Por Angelo Negrón
— El asesino de las fichas dejará de matar — dijo el detective.
— ¿Cómo lo sabes? — preguntó su compañero.
— Veras — dijo en tono pedagógico — se le conoce como el asesino de las fichas porque encontramos en el estomago de sus victimas una pieza de ajedrez y esta — mencionó mientras señalaba al rey — es la ficha numero treinta y dos.
— ¿Y si comienza a jugar de nuevo?— inquirió el interlocutor.
— Poco probable; se acabó el juego, se terminaron las fichas y ganó al dar Jaque mate. Los Estudios de su perfil psicológico indican que ya logró su cometido; saciando así sus intenciones de…
Mientras el detective explicaba su teoría; el psicópata asesino salía de una tienda con lo que sería su nuevo pasatiempo: Un rompecabezas de quinientas piezas...
— El asesino de las fichas dejará de matar — dijo el detective.
— ¿Cómo lo sabes? — preguntó su compañero.
— Veras — dijo en tono pedagógico — se le conoce como el asesino de las fichas porque encontramos en el estomago de sus victimas una pieza de ajedrez y esta — mencionó mientras señalaba al rey — es la ficha numero treinta y dos.
— ¿Y si comienza a jugar de nuevo?— inquirió el interlocutor.
— Poco probable; se acabó el juego, se terminaron las fichas y ganó al dar Jaque mate. Los Estudios de su perfil psicológico indican que ya logró su cometido; saciando así sus intenciones de…
Mientras el detective explicaba su teoría; el psicópata asesino salía de una tienda con lo que sería su nuevo pasatiempo: Un rompecabezas de quinientas piezas...
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