por Carlos Esteban Cana
En defensa de la Madre Tierra - Francheska I. Lebrón López |
En defensa de la Madre Tierra - Francheska I. Lebrón López |
En este enlace la poeta Francheska Lebrón declama fragmentos de su poesía en el evento que reunió artistas en defensa de los arboles:
Lo que nos dejó el camino, de Francheska I. Lebrón López |
La tercera vez
que supe de Francheska I. Lebrón López fue el pasado mes de febrero cuando el
Centro Cultural Dra. Antonia Sáez en el Municipio de Humacao le dedicara el
evento “Velada Julia de Burgos”.
Y la cuarta vez que supe de la poeta Francheska I. Lebrón López fue en el evento “Diez poetas para la noche” en Casa Aboy, Miramar, el sábado 13 de julio de 2024. Junto a nueve poetas nacionales de diversas promociones Lebrón López levantó su voz para declamar versos pertinentes, urgentes y necesarios que sumaban compasión, denuncia, ingenio y belleza en una ecuación poética que no dejó indiferente al público asistente.
Trabajando en la elaboración de este reportaje logré dar con el dato que Francheska I. Lebrón López nació en 1991, fue parte (y es miembro honorario) del Círculo Literario Vértigo, también ha participado en los recitales del colectivo “Poetas en Marcha” y se desempeña como Profesora en el Departamento de Matemáticas del Recinto de Humacao de la Universidad de Puerto Rico.
Círculo Literario Vértigo |
Debo confesar que mis primeros pasos fueron en la Universidad de Puerto Rico en Humacao, bajo el abrazo del Círculo Literario Vértigo. Fue ahí el lugar primitivo, aprendí a dividir la vida en dos: antes de la poesía y después de ella. Fue gracias a una invitación de parte del poeta y profesor Carlos Roberto Gómez en un curso de español básico. Lanzó la invitación a que llegáramos al taller del círculo literario, así no más como si tirara una piedra a un estanque. Y al parecer, la piedra no sólo cayó sobre la piel del agua de la intención sino en la mera curiosidad hecha verbo. Me atreví y llegué al salón 112 del Edificio de Letras. Desde entonces, no he podido salir de las alas del Vértigo.
¿Cuáles fueron los primeros libros, las primeras películas u otras obras de la cultura en general que le inspiraron lo suficiente como para iniciarse en estos caminos artísticos?
Las primeras películas que me golpearon el alma fueron El lado oscuro al corazón y Cinema Paradiso. Luego seguí con una fijación con la obra de Jaime Sabines, Mario Benedetti, Pablo Neruda y Oliverio Girondo. Lo que pude leer de ellos apelaron a mi sensibilidad y al llamado de esa sed que se quita con más sed: leer poesía. Fue razón suficiente para querer más.
¿Qué
motiva su poesía?
A mí me motiva escribir poesía mi realidad social entre mi yo individual y mi yo colectivo. Es inminente que la indignación por los problemas sociales que nos afectan como sociedad es una de las motivaciones principales en mi poesía. No obstante, también me limpio las lágrimas escribiendo el poema. También me curo la herida del amor, escribiendo. También exalto mi maternidad y mi amor por otros a través de la poesía. Son estos sentimientos también el motor para continuar escribiendo. Es importante para mí, tener en perspectiva que la poesía es un acto solitario para ser insertado en el hambre de otros. Por ejemplo, puedo escribir un poema a mis hijas y escribir metáforas a ese amor tan grande que siento hacia ellas, pero si no escribo un poema que denuncie el cierre de su escuela, que denuncie el depósito de cenizas tóxicas en nuestra comunidad o que denuncie el acceso a las playas públicas, solo crearía belleza sin profundidad; una poesía que denuncie y que también brinde posibles soluciones.
¿Cómo se da en usted ese proceso? ¿Cómo inicia? ¿Hay algún momento ideal para colocarse ante la pantalla o ante la página en blanco? ¿Qué momentos, si algunos, son más propicios para escribir?
Mi proceso creativo es abrazar el caos. Como madre de niñas con necesidades especiales, profesora, investigadora y líder cultural, tengo el tiempo limitado. Aprendí a escribir en medio del ruido, mientras estoy en alguna marcha, mientras corrijo exámenes, cambio pañales o simplemente, mientras espero en una oficina médica; cualquier momento, es uno en el que pueda escribir. Soy diligente cuando llega la inspiración, siempre que pueda. La habitación propia de Virginia Woolf, no es para mí precisamente una habitación. Escribir es mi acto de resiliencia.
A veces cuando escribo puedo estancarme en la idea. Le llamo el periodo de sequía. La única forma salir de la sequía, es invocar la lluvia: leer más. Confieso haber abandonado el lápiz y el papel, uso más las notas virtuales dentro de una aplicación móvil. Es como llevar una libreta a todas partes. Aunque mi proceso creativo pareciera ser aleatorio, soy disciplinada en mi oficio. Cuando tengo la idea de hacer un libro, todo lo que escriba y lo que produzca, responde al proyecto. Poco a poco le voy dando su forma. Todos los esfuerzos, así sea el más mínimo, son enfocados en esa idea, aunque el proceso creativo sea uno de aparente desorden. Dentro de mi entropía, hay coherencia. Dentro del caos, hay orden.
¿Cómo ha logrado llegar a los lectores?
Alejandra Pizarnik |
Al ser profesora universitaria, estoy en constante interacción con jóvenes y me preocupa que en su mayoría no consumen arte, ni tampoco leen. Me parece importante que consuman cualquier manifestación del arte que evoque belleza, ya que este es el pilar para impulsar el desarrollo a la sensibilidad. Sin sensibilidad no hay empatía ni conciencia colectiva. Me preocupa tener un futuro repleto de humanos que no sean sensibles ni que puedan ejercer empatía con otros. Me preocupa también una humanidad subyugada a la opresión que no pueda redimirse ni buscar la libertad tanto física como de espíritu. Siempre habrá en mi poesía un llamado a liberarse de los opresores y a la búsqueda de la justicia apelando a la sensibilidad colectiva de nuestra realidad social.
Hay
quien dice que escribir sana… ¿tiene ese poder la literatura? ¿Cómo lo ve
usted?
La literatura
es el medio idóneo para la catarsis. Nos da espacio para crear belleza y
explorar la profundidad de nuestros sentidos humanos. La literatura puede sanar
y sanarnos. Sí reconozco que puede haber una diferencia significativa entre la
escritura terapéutica y la literatura. Sin embargo, como poeta, puedo decir que
escribir poesía puede ser un lugar seguro para curarse las heridas y ayudarnos
a superar adversidades de todo tipo. Después de sanar, se edita todo aquello
que salga del corazón.
La escritora que usted es hoy… ¿es la misma que publicó primer su libro?
Definitivamente
no. Soy un animal evolucionando. Sigo creciendo, pero sobre todo sigo viviendo.
Todo lo que escribo es un reflejo de toda mi sensibilidad, de todo lo que he
leído y
todo lo que he vivido. Una mujer madura, provoca una escritura más
madura. Una mujer entre más lee, más adquiere recursos y herramientas para
canalizar sus ideas como escritora. Una mujer que haya amado, llorado y reído
más, valora con mayor fervor la experiencia profunda que emana la poesía. Falta
más por leer y por vivir. Y a eso aspiro, a poder seguir madurando como
escritora.
Si
alguien se le acerca y le pregunta qué es necesario para ser escritora… ¿qué le
diría?
Leer. Leer
mucho. Pero no sólo leer la palabra o leer literatura, sino, también leer una
caricia, leer la sonrisa de quién amas, leer las hojas de un árbol cuando las
sacude el viento, leer el beso y la lágrima. Leer la vida. Leer la justicia que
merecemos como pueblo ¿Cómo podemos leer un amanecer? Te aseguro que, cuando lo
descubras, podrás entender lo que se necesita para escribir.
¿A
qué aspira con sus libros, con su propia obra?
¿Qué le ocupa en estos momentos? ¿Qué proyectos creativos y literarios, si algunos, leocupan?
En este momento, tengo un libro listo para ser sometido a publicación y otro que ya está siendo revisado por una editorial. Siento una gran anticipación por ver la luz del mundo para estos libros inéditos que he guardado con tanto cuidado. Anhelo que otras facetas de mí como poeta sean descubiertas y poder continuar mi búsqueda de una voz distintiva como escritora.
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Carlos Esteban Cana comenzó su labor como periodista cultural a finales de los 80s en Senderos, revista del pueblo de Cataño dirigida por el escritor Angelo Negrón Falcón. En 1991 conoce al escritor Antonio Aguado Charneco en las Peñas literarias del Hotel El Convento, quien se convertiría en su mentor literario. En ese mismo año conoció a Amílcar Cintrón, Juan Carlos (Quiñones) Fret-Alvira, Rodrigo López Chávez y Joel Villanueva con quienes fundaría la revista y colectivo Taller Literario. A lo largo de la década y tras una segunda serie durante la primera década del nuevo siglo, Taller Literario se convirtió en un importante referente en las letras boricuas. Después y simultáneamente a la presencia y gestión cultural del colectivo, Carlos Esteban Cana se especializó como productor de contenido (mucho antes de que el término se acuñara) de ahí su labor como editor del boletín “En las letras, desde Puerto Rico”, reproducido en diferentes bitácoras como: Confesiones, de Angelo Negrón; Bocetos de una ciudad silente (ahora Silencios de papel), de Ana María Fuster Lavín; y Buscando la luz al final del túnel, de Caronte Campos Eliseos, entre otros. En esa dirección y con el paso de los años Cana ha desarrollado columnas con un perfil muy específico, entre ellas “Breves en la cartografía cultural”, “Aquí, allá y en todas partes”, “Crónicas urbanas” (para Diálogo Digital de la Universidad de Puerto Rico) y colabora en plataformas como "Cultureando en Puerto Rico" y “Servicios de Prensa Cultural”. Gracias a su trabajo para Global Voices (2014-2017), red mundial de periodismo ciudadano, su trabajo se ha traducido a más de 10 idiomas. Cana cuenta con estudios a nivel graduado de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Ha trabajado durante 10 años en canales PBS (WMTJ Canal 40 –1994 al 1999- y WIPR canal 6 –2004 al 2009-). También se ha desempeñado como: coordinador de publicaciones para la Oficina de Comunidades Especiales (1999-2000); Director de Comunicaciones de la V Feria Internacional del Libro de Puerto Rico (2001); Coordinador Editorial y de Actividades de la Oficina de Revistas del Instituto de Cultura Puertorriqueña (2002-2004); Coordinador de Medios de El Sótano 00931 (2003-2008) por invitación del escritor y director de la revista Julio César Pol; Periodista cultural para El Post Antillano (2012-2015); Corrector y Redactor para El Visitante de Puerto Rico (2012-2016); Redactor especializado para Pro Arte Musical (2014-2015); y Crítico de libros para diversos programas de Radio Universidad de Puerto Rico (2011-2016). La obra creativa de Cana está dispersa en periódicos, revistas académicas y en diversas antologías como: De alisios y pamperos (Abrace, 2007); Estancias del sol, Selección de cuentos de Las Antillas Hispánicas (Sociedarte, 2007); Los rostros de la hidra (coedición Isla Negra Editores y Publicaciones Gaviota, 2008); Antología del Certamen Nacional de Poesía José Gautier Benítez (2006-2012); Los nuevos caníbales vol. 3, Antología del Microcuento del Caribe Hispano (Isla Negra Editores, 2015); La era de la brevedad (Editorial Areté Boricua, 2021) y Nos volvimos a pasar/We Crossed Again (Editorial Colibrí, 2023). Carlos Esteban Cana tiene dos libros publicados: su 1ra colección de microcuentos, Universos (Isla Negra Editores, 2012); y una selección de 29 cuadernos de poesía titulada Testamento (Publicaciones Gaviota, 2013). Sus libros Catarsis de maletas (cuentos) y Ya confiesas algo de tu tiempo y el mío (poesías) --que en el mercado español se titula "No os quiero enamorar pero os leo así"-- circularán en las librerías en el 2024. Desde el 2016 su audiolibro "Un poeta en su propia voz" está disponible en la plataforma de contenido en audio Ivoox. De igual manera diversos videos en los que el escritor declama su propia poesía o es entrevistado por diversos medios están disponibles en YouTube. Actualmente Cana se desempeña como Community Manager en Redes Sociales y recién actualizó una Bibliografía a modo de Curriculum Vitae que comprende más de tres décadas de servicio cultural (1989-2024) que hasta la fecha se extiende por 150 páginas.
Felicidades y éxitos a nuestra excelente representante de lucha existencial, vida, poesía y pasión por los teoremas del viento, brisa y versos. Bendiciones ✌️
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