sábado, enero 13, 2024

Breves impresiones: Eugenio María de Hostos, en estos cruciales momentos



 por Carlos Esteban Cana


El 11 de enero de 1839 nació en Mayagüez el escritor, educador, sociólogo y patriota Eugenio María de Hostos. Durante 64 años de existencia ejemplificó al ser humano que se dedica a buscar la justicia y al servicio. Por lo anterior, su vida debe ser materia de estudio para todos los puertorriqueños. Se necesitaron 20 volúmenes para culminar sus obras completas. Muchos, se preguntan, sin embargo, la razón por la que este prócer del siglo XIX continúa siendo pertinente hoy. Para encontrar la respuesta hay que leer y releer a quién alguna vez escribió: "Todos los que llevan en su espíritu el sello de verdadera humanidad viven y mueren en la abogacía del bien, en la predicación del bien, en la lucha del bien, en el hambre devastadora de verdad, en la sed insaciable de justicia, en el anhelo incesante de infinito".

Quizás las reflexiones del poeta Julio César López, quien se desempeño como Editor-Jefe del Instituto de Estudios Hostosianos, puedan arrojar luz sobre la importancia de quien es conocido en diversas naciones latinoamericanas y en otros lugares del planeta: "Hostos sintió constantemente como responsabilidad primaria el esfuerzo de realizar en sí mismo y de proyectar con estímulo para otros el desarrollo máximo de la condición humana a través de la integración de facultades como la razón, la voluntad y el sentimiento. Ya en el plano colectivo, Hostos aplicaba ese mismo principio al desarrollo de las instituciones sociales. Veía en la interacción de esos dos planos un luminoso porvenir para la humanidad. Quería dejar testimonio de su fe en ese porvenir".

Y así se revela Hostos, incansable a la hora de consagrarse al logro de la libertad de su pueblo subyugado por el imperio español. Por eso siempre abogó por la educación como recurso esencial para que cada ser humano logre su plenitud. En países como República Dominicana y Chile fue instrumento esencial en el desarrollo de la enseñanza. Y de esa manera el pensamiento de Eugenio María de Hostos trascendió épocas y continentes. Acerca de tal impacto el catedrático Roberto Gutiérrez Laboy, en su libro Vivir con Hostos: Reflexiones en torno a la educación general, ha destacado: "Su nombre se encuentra junto al del educador y presidente de la Argentina, Domingo Faustino Sarmiento, en la entrada de la Sala Hispánica de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos en Washington. También su nombre está grabado en el pedestal del Cristo de los Andes, como símbolo de paz y de virtud, de bien y de unión americana. La primera locomotora trasandina de la Argentina llevó su nombre, debido a que fue él quien sugirió la importancia de unir a Chile y a ese país por medio de un ferrocarril trasandino. Las primeras tesis de grado de las graduandas chilenas fueron dedicadas a nuestro ilustre compatriota, ya que como resultado de sus conferencias, sobre todo la titulada La enseñanza científica de la mujer, se permitió el ingreso de las mujeres a las aulas universitarias de Chile que hasta entonces les era prohibido. En 1938, Hostos fue consagrado, durante la Octava Conferencia Internacional Americana celebrada en Lima, Perú, como ciudadano eminente de América y maestro de la juventud".

Hostos falleció el 1 de agosto de 1903 en Santo Domingo y aunque han transcurridos 121 años de su partida, hoy este puertorriqueño se nos presenta más que necesario. En estos cruciales momentos su vida y obra se convierten en una valiosa brújula para enfrentar el presente y encaminar a las nuevas generaciones al futuro. Tal como lo manifiesta con sus propias palabras:

"El hombre verdadero es aquel que, progresando en la vida, en pensamiento, en voluntad, en sentimiento, conserva su infancia en su vejez; su candor en su experiencia; su pureza en su conocimiento de los hombres; su fe en sus desesperaciones más activas; su conciencia en todo y a pesar de todo".


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Carlos Esteban Cana comenzó su labor como periodista cultural a finales de los 80s en Senderos, revista del pueblo de Cataño dirigida por el escritor Angelo Negrón Falcón. En 1991 conoce al escritor Antonio Aguado Charneco en las Peñas literarias del Hotel El Convento, quien se convertiría en su mentor literario. En ese mismo año conoció a Amílcar Cintrón, Juan Carlos (Quiñones) Fret-Alvira, Rodrigo López Chávez y Joel Villanueva con quienes fundaría la revista y colectivo Taller Literario. A lo largo de la década y tras una segunda serie durante la primera década del nuevo siglo, Taller Literario se convirtió en un importante referente en las letras boricuas. Después y simultáneamente a la presencia y gestión cultural del colectivo, Carlos Esteban Cana se especializó como productor de contenido (mucho antes de que el término se acuñara) de ahí su labor como editor del boletín “En las letras, desde Puerto Rico”, reproducido en diferentes bitácoras como: Confesiones, de Angelo Negrón; Bocetos de una ciudad silente (ahora Silencios de papel), de Ana María Fuster Lavín; y Buscando la luz al final del túnel, de Caronte Campos Eliseos, entre otros. En esa dirección y con el paso de los años Cana ha desarrollado columnas con un perfil muy específico, entre ellas “Breves en la cartografía cultural”, “Aquí, allá y en todas partes”, “Crónicas urbanas” (para Diálogo Digital de la Universidad de Puerto Rico) y colabora en plataformas como "Cultureando en Puerto Rico" y “Servicios de Prensa Cultural”. Gracias a su trabajo para Global Voices (2014-2017), red mundial de periodismo ciudadano, su trabajo se ha traducido a más de 10 idiomas. Cana cuenta con estudios a nivel graduado de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Ha trabajado durante 10 años en canales PBS (WMTJ Canal 40 –1994 al 1999- y WIPR canal 6 –2004 al 2009-). También se ha desempeñado como: coordinador de publicaciones para la Oficina de Comunidades Especiales (1999-2000); Director de Comunicaciones de la V Feria Internacional del Libro de Puerto Rico (2001); Coordinador Editorial y de Actividades de la Oficina de Revistas del Instituto de Cultura Puertorriqueña (2002-2004); Coordinador de Medios de El Sótano 00931 (2003-2008) por invitación del escritor y director de la revista Julio César Pol; Periodista cultural para El Post Antillano (2012-2015); Corrector y Redactor para El Visitante de Puerto Rico (2012-2016); Redactor especializado para Pro Arte Musical (2014-2015); y Crítico de libros para diversos programas de Radio Universidad de Puerto Rico (2011-2016). La obra creativa de Cana está dispersa en periódicos, revistas académicas y en diversas antologías como: De alisios y pamperos (Abrace, 2007); Estancias del sol, Selección de cuentos de Las Antillas Hispánicas (Sociedarte, 2007); Los rostros de la hidra (coedición Isla Negra Editores y Publicaciones Gaviota, 2008); Antología del Certamen Nacional de Poesía José Gautier Benítez (2006-2012); Los nuevos caníbales vol. 3, Antología del Microcuento del Caribe Hispano (Isla Negra Editores, 2015); La era de la brevedad (Editorial Areté Boricua, 2021) y Nos volvimos a pasar/We Crossed Again (Editorial Colibrí, 2023). Carlos Esteban Cana tiene dos libros publicados: su 1ra colección de microcuentos, Universos (Isla Negra Editores, 2012); y una selección de 29 cuadernos de poesía titulada Testamento (Publicaciones Gaviota, 2013). Sus libros Catarsis de maletas (cuentos) y Ya confiesas algo de tu tiempo y el mío (poesías) --que en el mercado español se titula "No os quiero enamorar pero os leo así"-- circularán en las librerías en el 2024. Desde el 2016 su audiolibro "Un poeta en su propia voz" está disponible en la plataforma de contenido en audio Ivoox. De igual manera diversos videos en los que el escritor declama su propia poesía o es entrevistado por diversos medios están disponibles en YouTube. Actualmente Cana se desempeña como Community Manager en Redes Sociales y recién concluyó una Bibliografía a modo de Curriculum Vitae que comprende más de tres décadas de servicio cultural (1989-2023) que hasta la fecha se extiende por 128 páginas.

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