sábado, abril 30, 2005

Ven a mí...

Por Angelo Negrón

Tener sus labios en los míos es más que un beso: es el regalo que añoré desde siempre; la pasión que no caduca, la felicidad que necesito. Tener su cuerpo desnudo en mi abrazo es el paraíso prometido por dioses y humanos a mis ancestros y que disfruto como digno sucesor de placeres carnales inventados por el tiempo y como heredero del alma maravillosa que subsiste con ella siendo ella misma y siendo mía; en melodías y silencios, en danza de olas y de platicas con sentido. La amo y aún tengo su olor en mis manos... mis dedos buscan olerla mientras mi mente viaja a su lado en éxtasis y recuerdo de placeres encontrados...

sábado, abril 23, 2005

¿Que debo hacer en días como el de hoy?


Por Angelo Negrón

Tal vez deba pretender desconocerte. Pensar que nunca has llegado a mi vida y de este modo no pensarte y no extrañarte. Los minutos siguen pasando dejando atrás memorias sobre tus besos, caricias y mimos; haciendo que los segundos venideros no sean sino una repetición constante de pensarte y repensarte.

Tal vez deba seguir pensándote hasta que mi reflexión viaje y se encuentre en tu mente paraíso. Que cualquier vestigio de dolor, soledad o celos desaparezca en la presencia de tu mirada y mi cuerpo responda, como siempre, con una erección al solo observar con detenimiento tu rostro.

Mi mirada escapándose en el escote de tu pecho y bajando hacia el borde de tu falda… tratando de no fundirse con tu piel pues, primero, quiere acariciarte…
Sigo extrañándote demasiado y aún así considero que todo esto es un milagro… Gracias por ser el milagro que mi vida desea…

domingo, abril 17, 2005

Atardecer en San Juan

Por Angelo Negrón
 

...El sol se esconde en la lejanía, viejas murallas españolas son espectadoras reales de que mis pensamientos vuelan hacia ti. Compiten con el viento por llegar a ti y desparramarse en tu cabello, en tu alma y decirte en un murmullo constante: Te extraño... no tanto como te amo, pero te hecho de menos…vuelve a ser quien eras por favor, regresa con la verdad en tus ojos y la soberbia en el olvido…retorna como vuelven las tardes cada día, conviértete en noche, en desvelo, en amanecer, en minutos de oro en besos de miel…

domingo, abril 10, 2005

Dos días después...

Por Angelo Negrón


Es el domingo de rutas alternas y disparates elocuentes. Palabras que adornaran la boca estúpida de las almas vivientes. Más les valdría morir calladas dejando para otra vida la sarta de fonemas audibles, pero sin sentido. Labios que disfrazados de hermosura se besarán a si mismos en la interminable lista de egos que en realidad desmerecen la belleza.

Estaré esperando mentiras y verdades; tan entrelazadas ambas virtudes que no podré diferenciar entre el reloj de arena y las sombras de la noche. Cabellos que se revuelcan, justo antes de dormir, con dedos de mil pesadillas presenciadas por futuros vistos en cartas del tarot y horóscopos de neblina. Mundo de ladridos, ruido de insectos, vino tinto y algarabía de la piel.

Hoy es el día después de anoche y el antes del sepulcro. El amor que acaba o evoluciona; clavo tras clavo. Martillando los oídos del corazón agonizante que resucitará al tercer beso según las melodías de hace dos días. Papeles manchados con tinta inagotable de recuerdos; bella historia de amor terminada en el principio de lo que ahora soy.

Quiero ser un duende que pierda la manera de acercarse a la belleza de las hadas, curvilíneas de sirenas con canciones hipnóticas como las del viento poseído; dueños de cielo y mar; mezcla de instantes, claridad y marejada. Más allá del corazón; en lugares cercanos a la distancia, donde el último de los sueños que tenga mi memoria será su rostro sin ojos de alma sometiéndose a la rabia de la incomprensión de su Yo interno, de su Yo soberbio, de su Yo inexistente y olvidado.

Pesadilla convertida en unión de voz subida de tono, bautizada como un ¡ya basta! Destrucción de amaneceres lejanísimos, caricias de la vida y sus porqués. Resquebrajándose el agua de los ojos al asomarse por la remembranza del apagar de sabanas desgastadas. Brazos estrechados, abiertos a la espera de no ser destruidos con la imposibilidad del entendimiento. Vive entre mascaras, todos las tenemos, pero las de ella se esconden innecesariamente en la espesura de la inconformidad. Vivirá dentro de las respuestas que no supo dar.

Humana disfrazada de ángel con alas rotas y excusas descompuestas. Se fue; se alejó y aunque me gustaría saber a donde irá, será mejor que se aleje mucho para que no me escuche si me da con gritar su nombre, porque ella… ella tampoco me dejó otra opción…Morirá dentro mió y luego exorcizare mi alma; hasta ese día, la percibiré fuera, entonces… exorcizada y fría; comenzará este corazón mío a latir por su propia fuerza y el suyo morirá sin remedio, tal como debió suceder en vidas pasadas donde prometió regresar a hacerme pasar el mismo jubilo y la misma pena, pero donde desconocía que llegaría el momento en que mi intuición se uniría a los demás sentidos de mi ser para descubrirla y querer sentir la alegría de saberla olvidada… de saberme en libertad...

martes, abril 05, 2005

Por Angelo Negrón

Hermosa tonada la que me brinda tu nombre. Me encanta escucharla justo al alba y seguir llevándola conmigo hasta el anochecer. Ver como el sol se sumerge en el horizonte y desaparece dejando el rastro de la alegría de ver las diez estrellas a las que bauticé justo como tus padres te nombraron a ti.

¡Anoche te soñé! Tus labios entreabiertos pedían la continuidad de un beso sin fin y tus manos se perdían entre caricias subidas de tono. En el rincón de nuestra habitación se colaban rayos de luna y en las paredes se reflejaba la sombra de alguna nube que deseaba opacar la belleza de nuestro astro favorito. ¿La luna es un astro? No lo sé, pero tú debes serlo…Eres mi constelación predilecta. Si sigues besándome así serás ritmo de mis deseos, alma de mis sentidos. En tu interior se afloran las mejores caricias y en tu piel se exteriorizan los pensamientos del amor que añoré desde mis vidas pasadas…