sábado, octubre 23, 2021

En las letras desde Puerto Rico: El grupo de Guajana en la historia, breves impresiones

 por Carlos Esteban Cana

 



Hoy me detengo en el grupo Guajana, que emergió en el panorama literario boricua en la década del 60 teniendo entre sus influencias al poeta Hugo Margenat que desarrolló su obra en la década que le antecede (que fue estudiada a profundidad por Ramón Felipe Medina, otro escritor vinculado al grupo). 

No es poco lo que se puede decir sobre cada uno de sus integrantes y la dinámica entre ellos. Según pasa el tiempo nos asombra la valentía y el encuentro (y también la presión) entre sus integrantes para mantener el sesgo inicial de la revista marcado por una poesía de corte social y política (y de la cual se distanciaron escritores de la década siguiente). Mucho de lo alcanzado por Guajana se le debe a su fundador, Vicente Rodríguez-Nietszche, y su capacidad de liderato.

Angela María Dávila
Habría que preguntarse qué tan unidas se sintieron voces tan poderosas y autónomas en su poética como Marina Arzola y Angela María Dávila al grupo. Se me ocurre pensar que las diferentes antologías publicadas del grupo Guajana pueden ser herramientas útiles a la hora de hacer aprehensión del devenir del colectivo a través del tiempo. Siempre me resultó curioso que dos de sus integrantes trascendieron este plano en el mismo periodo: Andrés Castro Ríos y Juan Sáez Burgos.

Es importante puntualizar que Guajana fue sumando en décadas subsiguientes a otras personalidades literarias como Marcos Reyes Dávila, Reynaldo Marcos Padua, María de los Ángeles Camacho Rivas e Iris Miranda. Tengo que reconocer que de la obra de los "Guajanos" ha sido la estética poética de Edgardo López Ferrer -por colocar en primer plano cierta búsqueda ontológica como móvil de la voz lírica- con la que más me he identificado. 


Enigmáticas me parecen además, sin haberlas explorado lo suficiente, las propuestas de Carlos Noriega y Juan Mestas. En esa misma dirección sería interesante estudiar la relación de Antonio Cabán Vale "El Topo" y Edwin Reyes con el grupo. Por supuesto es de agrado recordar a Marcos Rodríguez Frese con su humor particular y verle incisivo en alguna reunión del Comité Organizador del Festival de Internacional de Poesía en Puerto Rico a la que asistí. Y ahora que mencioné el Festival fundado por el propio Vicente, es más que necesario reconocer cuánto le debe Puerto Rico a la experiencia de Guajana en el ámbito caribeño y centroamericano. 

Marina Arzola
A Wenceslao Serra, otro de los fundadores, le debo el placer de haber disfrutado la lectura de sus memorias tituladas "La memoria que no cesa". ejercicio que permite contextualizar los orígenes de la revista. También le debemos mucho a José Manuel Torres Santiago por el rescate de la obra de Marina Arzola, a la que los estudiosos de literatura boricua deben redescubrir y hacer lo posible por rescatar parte de su obra "extraviada" (que alguna vez fue conservada por el poeta Jorge Luis Morales). 

Sería estupendo que cualquier programa de estudio de literatura puertorriqueña dedicara un semestre a enseñar la importancia de Guajana en nuestras letras. Ayudaría, en esa dirección, tener como base el disco compacto "Guajana en su voz", de la editorial Los libros de la Iguana, y otra antología que a través del testimonio oral y documental ofrezca la perspectiva de los diferentes escritores que han formado parte del grupo en sus diferentes épocas.


Disco compacto Guajana en su voz Cincuentenario

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