Por Angelo Negrón
(Varias preguntas al leer El Anarquista de Javier Febo)
¿Cuántas veces
leer un libro ha sido capaz de transformar tu vida o al menos dejarte pensando
por días en lo leído? ¿Has escuchado gritar a un libro de poesía? Yo he
encontrado algunos capaces de eso y más. De hecho, en estos días encontré uno que me
convenció de querer acompañarlo a gritar. Se trata de El Anarquista, reciente entrega de Javier Febo, libro que es capaz,
si se lo permitimos, de liberar el pensamiento.
Es que, tras leer
a Febo nace en uno la ambición de volverse un rebelde con causa que asume su
rol de oposición y el eterno deseo de abolir toda autoridad que viva en contra
del individualismo. Poema tras poema, la voz libertaria de Febo, enriquece
incluso al instinto y va inquietando, desde adentro, al alma.
El Anarquista va creando debates
internos. Sus letras van levantando el brazo y con el puño cerrado vocalizan
realidades que ya hemos notado a simple vista, pero a las que en el pasado hemos
preferido omitirlas. Tal
vez entro en aguas profundas cuando menciono lo que todos sabemos: Hemos sido
criados bajo sistemas de sumisión y dependencia. Aunque nos mientan y nos
mintamos, así es. Nos hacen creer que ya rompimos las cadenas y que la opresión
es cosa del pasado. Me rio de eso (¿o acaso lloro?).
Creo que, por
momentos y ante una necesidad imperiosa innata, nos aferramos a buscar un
cambio, a rechazar la promesa político partidista de cada cuatro años y a dudar
de las palabras de alguien que se postule o está en el poder. Lo extraño es que
tales sentimientos duran muy poco. De la nada, y no sé cómo, olvidamos todo y
surge la necesidad de ir a escribir la papeleta con una equis debajo de uno de
los símbolos representativos de partidos a los que no entendemos y definimos
como estandartes de nuestro ideal y donde elegimos a personas a las que, en
nuestro carácter personal, no confiaríamos ni un centavo. En cambio: ¡Le
regalamos el poder de manejar las finanzas de este país! Buscamos en ese
momento votar por el menos malo y eso si que es burdo.
La poca lucha
que hemos dado ha sido en nuestra zona de “confort” y sin pleno uso de nuestras
facultades pues un halo de falsa democracia nos tapa los ojos con su venda
gigantesca. Reconozco que, por otro lado, existen quienes mantienen la lucha
con su ejemplo, es más: Sé que hay todavía quien grita para quedar incólume
tras aceptar que todo cambio comienza en uno mismo.
Obviamente generalizo
cuando menciono que hay quien lucha y quien cree estar luchando, incluso quiero
pensar que son más los que, a capa y espada, están buscando, no eso de tener
más derechos, sino el lograr la igualdad para todos y todas. Y es que, durante
mucho, nos han enseñado a guardar silencio, por ello, cuando encuentro a alguien
como Febo (al que callarse no le parece para nada una opción) mi esperanza se
renueva y me demuestra el poder de liberación que tiene la palabra. De hecho este
libro tan lleno de verdad logra con su letras que me pregunte: ¿Alcanzar un
cambio social hacia el humanismo es posible?
Es que, al leer
a Febo, no puede uno dejar de pensar que todo ese orgullo que sentimos por
creernos seres racionales es una falacia. Racionales seremos el día en que la
anarquía deje de parecer una quimera. El Anarquista es entonces, a mi
entender, un libro en que cada poema disfruta de esa inspiración que es himno
del cambio. Ciertamente Febo es capaz de debatir las imposiciones a las que
estamos acostumbrados y a su vez hacernos reflexionar como lo indica en El Anarquista en su Epígrafes IV:
“La Anarquía
no tiene Morse
es simple
como la poesía
que hace el amor
con la
belleza”.
En fin, sólo
queda una pregunta por hacerles que espero genere muchas interrogantes más:
¿Te atreves a leer a Febo?
***
Angelo Negrón es
narrador, bloguero y asiduo fanático de la twitteratura. Oriundo del pueblo
costero de Cataño. A finales de la década del 80 funda y dirige la revista
Senderos. Durante los años siguientes sus cuentos serán conocidos en las
páginas de la revista Taller Literario. A raíz de esa experiencia entra en
contacto con una serie de cuenteros de diferentes partes de Puerto Rico, entre
ellos el escritor Antonio Aguado Charneco, que considera a Negrón como uno de
los principales narradores de su promoción generacional. Su blog, a través de
los años, se ha ido convirtiendo además en un espacio cibernético que ilustra
el acontecer cultural boricua, y reproduce ocasionalmente el boletín “En las
letras, desde Puerto Rico”. Recientemente fue incluido en la antología Cuentos
puertorriqueños en el nuevo milenio, antología que recoge 50 cuentos de 50
narradores puertorriqueños contemporáneos, publicado por la editorial Libros de
la Iguana. Durante el presente año circularán sus libros Causa y efecto
(cuentos) y Ojos furtivos (novela), bajo el sello de Publicaciones Gaviota.
2 comentarios:
Hermano, muchísimas gracias por esas palabras que llegan al entendimiento de que escribir vale la pena y es necesario. Gracias por el honor de tu lectura, la cual entiendo ha sido una meticulosa.
Tus palabras me inspiran.
GRACIAS !!!
Gracias Febo. ¡Tremenda experiencia leerte! Recibe un abrazo y, por favor, continúa en el oficio de sorprender.
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