martes, marzo 29, 2016
lunes, marzo 28, 2016
sábado, marzo 26, 2016
jueves, marzo 24, 2016
Ganadores del Certamen Literario 2015
DEPARTAMENTO
DE ESTUDIOS HISPÁNICOS EN CAYEY·MIÉRCOLES, 23 DE MARZO DE 2016
Poesía:
"Meteorología
social", Emanuel Muñoz Coreano (1er lugar)
“¡Soy
poeta!”, Cristian A. Rabelo Martínez (2do lugar)
“Bébeme”,
Miguel A. Algarín Calixto (3er lugar)
“Poesío”,
Pamela Fontánez Betancourt (Mención de honor)
“Luz”,
Christian J. Rivera Cátala (Mención de honor)
“Cárcel”,
José Miguel Fernández González (Mención de honor)
“Mientras
siento tu cuerpo”, Cristian A. Rabelo Martínez (Mención de honor)
Ensayo:
"Prototipo
de fealdad", Valerie Meléndez Ortiz (2do lugar)
“Cosas que
me cansan”, Rebekah Montes Berrios (Mención de honor)
“Entre
traviesos nos entendemos”, Emanuel Muñoz Coreano (Mención de honor)
Cuento:
“Página en
blanco”, Miguel A. Algarín Calixto (1er lugar)
“Pandora”,
Jennifer I. Vega Sánchez (2do lugar)
"La
montaña hueca", Emanuel Muñoz Coreano (3er lugar)
“El tamaño
de las hormigas”, Josué Álamo Ramírez (Mención de honor)
domingo, marzo 20, 2016
sábado, marzo 19, 2016
martes, marzo 15, 2016
lunes, marzo 14, 2016
viernes, marzo 11, 2016
Nos pasamos de la raya -Convocatoria
Solicitamos textos creativos
La frontera se ha caracterizado como un
lugar de vanguardia que se instala en el borde, en la línea, en los márgenes.
Lugar que no se limita a lo geográfico y geopolítico sino que incluye fronteras
metafóricas, de género, de clase, al igual que identitarias. El primer volumen
de Nos pasamos de la raya/We Crossed The Line, compuesto por diecisiete textos
de diversos géneros y quince autores, se publicó en Mayo del 2015 y ha sido
ampliamente acogido por el público y la crítica en ambos lados de la frontera.
Para adquirir una copia del primer volumen de esta antología pueden visitar:
http://www.amazon.com/pasamos-raya-crossed-Spanish-Edition/dp/1511732741
Para mantener este recién nacido pulso
transcultural y en base a esta temática se hace un llamado a autores de
crónica, cuento, poesía, textos híbridos o trans-genéricos a presentar obras
que fluyan bajo estas dinámicas. Los textos se someterán a un dictamen
editorial. El propósito es producir una antología contemporánea bilingüe y
bicultural que como conjunto refleje los procesos fluidos y cambiantes propios
de una identidad transfronteriza, que no se limite a la frontera entre los Estados
Unidos y México, pero con una apertura a esta dinámica de transgresión entre
múltiples fronteras.
Visita la página de Facebook para ver fotos
de las presentaciones del Volumen 1 de
Nos pasamos de la raya/We Crossed the Line.
Fecha límite de recepción de textos: Viernes, 15 de abril 11:30pm.
Esto es un evento en linea así que debe enviar sus textos antes de la fecha límite
a: nospasamosdelaraya@gmail.com
Pautas
1) Solo se aceptarán obras inéditas
escritas en inglés o en español y traducidas por el autor (o que la traducción
esté dirigida y evaluada por el autor). No se aceptarán re-ediciones.
2) Máximo 5,000 palabras para prosa, tres
poemas para poesía.
3) Escritos en Times New Roman 12 a espacio
doble
4) Los textos en su versión original y
traducción, deben ser enviados por correo electrónico a
nospasamosdelaraya@gmail.com y deben estar acompañados por una nota biográfica
del autor que no exceda las 200 palabras.
5) La fecha de cierre de la presente
convocatoria y, por tanto, el último día para la recepción de las obras, será
el 15 de abril del año en curso.
6) Los autores de los textos elegidos para
formar parte del Volumen 2 de Nos pasamos de la raya/We Crossed The Line, serán
notificados de la aceptación vía correo electrónico a más tardar el 15 de mayo.
Cualquier duda, favor de dirigirla a las
editoras RE Toledo y Lori Celaya vía correo electrónico.
Muchas gracias por su
consideración.
jueves, marzo 10, 2016
domingo, marzo 06, 2016
sábado, marzo 05, 2016
jueves, marzo 03, 2016
Letrinas de labios ciegos
Por Luis Francisco Cintrón Morales
Desde el aire gris se respiraba la
imagen de un suelo de pieles blancas, repleto de sombreros de cuero y máscaras
puntiagudas y crucificadas. La nieve de las pasadas semanas se había derretido
y el sol abundaba, dejando sus tenues destellos sobre la cima de las frías montañas
circundantes. Banderas de stainless steal,
gorras rojas y vocablos extraviados se unían exclamando el nombre de aquel que
traducía, con astucia coloquial, cada herramienta necesaria para exacerbar a la
masa, lo necesario para ganar el apoyo. Este hombre buscaba al convertirse en
presidente cubrir cada límite de los territorios con la tela oscura de un
colosal globo desteñido y explotado.
El viento cenizo levantaba un lomo
cabelludo, ralo y desorientado desde su cabeza mientras ahorcaba la imagen de
latinos y otros extranjeros, con aplausos fúnebres como trasfondo. No había
himno que aguantara tal hipocresía y nostalgia. La vergüenza y lógica de una
mayoría no acobardaba la ineptitud del vitoreo, de las pancartas, del odio
humanizado e inminente repetición de pasadas desgracias. Un hilo amarillento
unía trazos de la tela oscura. El hombre de bolsillos angostos fulminaba con
hiedra venenosa la portada de los diarios, las conversaciones matutinas en los
trenes y los almuerzos entre compañeros mientras veían las noticias en la
televisión. Desde la tierra, fertilizada con las cenizas de osamentas quemadas
durante una memoria infrahumana, brotaban los mismos pasos que en siglos
pasados anhelaban exterminar las sangres prohibidas. La masa no se asustaba con
las osamentas soterradas, incluso sugirieron taparlas con una pared de cemento
para no interrumpir la trayectoria del viaje.
Un largo pasillo de seguidores del
magnate empujaba y agredía verbalmente a una joven negra. Al final de tal
pasillo un veterano de la guerra, viejo protector de las cincuenta estrellas,
ponía sus dos manos cayadas sobre los hombros joviales de la diversidad, en una
renacida temporada de cacería. En el podio explotaba otra dinamitada mentira,
los otros volvían a aplaudir. El engaño subía de tono y todos la repetían, a
coro, como si un grupo de rock and roll estuviera en medio de un concierto. Se
prometían paredes, invasiones, corredores de la muerte, deportaciones…
Al ver y escuchar el fugaz cintillo
insensato de contracciones humanas, los detractores imaginaban una grúa
gigante, de esas que chocan con los climas cambiantes que muchos ignoran, cayendo
desde la azotea de un rascacielos neoyorquino. Visualizaban un gran muro
ordinario, macizo, con puntas de lenguas venenosas como relieve, con una tiara
repleta de púas anti-corrosivas. Cada filo portaría un hambre ártica, como el
oso polar que comete canibalismo al devorarse a un cachorro por falta de focas
en medio del deshielo. Paredón alto, con fuegos sin lumbre ni sombras, siglos
de plástico enclaustrados en el armazón; como si la humanidad no hubiera
avanzado y a lo lejos regresaran los T-Rex y anquilosaurios.
El hombre necio, con una cantidad de
dinero desconocida, porque hasta en eso mentía, con apellido maquillado con
consonantes eliminadas, continuaba sobre la tarima de un municipio diminuto, su
conversatorio burlándose de sus homogéneos, de la gente de pueblos pequeños.
Pero no importaba, la claque seguidora se alebrestaba con cada insulto que el
hombre lanzaba al aire gris. Desde lejos se respiraba el hollín de hornos
recién comprados al recibir sus primeras calenturas, para evitar que ocurrieran
desperfectos cuando llegara el momento de lanzar cuerpos.
Los ataques de sus rivales crecían, pero
el apoyo no mermaba. Lo que fue un chiste al inicio se había convertido en una
pesadilla al final. El miedo recuperó las tierras sumergidas por un período
existencial coloso, lleno de esperanza y patriotismo. El hombre del pelo
silvestre, como si fuera otro de esos proyectos quebrados, promovidos por sus
corporaciones, mandaba a edificar las primeras barras de una celda que caería
desde el cielo sobre todos esos espacios definidos como intrusos, socialistas y
difamadores… ¡Los demandaré! Era parte de su eslogan hasta que presidió. Ser
presidente era la última cabeza dentro del cuarto de trofeos con cabezas de
animales selváticos.
Y los cuerpos volvieron a colgarse de
las ramas. Se quemaron cerros de libros. El armamento militar pobló las calles.
Las puertas no lograron proteger el coraje por parte de una letrina con labios
ciegos. La nación volvió a ser lo que fue.
***
Luis Francisco
Cintrón Morales nació en San Juan, Puerto Rico en el 1976. Es autor del poemario Microgramas de sol
(micropoesía) publicado con la editorial Casa de los Poetas y del libro de
narrativa La Ciudad en mi estómago con la editorial Verde Blanco Ediciones.
Además ha sido publicado en antologías, blogs, revistas y periódicos
electrónicos en Puerto Rico, España, México y Argentina, por su poesía,
narrativa, ensayos y columnas deportivas y de crítica social.
martes, marzo 01, 2016
Suscribirse a:
Entradas (Atom)