domingo, mayo 17, 2020

En las letras, desde Puerto Rico. Serie Escritores internacionales: Encuentro con el escritor boliviano Benjamín Chávez (Primera parte).

por Carlos Esteban Cana


Conocí al escritor boliviano Benjamín Chávez cuando fue invitado a participar del XI Festival Internacional de Poesía en Puerto Rico (FIPPR) en marzo del 2019. Tuve la suerte de que me concediera una entrevista en el Hostal de los Poetas, lugar donde se hospedan los poetas internacionales que participan del FIPPR en las instalaciones del Recinto Metropolitano de la Universidad Interamericana.

Conversar con Benjamín Chávez fue una delicia porque como interlocutor no pierde la oportunidad de pensar bien su respuesta de turno, comunicar su mensaje con detalle y claridad, y formular el mismo de manera sosegada. Y lo describo como delicia porque eso, a la hora de transcribir, es una ventaja. Otra cualidad que salta a primer plano es su humildad. En ningún momento en la conversación mencionó importantes logros suyos que otros escritores destacarían de inmediato. Solo cuando me ocupo de hacer esta introducción me percato que Chávez, nacido en Santa Cruz de la Sierra (la ciudad más poblada de Bolivia) en 1971, ha publicado hasta la fecha 16 libros (de los cuales 13 son de poesía), es editor de la revista Piedra de agua, coeditor de la revista La Mariposa Mundial y editor del suplemento cultural El duende. Benjamín Chávez es además el director del Festival Internacional de Poesía de Bolivia y ha ganado importantes premios literarios, entre ellos el Premio Edmundo Camargo de Poesía 2012 y el Premio Mundial de Crónica Periodística de las Naciones Unidas por su reportaje Viaje al corazón de Bolivia.

A continuación, “En las letras, desde Puerto Rico”, aquí desde Confesiones, publica la primera parte de esa tertulia, en la que el poeta habla de sus inicios en el arte literario, puntualiza cuál fue el libro que detonó su vocación, y explica la razón que le mueve a privilegiar la poesía sobre los demás géneros literarios.

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Carlos Esteban Cana: ¿Cómo comenzó todo? ¿Qué te hizo ser escritor? ¿Qué te hizo ser poeta? ¿Cómo empezó ese poeta a nutrirse?

Benjamín Chávez: Bueno, yo recuerdo que quizás desde niño tuve una cierta inclinación hacia el arte; un poco en abstracto o un poco en general, una inclinación un poco vaga; que no estaba muy bien definida. Pero… lo digo porque intenté un poco con la música cuando era niño; me gustaba mucho el ajedrez, cosa que era un poco raro con relación al resto de mis compañeros de colegio. Luego pues volví a la música, otros géneros cuando era adolescente. Y siempre había una inclinación hacia el arte. Me gustaba mucho ir al teatro, iba muy poco porque era niño y tenía que esperar a que mi madre me lleve y las pocas veces que he ido las he disfrutado mucho y todo tuvo que ver con la lectura. Un buen día cayó en mis manos un buen libro, lo leí por azar y eso me cambió la vida y aquí me tienes.

Carlos Esteban Cana: ¿Y qué libro era ese?

Benjamín Chávez: Ese libro era un libro de cuentos de Jorge Luis Borges que se llama El libro de arena. Yo tenía 17 años y había terminado mis vacaciones. Tenía que volver a mi casa. Y estaba esperando que salga el avión. Y el avión se retrasó una hora por mal tiempo. Y entonces un tío mío que me había llevado al aeropuerto El me despidió. Ya estaba saliéndose, cuando escuchó en los parlantes que el avión se retrasaría una hora. Entonces él dijo: “Ah, mi sobrino se va aburrir”. Me compró un periódico. Un diario del día. Y con un dependiente me hizo pasar el diario. El dependiente me pregunta: “¿Tú eres Benjamín Chávez?” –Sí. “Toma. Te han mandado este periódico”. Entonces, como tenía una hora, me puse a leer el diario. Era un domingo. Y leí todos los titulares, algunas notas que me interesaban. Y en la página dominical. En la última página, había un texto que hablaba sobre Jorge Luis Borges. Era la primera vez que yo escuchaba su nombre. No sabía quién era. Pero como leí el texto ahí decía que Borges debió haberse ganado el Premio Nobel, que lo tenía muy merecido, etc. Lo que ya sabemos. Y entonces yo dije: “Este debe ser muy buen escritor. Si esto es así pues valdría la pena leerlo”. Pero bueno, ahí se quedó todo. Y dos meses después. En una feria del libro callejera. Yo pasaba por la calle. Vi un poquito los libros, y encontré un libro de Jorge Luis Borges. Y dije: “Ah, este nombre me suena. Me suena”. ¿Qué era? ¿De dónde era? Y me acordé del diario. “Ah, es el del diario”. Y cómo costaba barato porque era un libro pequeñito, pues lo compré. Me lo metí al bolsillo y me olvidé de ٞél otra vez. Me fui a casa y en la noche me serví un café. Encendí la televisión desde la cocina, para ver un poco mientras me tomaba el café. Y al rato de sentarme a tomar el café siento en el bolsillo una cosa que no que… y digo: “¿Qué es esto?” “Ah, es un libro que me he comprado en la tarde”. Y ahí mismo abrí y empecé a leer. Leí el primer cuento que era de tres páginas, cuatro páginas. Y quedé absolutamente maravillado.

Carlos Esteban Cana: Un buen libro de Borges, de su obra tardía… ¿El congreso, es el primer cuento?

Benjamín Chávez: No. El primer cuento es El otro

Carlos Esteban Cana: Oh, sí… El cuento donde el Borges viejo se encuentra con el Borges joven en Cambridge…

Benjamín Chávez: Y bueno. No pude leer más ese día. Quedé conmocionado. Y leía un cuento por noche. No podía más. La energía me duraba todo el día.

Carlos Esteban Cana: ¿Tú tienes libros de narrativa?

Benjamín Chávez: Sí, yo he publicado una novele en el año 2015. Y también un pequeño libro que es una recolección de columnas periodísticas que yo escribí para un suplemento literario. Son entre periodísticas y literarias. O sea, son columnas para periódicos pero con temas literarios.

Carlos Esteban Cana: En estos momentos… ¿Tienes algún género literario predilecto con el que tesientes más cómodo a la hora de crear? O igual trabajas indistintamente los géneros…

Benjamín Chávez: La poesía siempre ha sido el lugar en el que me he sentido más cómodo, como tú
dices. Es decir, el ámbito en la literatura en el que creo que se juegan las cosas más importantes. Siempre he considerado la poesía como el lugar donde el lenguaje se tensa mucho. Y hay mucha tensión y todo lo interesante me parece que pasa en la poesía. La narrativa es otra cosa, que tiene su valor, por supuesto. Tienes otras posibilidades, otras potencialidades. Otro modo de entender la realidad. Es otro modo de ver el mundo. Pero yo apuesto mucho por la poesía.


Carlos Esteban Cana: ¿Y tu yo narrador y periodista le ha prestado al poeta? ¿O es a la inversa: el poeta le ha prestado al narrador?

Benjamín Chávez: Yo creo que el poeta le ha prestado a los otros. Sí, sí, sí. Es decir, en la forma de concebir la escritura, digamos desde cosas un poco obvias como el cuidado de cada frase que está muy relacionado con, digamos, la administración de recursos poéticos, dentro del poema. Donde no puede caber una palabra por demás. Todo tiene que ser muy exactamente medido. Y un poquito de eso también ha pasado a la prosa. Un cuidado por no redundar, por no divagar, por ser preciso. Eso creo que puede venir de la poesía. La concisión. Puede que sea así. Y el hecho de, en la narrativa, por ejemplo, en la novela y en algunos cuentos que he escrito, el hecho de plagarlo de imágenes. Y de hacer una estructura un poquito que permita un juego de metáforas sin que llegue a ser prosa poética, también es un préstamo de la poesía.

El escritor Benjamín Chávez (en el medio) en una lectura de poesía Bayamón, Puerto Rico, junto a Agamenón Castrillón, a la derecha (Uruguay) y Joan Bernal, a la izquierda (Costa Rica).



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