por Carlos Esteban Cana
La escritora Doris Irizarry presenta su segundo
poemario Colmenas
encendidas(C.P.P. Editora, 2025) el lunes 29 de diciembre de 2025 a
las 7:00 p. m. en Casa Norberto (tercer piso, Plaza Las Américas). Este es el
tercer libro que la autora sangermeña ha publicado. Los títulos anteriores son:
Ahora puedo
decirte que te quiero y otros cuentos movedizos (Calíope Editoras,
2018) y Ritual de
vuelo – poemas de los cantos puros (CPP Editoras, 2022). Sobre ese primer
libro de poesía el profesor de literatura Elidio La Torre Lagares ha destacado:
“Los vuelos poéticos de Doris Irizarry refieren a la capacidad de la poesía
para elevarnos de manera metafórica, transportándonos a lugares y emociones que
la experiencia cotidiana no puede acaparar. Así, entonces, la poesía se vuelve
un medio para liberarse de las limitaciones de la realidad y elevarse a nuevas
alturas”.
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| Presentación Doris Irizarry |
Con el fin de que conozca algo más de la cosmovisión artística de esta poeta boricua, “En las letras, desde Puerto Rico” publica en su totalidad la entrevista que nos concediera en noviembre de 2024.
‘Escribir
poesía me permite acercarme al prójimo… y acercar al prójimo hacia mí’- Doris
Irizarry
¿Cómo se dieron los primeros pasos en su universo creativo?
Doris Irizarry (D.I.) Desde que recuerdo, he tenido
una mente imaginativa, casi como tener la cabeza en otra parte, sin embargo, no
podría precisar el punto de partida. Es algo que siento que, de alguna manera, siempre
estuvo en mí. Quizá con el detonante de crecer entre dos generaciones, por un
lado los adultos, madre, abuelos, tíos, y por el otro mi única hermana a quien
le llevo siete años, fui como una burbuja flotante entre esos dos mundos. Creo
que eso hizo a una niña de siete años tejer cuentos en la cabeza y dejarlos ir,
como si fuera algo completamente normal. Tenía suficiente tiempo para pensar y
observar lo que me rodeaba, imaginar cosas, transformar el escenario que me
contenía, pero en otro mundo, y el mundo, literalmente dicho, para mí era un
misterio fascinante. Escribía y pintaba una que otra cosa y bailaba ballet en
las actividades de la escuela. Pero darle forma a mis ideas en la escritura de
alguna manera que se pudiera decir organizada, fue algo que hice después de
retirarme.
¿Cuáles fueron los primeros libros, películas, obras de la cultura en
general que inspiraron para iniciarse en estos caminos artísticos?
(D.I.) Mi primer libro, ese que sentí mío, fue un diccionario de español que me regaló José Ramírez Acosta, un empresario de San Germán para quien trabajaba mi mamá en el área de Contabilidad. Mis espacios de matar el aburrimiento los llenaba buscando palabras en el diccionario. Sin saberlo, me fui apegando a las palabras y a los signos, lo que provocaba mi imaginación. Aparte de los textos escolares, que por pura curiosidad, me leía antes de tiempo, me marcó un libro de la clase de español que tenía el poema Platero. Recuerdo que el maestro antes de leerlo nos dijo que podíamos cerrar los ojos para escuchar el poema y eso hice. De ahí en adelante, leí el poema muchas veces y se me quedó como una película. Me maravilló la magia que tenían aquellas palabras que me llevaban casi a tocarlo. Ese fue mi primer amor por la poesía. Aún sigue siendo uno de mis poemas favoritos.
¿Qué motiva su poesía?
(D.I.) Siempre me gustó la poesía, pero estuve
consciente de ello mucho después. Y aunque de manera inconsistente escribía
poemas, nunca sentí la urgencia de conservarlos. Los poemas que escribí de
adulta, unos los perdí y otros los deseché como si con eso desechara algún sentimiento.
Sin embargo, después de empezar a escribir consistentemente, siento que la poesía
es una manera de ver la vida, una manera de existir, como bien lo ha dicho
Rubis Camacho, gran escritora puertorriqueña a quien admiro y agradezco por lo
mucho que sigo aprendiendo, tanto en sus talleres como a través de la lectura
de sus poemas y cuentos. Igual que en mi poesía, la narrativa también es una
necesidad muy personal de querer descifrar el universo, el prójimo y a mí
misma. Más allá de preguntarme aquellas actitudes que humanamente no comprendo,
escribir es casi empezar a ceder, ponerse en los zapatos del otro, intentar
traducir la tristeza, meterme en su dolor, en el camino que nunca he recorrido
y acercarlo a mis propias vivencias, a mi propia humanidad. Tratar de plasmarlo
con lo que compone mi pequeño mundo e intercambiarlo con los demás para
compartir el amor y las emociones que más difícil se sobrellevan. Contestando
esta pregunta, quizá, escribir poesía me permite acercarme al prójimo desde mi
humanidad y mi vulnerabilidad y acercar el prójimo hacia mí, desde la suya.
¿Cómo se da usted en el proceso de escritura? ¿Cómo se inicia?
(D.I.) Escribir, en términos generales siempre me
fluyó bien. Sin embargo, para comenzar la escritura como género, sucedió
después de indagar sobre literatura infantil, ya que tuve un cuento (para niños
de edad preescolar) premiado hace años y quería continuar en ese género. La
búsqueda me llevó al taller cibernético de cuentos cortos de Ciudad Seva,
aunque siempre entre cuento y cuento, escribía poemas. De ahí surgieron algunas
publicaciones impresas y en línea de algunos cuentos. Luego, tomé mi primer
taller presencial de cuento corto en la Universidad del Sagrado Corazón con
Rubis Camacho. Así le siguieron otros talleres, entre los cuales también tomé narrativa
con María Zamparelli; y de poesía con Rubis y con el profesor y escritor Dr.
Elidio Latorre Lagares. Un día reuní los cuentos que tenía y publiqué algunos
bajo Editorial Calíope Editoras: el libro Ahora puedo decirte que te quiero y otros cuentos movedizos
que fue presentado por Rubis Camacho e Isabel Zorrilla, también escritora puertorriqueña.
Antes y después de esa publicación, fueron incluidos algunos cuentos, microcuentos
y poemas en antologías dentro y fuera de Puerto Rico, algunos de ellos con
premio, menciones honoríficas o destacados en certámenes locales como el de la Universidad
Politécnica (2019), Di lo que quieres decir – Antología de siglemas 575
(2016, 2017 y 2019). Otros fueron publicados en las antologías Los cuentos del
Taller (Argentina 2013), El libro de los talleres (Argentina 2014), Micros y Macros –
Todos Relatos: Un año a puro relato (Argentina 2016) y Certamen Nacional de
Microcuentos José Luis González (2018). Del género de poesía tengo
poemas que han sido publicados en las antologías La hija de las Islas – Cantos a Lola Rodríguez
de Tió (2023), Por tanto amor: Homenaje a Vicente Rodríguez Nietzsche
(2023) y Grito de
Mujer – Puerto Rico (2019, 2021, 2023).
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| Ahora puedo decirte que te quiero y otros cuentos movedizos (Calíope Editoras, 2018), de Doris Irizarry |
¿Hay algún momento ideal para colocarse en la pantalla o ante la página
en blanco?
(D.I.) Aún no descifro el momento ideal para escribir.
La inspiración me puede surgir dentro de una conversación, observando a la
gente, en la soledad; y uno quisiera que el mundo se detuviera para no dejar
pasar el golpe de iluminación, pero no siempre es posible. En esos casos voy a
la aplicación de notas en mi celular para retener ese pantallazo de luz que a
veces termina apagándose. Pero no consigo la fórmula ideal para aprender la
disciplina diaria. No me ayuda el desafío de enfrentarme al papel en blanco o a
la pantalla para parir la primera línea, que puedo llegar a convertir
fácilmente en un frustrante aborto. Sin embargo, lo que sí he descubierto es que
la soledad es el estado perfecto para sentarse a escribir, porque escribir
requiere reflexión y un estado limpio de distracciones. Y con esto tengo la
suerte de que cuento con el respaldo de los míos.
(D.I.) Llegar a los lectores es relativo y nada fácil.
Si bien es cierto que hoy día publicar es más accesible, por la misma razón se
hace difícil llegar a los lectores que uno quisiera. Siempre he pensado que un
escrito no es, hasta que alguien lo lee, sea quien sea, lo aprecie o no. Se me parece
mucho a las relaciones humanas, no siempre estarán los seres perfectos, pero
dejan la huella. Mi marco de lectores es limitado, mi familia, allegados,
amigos escritores y consumidores de redes sociales de interés literario, este
último como recurso cotidiano e inevitable, al cual debo alguna exposición en círculos
literarios de otros países de América Latina. La participación en convocatorias
es también un medio para llegar a lectores. Por otro lado, no es fácil entrar a
ciertos grupos o páginas literarias donde apoyen o compartan tu escritura,
especialmente cuando la base de inclusión responde a algún interés o movimiento
particular, pero este es un factor con el que nos enfrentamos casi todos los
que decidimos escribir. Sin embargo, confieso, que a veces me sorprenden
lectores de quienes que no
imaginaba recibir una excelente crítica. Cuando
escribo no pienso en publicar en el sentido formal, ni con el objetivo de
vender, mucho menos competir, sino para compartirlo. Pero una vez tengo una
cantidad de poemas comienzo a agruparlos y de ahí puede surgir la posibilidad de
publicar.
Actualmente ¿qué está leyendo?
(D.I.) Estoy leyendo más que nada poesía, varios
libros a la vez, y narrativa, lo que evidencia lo indisciplinada que soy. Ahora
estoy entre Pequeños
monstruos de Mayryn Cruz Bernal, Poesía completa de Basho, La
risa de las bestias de Yannielle Ramos, Poesía completa de Juan Manuel Roca
y Donde vuela el
camaleón de Ida Vitale. Pero hay otros escritores a los que siempre vuelvo,
como quien busca una bendición: Octavio Paz, Roberto Bolaños, Julia de Burgos, Marioantonio
Rosa, Pizarnik, Cortázar, Lorca, mis maestros de poesía y tantos otros que se
me queda mencionar. Y me esperan otros tantos que aún no he leído.
¿Cómo ve el futuro de la humanidad?
(D.I.) Es muy duro, pero creo que es un proceso de
evolución, aunque otros lo tilden de involución. Este ahora es otro mundo, a
otra velocidad, con otros valores e intereses. Y es más complejo que decirlo.
Vivimos tan aprisa como un respiro. Por un lado los avances tecnológicos nos facilitan
la vida, por el otro, nos desconectan cada vez más de nuestra propia humanidad,
del abrazo, del tacto, de la mirada como respuesta necesaria. Creo que toda esa
desdicha, decadencia, al igual que las maravillas asombrosas que vemos gracias
al internet y a la globalización, han estado ahí, solo que no estaban al
alcance de nuestros ojos. Asusta el mundo que le estamos dejando a los que
apenas llegan y a los que vendrán; la música y las imágenes a las que están
expuestos nuestros niños, lo que catalogo injusto, un abuso abierto y
permitido; la lucha de las mujeres por la equidad y la de los indefensos por
sobrevivir ante el machismo, la trata humana, el discrimen, la pobreza; y el estado
en que tenemos al planeta, por mencionar algunos. Sin embargo, en este otro
mundo de hoy, se abren nuevos espacios, se siguen rompiendo paradigmas que
permiten la diversidad y le dan voz y presencia a muchos que han sido oprimidos
por la sociedad y sus cánones. Eso que a veces catalogamos como rebeldía no es
otra cosa que la respuesta que están ocasionando nuestros propios
cuestionamientos respecto a lo que esperamos de los demás. Se rompen las
estructuras que ya no funcionan, aunque con ello se vayan otras que sí funcionan.
Pero esa apertura es necesaria. Puedo mencionar que gracias a eso, la
generación a la que pertenezco, estamos viviendo y haciendo cosas que antes no
hubiésemos siquiera soñado. Pero son los más jóvenes los que están luchando con
las cargas que le hemos dejado las generaciones anteriores, están rompiendo cadenas
en busca de la libertad, aceptación, identidad y están diciendo: basta. Mi
esperanza es que la transformación que estamos viviendo traiga ese mundo de
justicia, paz y bondad que tanto necesitamos. Esa es la parte positiva y con
esa nos debemos quedar todos. Algo deberemos cambiar, pero lo descubriremos en
el camino.
¿Algo de eso se manifiesta en su propia obra?
(D.I.) Leer, hacer poesía, escribir; la literatura se
convierte cada vez más y sobre todo en este mundo de hoy, en una burbuja.
Especialmente la poesía, es un salvavidas que nos lleva a un estado emocional
un poco de pureza en el sentido de que somos seres imperfectos y tenemos que lidiar
con nuestras imperfecciones a diario; y la poesía nos da la oportunidad de
salvarnos. La poesía es quizá la búsqueda de la belleza, la sensibilidad y el
estado emocional más sublime dentro de cualquier escenario; y esa búsqueda la
provoca precisamente el mundo en que vivimos. Así que sí, hay temas en mi
poesía que asumo, no solo a base de mis vivencias, sino las de otro ser humano
que ha tenido que enfrentar situaciones que no me han tocado a mí.
Hay quien dice que escribir sana. ¿Tiene ese poder la literatura? ¿Cómo
lo ve usted?
(D.I.) Escribir poesía o cualquier género, es un proceso
de aprendizaje continuo que requiere una empatía absoluta, con uno mismo y con
el prójimo. Se asume ese estado con mucha honestidad, como dice mi maestra. Con
ello se desarrolla cierta madurez o valentía para aceptar o decir; y cuando se
adopta esa cierta madurez se pierde un poco el miedo de contar acontecimientos,
especialmente los íntimos y dolorosos. Contar es compartir una carga, hacerla
más liviana, quizá. Como pasa al escribir sobre la muerte. Las muertes las
cargamos los vivos el resto de nuestra vida. Y yo cargo con la de mis muertos,
pero la más dramática, la de mi
padre, ocurrió cuando yo tenía casi siete años. Salió
a comprarme un helado y regresó en un ataúd. Las muertes, como los amores, por
lo menos en mi caso, no es que sean unos o unas más grandes que otros, es que
cada uno es único y el impacto del golpe también lo es. Para contestar tu
pregunta, la literatura quizá no sane del todo, pero tiene un poder maravilloso
para sobrellevar el mundo, sus pasiones y desgracias.
¿La escritora que es usted hoy, es la misma que publicó su primer libro?
(D.I.) No. Siempre se aprende en el camino, si no, es
como si no lo hubiésemos recorrido. Desde mi primera publicación hasta Ritual de Vuelo
- poemas de los
cantos puros, sí puedo distinguir un desarrollo, no solo en la
escritura, sino cómo me posiciono ante ella. Dice un refrán que leí hace muchos
años: ‘Haz lo que puedas con lo que tengas donde te encuentres’. Eso hice y
creo que era lo que tenía que hacer en aquel momento. Ya pasados algunos años, definitivamente
sería distinto. No vengo de una preparación académica en literatura, así que he
aprendido a mares, desde que decidí tomar mi primer taller y especialmente con
la lectura de modo autodidáctico. Cuando uno empieza a escribir se siente
pequeño y asustado y cuando empezamos a leer nos damos cuenta de que somos aún
más pequeños de lo que pensábamos. Creo que la madurez literaria no la da lo
que uno escribe, sino lo que uno lee. No leo todo lo que debiera, pero sí todo
lo que puedo. Ahí está el verdadero aprendizaje, lo demás es práctica que
debería perfeccionarse con el hábito, y a mí me queda el universo por leer.
¿Si alguien se acerca y le pregunta qué es necesario para ser escritora, qué le diría?
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| Sobre la narrativa de Doris Irizarry |
(D.I.) Leer, leer y leer. Y tomar talleres de escritura del género que interese. Y digo talleres en plural. Yo no soy escritora, solo escribo con la suerte de que alguien me quiera leer. Ser escritor, quizá desde el punto de vista gramatical, sí es posible, es perfectamente alcanzable poner el verbo en acción. En cambio, el concepto, la imagen generalizada de ser escritor está reservada para dos gremios, los grandes autores y los que tienen éxito rotundo de ventas o premiaciones importantes. Eso quizá contribuye a que tantas publicadoras se formaran de manera orgánica; para abrirse camino. Hoy día existen más recursos para aprender, como en línea, por ejemplo, pero los talleres presenciales o en vivo aportan un intercambio importante. Hay que perder el miedo de preguntar y acercarse a los maestros porque los hay muy buenos. Admiro muchísimo esos Maestros que lo dan todo en un taller, que no cortan alas, al contrario, te las arman, te despiertan y te ponen a correr; y eso merece mi respeto. Pero hay que leer.
¿A qué aspira con sus libros, con su propia obra?
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| Doris Irizarry |
(D.I.) Nunca me había planteado esto. Quizá debería
repensarlo para darte una respuesta más acertada, pero así, llanamente, aspiro
a que mis libros sean leídos. Tener el privilegio de que tu libro sea un buen
acompañante en los ratos de ocio o en la soledad y que guste, es ya un premio.
Porque un libro es hasta cierto punto, una prolongación de quien escribe, algo
que tiene que ver con la intimidad, con lo que define al escritor, lo queramos
o no, y a la vez es un lazo que extendemos a desconocidos. Todos nos hemos
aferrado a un libro en la soledad o en algún momento crítico de nuestras vidas
y si eso llena un espacio, cumple una misión. Por eso, cuando me leen, para mí
se completa el ciclo de la mariposa, consciente de que hay vuelos muy cortos. Más
que nada aspiro a poder seguir aprendiendo, seguir escribiendo, traducir las imágenes,
atrapar esos momentos de éxtasis que se dan en la claridad o en la oscuridad.
Eso que nos conmueve y nos deja sin palabras.
¿Qué le ocupa en estos momentos? ¿Qué proyectos creativos y literarios le
ocupan?
(D.I.) Actualmente sigo escribiendo para publicar un nuevo libro de poemas, quizá a finales de este año o principios del próximo. También reviso una novela que escribí hace unos cinco o seis años, y con la cual sigo trabajando de manera interrumpida. Me interesan otros géneros que leo e intento, como el haiku, la escritura minimalista. Y la pintura. Pintando interrumpo frecuentemente el proceso de escritura, a modo de receso terapéutico. Actualmente trabajo en una página de arte con la ayuda de mi hija, en la que expondré mis pinturas y de la que próximamente tendrán noticias. Espero no procrastinar una vez más.
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| Doris Irizarry durante la presentación de su primer libro Ahora puedo decirte que te quiero y otros cuentos movedizos (Calíope Editoras, 2018). |
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| Doris Irizarry es entrevistada por Daniel Nina, director de El Post Antillano |
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| Doris Irizarry lee su poesía en el homenaje al poeta Vicente Rodríguez Nietzsche en Casa Aboy el 24 de febrero de 2024. |
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| Doris Irizarry presenta el libro libro 'De lo mágico a la muerte' de Chary Dávila. Centro Cultural José S. Alegría en Manatí. 12 de octubre de 2025. |
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| Doris Irizarry publicó en el 2018 'Ahora puedo decirte que te quiero y otros cuentos movedizos' bajo el sello Calíope Editoras. |
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| Dos poetas, Antonio Ramírez Córdova y Doriz Irizarry. Noviembre, 2025. |
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| La escritora Doris Irizarry nació en San Germán, Puerto Rico. |
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| La poeta y cuentista Doris Irizarry ha cultivado con éxito el haiku. |
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| Las escritoras Sandra Santana y Doris Irizarry. |
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| Poesía 'La soledad es...', de Doris Irizarry |
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