por Carlos
Esteban Cana
Quiero, sin
embargo, regalarme más tertulias: con Marta Aponte Alsina, José Ernesto
Delgado, Vilma Bayrón Brunet, Zoé Jiménez Corretjer, Edgardo Nieves Mieles,
Nicole Cecilia Delgado, Walberto Vázquez, Adriana Garriga-López o Néstor
Barreto… Pero cuando me regalo oportunidades como esas, y a lo que llega la
hora concertada, sucede que me paso los minutos eternos precedentes revisitando
anaqueles de librerías. Y es durante esos precisos momentos que mis ojos
tropiezan con nombres apreciados y conocidos…
Uno palpa
la historia cuando los dedos rozan esos lomos tan diversos. Ayer, por ejemplo,
me sentí orgulloso cuando tomé en mis manos la nueva edición, que lanza Casa de
los Poetas, de Historia de la literatura
puertorriqueña, de Adolfo Jiménez Benítez (¡Qué trabajo tan completo!)… Muy
cerca encontré pluralidad de voces en A
viva voz o Palabras encontradas,
de Carmen Dolores Hernández y Melanie Pérez, respectivamente… Entonces,
mientras continuaba tocando portadas y contraportadas, aparecían y desaparecían
poetas y cuenteros, novelistas y ensayistas… Y aunque mi voz, esa voz creativa
que se fortalece de los que fueron, los
que están y los que apenas comienzan a publicar (aun cuando a veces pesan las
manías de algunos editores y libreros), focalicé mi atención en aquellos libros
y autores que quiero conocer o continuar leyendo…

Y en medio
de aquel trance recordé que aún gravitaban en mí los tweets de Temporada, que recién regalé a una
singular mujer La vigilia de Tannhaüser
de Gilberto Hernández, que me ocupan además: los primeros capítulos de Sobre mi cadáver, ese pequeño libro que
Marta Aponte Alsina publicó con La secta de los perros; la re-lectura de Autopsia de otra Anuchka Ramos Ruiz
(diferente a la novelista) y de Burlesca,
ese poemario intenso de Iris Alejandra Maldonado. Y que continúan en fila
libros de Carlos López Dzur y Natalia Ortiz-Cotto, los 400 soles de Cindy Jiménez Vera, Violeta de Yolanda Arroyo y la poesía reciente de David Caleb
Acevedo o Ana María Fuster Lavín… Y aunque me siento satisfecho con el servicio
cultural (este ejercicio de libertad que trasciende tribus; que pertenece, a
fin de cuentas, a todos los puertorriqueños) y con los libros que he decidido
publicar (Universos, Testamento y, muy pronto, Catarsis de maletas), puedo cerrar este
artículo con las palabras que utilizó Jorge Luis Borges alguna vez: "Que
otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he
leído."
***

Para el periódico cibernético El Post Antillano también
publica su columna "Breves en la cartografía cultural". En verano del
2012, Carlos Esteban publica Universos, libro de micro-cuentos bajo el sello de
Isla Negra Editores. Para el 2013 publica su libro Testamento. Testamento es un
poemario antológico que reúne lo más representativo de su poesía; género del
que Cana manifiesta: "Fue la propia poesía que me seleccionó como medio,
como intérprete". Cana es conocido además por haber fundado la revista y
colectivo TALLER LITERARIO, que marcó la literatura puertorriqueña en la última
década del siglo XX en Puerto Rico.
Otro libro aparecerá durante el presente semestre: Titulado
"Catarsis de maletas: 12 cuentos y 20 años de historia", ofrece una
vista panorámica de una pasión que el autor ha desarrollado, por cuatro lustros,
en el género del cuento.
1 comentario:
Excelente Blog. Ameno, esclarecedor. Toma el pulso al estado actual de la literatura nuestra escrita por jóvenes y no tan jóvenes. Felicito al eximio poeta y comunicador.
sinceramente, MCS Marcelino Canino Salgado
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