por Carlos
Esteban Cana
Foto por Kike Seba |
A continuación comparto con ustedes, los tres poemas que compartí de ‘Testamento’, mi antología poética, de la que en estos momentos circula nueva una re-impresión.
Alguien me ve y grita
Alguien
me ve y grita:
¡silencio!
ahí viene un poeta
con palabritas arenosas
yo
sonrío
desconoce
si vengo de la playa
o el desierto
*
Es invierno en Puerto Rico
hoy, el
escritor,
no puede
estar al servicio
de los
que hacen la historia,
sino al
servicio
de
quienes la sufren
Albert
Camus
Es
invierno en Puerto Rico
el
ambiente hace que te resguardes
apertrechado
de víveres:
tés,
toronjas, libros,
misceláneas
que tu
ínfimo sueldo garantiza
(el
mismo que te quieren quitar)
abajo,
asociados
del lucrativo negocio
toman la
calles,
te miran
mal
porque
nunca consumes la oferta,
tampoco
puedes disimular
–recuerdas al niño que jugaba
en un patio cualquiera
a las escondidas–
y actúan
libres
en este
océano de tentáculos diversos
Hoy
la
uniones obreras manifiestan
masivamente
la ‘sensibilidad’,
el pan
peligra
(son inminentes los despidos)
será
difícil llevarlo a la boca
y si no
fragmentan tu mesa de un plumazo
será la
de un amigo
quizás
la de un
cercano,
la de un
vecino o un desconocido…
¿qué más da?
qué más
da quién sea el número
cuarenticuatromilcuatrocientosnoventaynueve
de los
desplazados
si tu
formación
(la
misma que se le ofrece a todo ‘buen’ ciudadano)
te
impide mirar esos procesos como ajenos…
como si
de una simple cifra,
collateral damage de nuevo,
se tratara,
mientras…
a son de
plena suena en el espacio
¡Qué
bonita bandera!,
el G-20
se refugia en una cumbre londinense
y te
preguntas:
¿sacarán
tiempo para ocuparse de los niños haitianos?,
esos que
sólo saborean galletas de fango
(una pequeña digresión:
un cínico destaca los
minerales que pueden encontrar en la
golosina)
en estos
tiempos
donde
crédulos cilindros del nuevo mercado
revolucionan
su credo infalible
en ritmo
asincopado
y
sudorosos
inician
la nacionalización de bancos
aquí,
en pleno
simulacro
el
tsunami se acerca,
turbias
nubes corporativas
arrecian
costas
en
kairós simultáneo
colapsa
el equilibrio climático
cuando
apenas llegamos a la fecha maya
estás
encerrado
sí,
pero
abres
momentáneamente
la
puerta,
dejas
entrar a los gatos,
una lata
de salmón quedaba para compensarlos…
por devolverte
al presente,
por
sacarte de las divagaciones
que ocupan este poema
después
de leer a Volpi hablando de Bolaño,
escuchar
a Palés solícito en piedad para su pueblo,
sólo
queda vestir el uniforme asalariado
meter
una tasa y bolsitas de té
en el
bulto
y
trabajar
entre
máquinas y botones,
trasnochado
es
invierno en Puerto Rico,
quien te
lee ahora puede asegurarlo
*
Omega
Omega
Que la
última lección sean flores
con pétalos rosados
en la gravilla gris
de mi destino
Que la
última lección sean flores
Que la
última lección sean flores en el camino
***
Carlos Esteban Cana Escritor y comunicador puertorriqueño.
Ha cultivado el cuento, el micro cuento, y la poesía. Actualmente, sin embargo,
se ocupa de darle forma a sus dos primeras novelas y a un volumen de ensayos.
Colaborador de varias publicaciones impresas y cibernéticas, en Puerto Rico y
otros países. Bitácoras y publicaciones alrededor del planeta, como
Confesiones, del narrador Angelo Negrón, reproducen su boletín "En las
letras, desde Puerto Rico".
Para el periódico cibernético El Post Antillano también
publica su columna "Breves en la cartografía cultural". En verano del
2012, Carlos Esteban publica Universos, libro de micro-cuentos bajo el sello de
Isla Negra Editores. Para el 2013 publica su libro Testamento. Testamento es un
poemario antológico que reúne lo más representativo de su poesía; género del
que Cana manifiesta: "Fue la propia poesía que me seleccionó como medio,
como intérprete". Cana es conocido además por haber fundado la revista y
colec
tivo TALLER LITERARIO, que marcó la literatura puertorriqueña en la última
década del siglo XX en Puerto Rico.
Otro libro aparecerá durante el presente semestre: Titulado
"Catarsis de maletas: 12 cuentos y 20 años de historia", ofrece una
vista panorámica de una pasión que el autor ha desarrollado, por cuatro lustros,
en el género del cuento.
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