Por Angelo Negrón
¡Que ganas de haber nacido contigo! Ser el latido que se convirtió en primero, logró que en tu corazón fluyera la sangre y en tu mente se leyera el destino. Cada átomo convertido en ganas. Millones de células vertiéndose en cascada de placeres…
¡Que ganas de haber nacido contigo! Ser el latido que se convirtió en primero, logró que en tu corazón fluyera la sangre y en tu mente se leyera el destino. Cada átomo convertido en ganas. Millones de células vertiéndose en cascada de placeres…
…Y recordarte que me recuerdes. No permitirte olvidarme. Obligarte a tenerme para vivir. ¿Acaso dejarías de respirar? ¿Dejarías de tener alma?
…Espera… ¡Eso es! No puedo ser tú. Al hacerlo dejaré de ser yo. Si eso pasase amaría a otro ser y no a ti. Te cuidaría, pero sólo por mi beneficio y para poder seguir mirándome en los ojos de alguien más... ¡No! … No quiero eso. Yo también disfruto al tener alma. Deseo amarte a ti...
... ¡Exacto! Es a ti a quien quiero tener. Si bien me gustaría haber llegado antes a este hermoso episodio; deseo aceptar que ahora ha sido cuando por fin llegué. No es tarde. Tal parece que llegamos de forma repentina, pero la verdad es que fue planeado por nuestra necesidad de alguien que inventase la magnificencia en la danza de las olas. Estas fantasías, las tuyas y las mías, deben perdurar en transición que se renueva constantemente. Debemos llegar al lejano universo de la cercanía de nuestros cuerpos. Lejano por que los segundos son tardíos cuando no estas y cercanos por que se transforman en tú y yo abrazados en calidos besos y poros de piel abiertos ante la embestida de nuestro sexo. ¿Me amas; más de lo que te amo yo? ¡Gracias amor! Estamos en perfecto equilibrio. Sólo espero que, algún día al leer esto, puedas contestarme esta pregunta:
¿Quien esta dentro de quien cuando hacemos el amor?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario