sábado, junio 08, 2013

Leyendo Sara, La historia cierta: Un libro de Rubis M. Camacho

Por Angelo Negrón


La palabra escrita, además de satisfacción, ha logrado muchas transformaciones en mí vida. Por ejemplo leer a mis diecinueve años El Canto de la Rana del Sacerdote Jesuita Anthony de Mello logró que reconociese a Dios según el mismo de Mello lo describió: “como un piano: diferentes notas y un sólo acorde” y que viese al cristianismo “como una forma de vida y no una religión”. Mucho antes que esa transformación los libros que leía la catequista los sábados conducentes a mi primera comunión, entre ellos la biblia, me remontaron a miles de aventuras y enseñanzas. Entre ellas estaba la historia de Abraham, patriarca del pueblo de Israel y del pueblo árabe. Desde niño me hablaron de él como símbolo de obediencia, fe y temor a Dios mientras que de Sara me dijeron que era el ejemplo del poder de Dios que lograba que una mujer estéril y anciana pudiese tener un hijo. Luego llega Isaac como cordero que será sacrificado. ¿A quién no le pareció extraño el pedido de un Dios de amor que solicitaba la muerte de un hijo a manos de su padre y en sacrificio? A decir verdad a mí no. Para el tiempo en que escuché la historia era sólo un niño y mi catequista una señora más buena y cordial que mi maestra de segundo grado. Fue sorprendente imaginarme al ángel enviado por Dios deteniendo la mano de Abraham que sostenía la daga en alto dispuesto a obedecer. A mi corta edad ese Ángel era un superhéroe a lo Superman o Batman, sólo que tenía grandes alas y era enviado por el mismísimo Dios, (justo y bueno), a evitar la muerte segura del hijo de Abraham.

Ahora, después que han pasado tantos años desde aquel otrora aprendizaje católico, apostólico y romano,  a la escritora puertorriqueña Rubis Camacho le da con escribir sobre el génesis de Abraham y Sara desde una perspectiva realista. Con ello ha logrado en esta historia catapultarme a meditar en la biblia, ese antiguo libro tan lleno de contradicciones y atiborrado de historias patriarcales y machistas. Mientras en la catequesis que me enseñaron, Abraham es descrito como el hombre más fiel a los pedidos del dios judeocristiano y el hombre que trató en vano de salvar a Sodoma y Gomorra si encontraba a un sólo justo, en las páginas que escribió Rubis Camacho, tituladas Sara La Historia Cierta, Abraham es el déspota asqueroso que ve a Sara, no sólo su esposa sino su hermana, como a una posesión más, comparable a uno de los animales de su rebaño. 

Es entonces de sumo interés, y hasta iluminador, la vida que les ha creado Rubis a personajes bíblicos en esta divertida y profunda tergiversación que nos puede llevar, como todo buen escrito, a más de una interpretación. La autora utiliza a personajes del Génesis y lo hace de manera magistral. Tal es el caso de Sara, hermana y esposa del profeta Abraham que en esta novela es convertida en protagonista en el antiguo testamento, lugar donde las mujeres están presentes para llevar un papel secundario. La defensa de muchos creyentes a este detalle que no me explicaron de pequeño, (y que yo tampoco expliqué pues fui catequista) será que hay que dirigirnos al momento en que fue escrita la biblia, o sea a un momento histórico en el que el hombre se llevaba el merito de todo y la mujer estaba subyugada. En ese momento de la historia, (de hecho es hasta los años sesenta del siglo veinte cuando la mujer comienza a ejercer su derecho a sentir placer sexual y erótico), la autora presenta a Sara como una mujer desdichada por la apariencia y mal olor de su esposo, el profeta Abraham, e impactada por la forma en que el faraón de Egipto la hace suya. Y es que el Faraón, a quien Abraham le entrega su mujer para que se complazca con su belleza y atributos sexuales sin decirle que es su esposa, es todo un dios en los juegos amatorios. Mismos que Sara disfruta muy en sus adentros.

También la esclava Agar juega un papel importante en esta novela. En la biblia la esclava Agar es trascendental  como madre de una parte de la descendencia de Abraham, en esta novela también lo es como amante de uno de los siervos y capricho de la misma Sara.

La historia de Rubis es hilvanada desde la perspectiva de que leemos unos papiros antiguos encontrados en 1988 y que narra la historia cierta de seis personajes. Mientras leía algunos “papiros” contenidos en su novela reflexionaba sobre lo que pensarían las personas que basan su fe literalmente en la biblia, (uno de los libros más vendidos del mundo), si leyesen el libro de Rubis. Imaginé que compraba dos novelas más y me inmiscuía en alguna librería cristiana, católica o evangélica, da igual. Ya allí las dejaba en el anaquel. Su titulo y portada  atraerían a más de uno. Alguien la compraría y pensé en sus reacciones al leer este libro. Creo que irían desde la sorpresa hasta la rabia en estos tiempos donde está muy de moda ver a un “cristiano” profiriendo insultos contra la equidad.

¿O quién sabe? Tal vez los vería analizar esta tergiversación tan llena de sensualidad y remontarse a imágenes muy bien logradas y fáciles de leer. Tales imágenes se fusionan fuertemente con el sentido del olfato ante lo bien descritos que están los olores, (El delicioso y la fetidez) y se combinan con el tacto, ante las caricias, (toscas o sublimes), detalladas por la pluma de Rubis.


El final de la historia me arrancó un pequeño grito mezclado con suspiro: Argamasa de sorpresa y aprobación. Asombro, no sólo porque no lo esperaba, sino porque esta conclusión, (junto con los demás “papiros”), es digna de estar, (tal vez me excomulguen) en la misma biblia. Por suerte si se me acusa de hereje por lo que acabo de mencionar no seré quemado en la hoguera. Si me toca ser excomulgado me despreocupa en este tiempo en el que, cómo expliqué al principio, creo en el cristianismo sin religiosidad y a manera de ejemplo de vida y es que, tal como dice Alberto Cortez cuando protagoniza mi monologo preferido: “Más allá de cualquier ideología, más allá de lo sabio y lo profano, soy parte del espacio, soy la vida; por el hecho de ser un ser humano…”.

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Angelo Negrón: Sus cuentos han sido publicados en la revista y colectivo Taller Literario y en Revista Púrpura. Tiene varios libros inéditos de relatos a los que le ha dado por título: Entre el edén y la escoria, Sueños mojados, Confesiones y Causa y efecto. Además una novela titulada: Ojos furtivos.

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