas propuestas, la poesía dentro de la estructura narrativa. Es como en El Silmarrillión, en la que hay una
escena de una batalla mágica con el poder del verbo, que es en sí misma una
poesía; son cantos poéticos. Y con eso se experimenta mucho, o sea que tú
puedes hacer un juego digamos interdisciplinario, en el que un punto de vista
lo da el género de la poesía y la fantasía. Poesía, narrativa y ensayo en una
misma propuesta creativa; todo eso en una novela o un cuento. Esto lo hice en Plexus lunaris o con lo que estoy
haciendo ahora. En este proceso creativo entra el plano mental, aquí juegan un
papel importante aspectos lógicos, pues hay que darle forma a intuiciones que
captas; esas visiones poéticas que se captan de forma lógica y que también
pasan por diferentes filtros.
Carlos Esteban: ¿Qué te ocupará próximamente?… A qué nuevos
universos creativos y conceptuales quieres acceder….
Odilius: Después de estas Crónicas
historiológicas que actualmente trabajo quiero pasar a una novela sobre la
herencia africana más pura que tenemos, con un futuro histórico imaginario y un
pasado mítico. En República Dominicana no tenemos una conexión tan directa como
la que tiene Cuba con la tradición Yoruba con respecto a la composición étnica
africana. No hemos tenido una estructura mitológica con la que los dominicanos
podamos decir: “Esto es nuestro y por lo tanto lo podemos explotar como materia
prima creativa”.
Carlos Esteban: Esto me recuerda que en algún lugar leí que tu escritor latinoamericano favorito es un caribeño.
Odilius: Sí, mi escritor latinoamericano favorito es Alejo Carpentier que tiene un
estilo en el que todo es prosa, lo que llaman estructura narrativa en argumento
cuando en la prosa se dice todo. Aunque a veces en Carpentier tú como que
añoras esa escena que tenga acción, diálogo, no todo prosa; como que requieres
algo del presente.
Carlos Esteban: También te encuentras trabajando un ciclo de
historias tituladas Órbitas tandrelianas.
Odilius: Órbitas tandrelianas trata sobre
un planeta donde hay unos microorganismos que están en proceso de
cristalización. El mismo pertenece a un sistema planetario que tiene una
estrella anfitriona, donde es el planeta número once y el planeta más alejado;
el equivalente a Plutón en nuestro sistema solar. También hay una constelación
que tiene forma de serpiente con un solo ojo, como un cíclope. Los habitantes
de ese planeta son seres cristalizados, con una biología semejante un cristal
orgánico viviendo ahí. El sistema es mágico, pues mezclo los conceptos; un
sitio mágico donde se utiliza como materia prima el electromagnetismo, la
fuerza nuclear débil, la fuerza nuclear fuerte. En ese escenario hay un
conflicto con aquellos planetas que están más cerca de la estrella por las
energías magnéticas. Y cada 15 órbitas este planeta se alinea con los otros…
Otro ciclo en
proceso conceptual es uno bien futurista con una historia poética, en que hay
una terra-formación a base de una molécula del silicio; como todo lo que existe
con la molécula del carbono, la molécula de la vida, pero con esa molécula
alternativa.
Carlos Esteban: Para finalizar, ¿cómo describiría el proceso
narrativo?
Odilius: Es como cuando te montas en un tren, en ese caso la narrativa es el tren y
la historia viene siendo el paisaje que tú vas viendo a través de la
ventanilla. (Un tren) que obviamente va a una velocidad increíble.
***
Para el periódico cibernético El Post Antillano también publica su columna "Breves en la cartografía cultural". En verano del 2012, Carlos Esteban publica Universos, libro de micro-cuentos bajo el sello de Isla Negra Editores. Para el 2013 publica su libro Testamento. Testamento es un poemario antológico que reúne lo más representativo de su poesía; género del que Cana manifiesta: "Fue la propia poesía que me seleccionó como medio, como intérprete". Cana es conocido además por haber fundado la revista y colectivo TALLER LITERARIO, que marcó la literatura puertorriqueña en la última década del siglo XX en Puerto Rico.
Otro libro aparecerá durante el presente semestre: Titulado "Catarsis de maletas: 12 cuentos y 20 años de historia", ofrece una vista panorámica de una pasión que el autor ha desarrollado, por cuatro lustros, en el género del cuento.
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