En las letras, desde Puerto Rico: Entre teoremas y ecuaciones, la poesía vital de Francheska I. Lebrón López como posible solución

 por Carlos Esteban Cana

 

Conocí a la poeta Francheska I. Lebrón López cuando la escritora, actriz y profesora Anamín Santiago y la entidad Pulmón Verde de Puerto Rico nos convocara junto a cantantes, actores, poetas, narradores, actrices y otros obreros de la cultura para denunciar una tala indiscriminada de árboles. Aquello no se quedó solamente en la denuncia sino que cada participante sembró un nuevo arbolito en ese lugar. Y este servidor, cámara en mano, le solicitó a Lebrón López que declamara nuevamente una poesía que había compartido durante la manifestación. Aquel video quedó como testimonio del compromiso de aquella joven poeta en defensa de la Madre Tierra. Eso sucedió el viernes 9 de febrero de 2018.
En defensa de la Madre Tierra - Francheska I. Lebrón López

En defensa de la Madre Tierra - Francheska I. Lebrón López






En este enlace la poeta Francheska Lebrón declama fragmentos de su poesía en el evento que reunió artistas en defensa de los arboles:


La segunda vez que supe de la escritora Francheska I. Lebrón López fue cuando obtuvo el Premio Nacional de Poesía 2020 que otorga el PEN CLUB Internacional de Puerto Rico por su poemario Lo que nos dejó el camino (Casa Editora de Puerto Rico).

Lo que nos dejó el camino, de Francheska I. Lebrón López

La tercera vez que supe de Francheska I. Lebrón López fue el pasado mes de febrero cuando el Centro Cultural Dra. Antonia Sáez en el Municipio de Humacao le dedicara el evento “Velada Julia de Burgos”. 

Y la cuarta vez que supe de la poeta Francheska I. Lebrón López fue en el evento “Diez poetas para la noche” en Casa Aboy, Miramar, el sábado 13 de julio de 2024. Junto a nueve poetas nacionales de diversas promociones Lebrón López levantó su voz para declamar versos pertinentes, urgentes y necesarios que sumaban compasión, denuncia, ingenio y belleza en una ecuación poética que no dejó indiferente al público asistente. 

Trabajando en la elaboración de este reportaje logré dar con el dato que Francheska I. Lebrón López nació en 1991, fue parte (y es miembro honorario) del Círculo Literario Vértigo, también ha participado en los recitales del colectivo “Poetas en Marcha” y se desempeña como Profesora en el Departamento de Matemáticas del Recinto de Humacao de la Universidad de Puerto Rico.





A continuación, en esta edición del boletín “En las letras, desde Puerto Rico” aquí en Confesiones, comparto las valiosas respuestas de Francheska I. Lebrón López a mis preguntas que, como un buen curso de educación continua acerca de lo que enriquece la poética, se dejan leer y releer…  

Círculo Literario Vértigo
 ¿Cómo se dieron los primeros pasos suyos en el universo creativo?

Debo confesar que mis primeros pasos fueron en la Universidad de Puerto Rico en Humacao, bajo el abrazo del Círculo Literario Vértigo. Fue ahí el lugar primitivo, aprendí a dividir la vida en dos: antes de la poesía y después de ella. Fue gracias a una invitación de parte del poeta y profesor Carlos Roberto Gómez en un curso de español básico. Lanzó la invitación a que llegáramos al taller del círculo literario, así no más como si tirara una piedra a un estanque. Y al parecer, la piedra no sólo cayó sobre la piel del agua de la intención sino en la mera curiosidad hecha verbo. Me atreví y llegué al salón 112 del Edificio de Letras. Desde entonces, no he podido salir de las alas del Vértigo.

¿Cuáles fueron los primeros libros, las primeras películas u otras obras de la cultura en general que le inspiraron lo suficiente como para iniciarse en estos caminos artísticos?

Las primeras películas que me golpearon el alma fueron El lado oscuro al corazón y Cinema Paradiso. Luego seguí con una fijación con la obra de Jaime Sabines, Mario Benedetti, Pablo Neruda y Oliverio Girondo. Lo que pude leer de ellos apelaron a mi sensibilidad y al llamado de esa sed que se quita con más sed: leer poesía. Fue razón suficiente para querer más.

¿Qué motiva su poesía?

A mí me motiva escribir poesía mi realidad social entre mi yo individual y mi yo colectivo. Es inminente que la indignación por los problemas sociales que nos afectan como sociedad es una de las motivaciones principales en mi poesía. No obstante, también me limpio las lágrimas escribiendo el poema. También me curo la herida del amor, escribiendo. También exalto mi maternidad y mi amor por otros a través de la poesía. Son estos sentimientos también el motor para continuar escribiendo. Es importante para mí, tener en perspectiva que la poesía es un acto solitario para ser insertado en el hambre de otros. Por ejemplo, puedo escribir un poema a mis hijas y escribir metáforas a ese amor tan grande que siento hacia ellas, pero si no escribo un poema que denuncie el cierre de su escuela, que denuncie el depósito de cenizas tóxicas en nuestra comunidad o que denuncie el acceso a las playas públicas, solo crearía belleza sin profundidad; una poesía que denuncie y que también brinde posibles soluciones.

¿Cómo se da en usted ese proceso? ¿Cómo inicia? ¿Hay algún momento ideal para colocarse ante la pantalla o ante la página en blanco? ¿Qué momentos, si algunos, son más propicios para escribir?


Mi proceso creativo es abrazar el caos. Como madre de niñas con necesidades especiales, profesora, investigadora y líder cultural, tengo el tiempo limitado. Aprendí a escribir en medio del ruido, mientras estoy en alguna marcha, mientras corrijo exámenes, cambio pañales o simplemente, mientras espero en una oficina médica; cualquier momento, es uno en el que pueda escribir. Soy diligente cuando llega la inspiración, siempre que pueda. La habitación propia de Virginia Woolf, no es para mí precisamente una habitación. Escribir es mi acto de resiliencia.

A veces cuando escribo puedo estancarme en la idea. Le llamo el periodo de sequía. La única forma salir de la sequía, es invocar la lluvia: leer más. Confieso haber abandonado el lápiz y el papel, uso más las notas virtuales dentro de una aplicación móvil. Es como llevar una libreta a todas partes. Aunque mi proceso creativo pareciera ser aleatorio, soy disciplinada en mi oficio. Cuando tengo la idea de hacer un libro, todo lo que escriba y lo que produzca, responde al proyecto. Poco a poco le voy dando su forma. Todos los esfuerzos, así sea el más mínimo, son enfocados en esa idea, aunque el proceso creativo sea uno de aparente desorden. Dentro de mi entropía, hay coherencia. Dentro del caos, hay orden.

 

¿Cómo ha logrado llegar a los lectores?

 Usualmente he podido llegar a más lectores de mi poesía con mi participación en diversidad de colectivos poéticos o artísticos, en mi intervención en la academia y en escenarios culturales. Mi poesía ha sido foco de discusión en cursos de español de la Universidad del Sagrado Corazón, en Columbia Central University y en la Universidad de Puerto Rico en Humacao, esto provoca que personas jóvenes conozcan de mí y se sientan motivados a leerme. También pertenezco al Colectivo Poetas en Marcha, al Junte de Artista y Escritores Internacionales (JAYEI) y al Centro Cultural Dra. Antonia Sáez. Gracias a mi activa participación en estas organizaciones, he participado de micrófonos abiertos en diversos lugares de Puerto Rico, he recitado poesía en protestas sociales en la calle, en festivales culturales, en café teatros, en escuelas públicas, en lectura de poesía en librerías, recitales poéticos en universidades y en otros escenarios, lo cual me expone a diferentes perfiles de lectores.

 Actualmente, ¿qué está leyendo?

Alejandra Pizarnik
Actualmente leo la obra de Alenjandra Pizarnik, siento que en el libro que estoy trabajando actualmente, Pizarnik me da la melancolía necesaria para entenderme mejor. Además de literatura, también leo teoremas y ecuaciones. Al ser profesora de matemáticas en la Universidad de Puerto Rico en Humacao, siempre estoy leyendo textos de matemáticas.

 


¿Cómo ve el futuro de la humanidad? ¿Qué le preocupa? ¿Algo de eso se manifiesta en su propia obra?

Al ser profesora universitaria, estoy en constante interacción con jóvenes y me preocupa que en su mayoría no consumen arte, ni tampoco leen. Me parece importante que consuman cualquier manifestación del arte que evoque belleza, ya que este es el pilar para impulsar el desarrollo a la sensibilidad. Sin sensibilidad no hay empatía ni conciencia colectiva. Me preocupa tener un futuro repleto de humanos que no sean sensibles ni que puedan ejercer empatía con otros. Me preocupa también una humanidad subyugada a la opresión que no pueda redimirse ni buscar la libertad tanto física como de espíritu. Siempre habrá en mi poesía un llamado a liberarse de los opresores y a la búsqueda de la justicia apelando a la sensibilidad colectiva de nuestra realidad social.

 

Hay quien dice que escribir sana… ¿tiene ese poder la literatura? ¿Cómo lo ve usted?

 

La literatura es el medio idóneo para la catarsis. Nos da espacio para crear belleza y explorar la profundidad de nuestros sentidos humanos. La literatura puede sanar y sanarnos. Sí reconozco que puede haber una diferencia significativa entre la escritura terapéutica y la literatura. Sin embargo, como poeta, puedo decir que escribir poesía puede ser un lugar seguro para curarse las heridas y ayudarnos a superar adversidades de todo tipo. Después de sanar, se edita todo aquello que salga del corazón.

 

La escritora que usted es hoy… ¿es la misma que publicó primer su libro?

Definitivamente no. Soy un animal evolucionando. Sigo creciendo, pero sobre todo sigo viviendo. Todo lo que escribo es un reflejo de toda mi sensibilidad, de todo lo que he leído y
todo lo que he vivido. Una mujer madura, provoca una escritura más madura. Una mujer entre más lee, más adquiere recursos y herramientas para canalizar sus ideas como escritora. Una mujer que haya amado, llorado y reído más, valora con mayor fervor la experiencia profunda que emana la poesía. Falta más por leer y por vivir. Y a eso aspiro, a poder seguir madurando como escritora.

 

Si alguien se le acerca y le pregunta qué es necesario para ser escritora… ¿qué le diría?

 

Leer. Leer mucho. Pero no sólo leer la palabra o leer literatura, sino, también leer una caricia, leer la sonrisa de quién amas, leer las hojas de un árbol cuando las sacude el viento, leer el beso y la lágrima. Leer la vida. Leer la justicia que merecemos como pueblo ¿Cómo podemos leer un amanecer? Te aseguro que, cuando lo descubras, podrás entender lo que se necesita para escribir.

 

¿A qué aspira con sus libros, con su propia obra?

Busco abordar temas importantes y relevantes de nuestro país, insertado en nuestra situación colonial con la esperanza de generar un impacto para el cambio social. Aspiro a que a través de mi poesía podamos construir un país libre y de mujeres que habiten sin miedo en todas las trincheras de nuestra nación. Aspiro a ser parte relevante del quehacer poético puertorriqueño con una propuesta de metapoesía: que mi poesía pueda hablar de ella misma y de lo que los demás también sienten.

¿Qué le ocupa en estos momentos? ¿Qué proyectos creativos y literarios, si algunos, leocupan?

En este momento, tengo un libro listo para ser sometido a publicación y otro que ya está siendo revisado por una editorial. Siento una gran anticipación por ver la luz del mundo para estos libros inéditos que he guardado con tanto cuidado. Anhelo que otras facetas de mí como poeta sean descubiertas y poder continuar mi búsqueda de una voz distintiva como escritora.

 

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Carlos Esteban Cana comenzó su labor como periodista cultural a finales de los 80s en Senderos, revista del pueblo de Cataño dirigida por el escritor Angelo Negrón Falcón. En 1991 conoce al escritor Antonio Aguado Charneco en las Peñas literarias del Hotel El Convento, quien se convertiría en su mentor literario. En ese mismo año conoció a Amílcar Cintrón, Juan Carlos (Quiñones) Fret-Alvira, Rodrigo López Chávez y Joel Villanueva con quienes fundaría la revista y colectivo Taller Literario. A lo largo de la década y tras una segunda serie durante la primera década del nuevo siglo, Taller Literario se convirtió en un importante referente en las letras boricuas. Después y simultáneamente a la presencia y gestión cultural del colectivo, Carlos Esteban Cana se especializó como productor de contenido (mucho antes de que el término se acuñara) de ahí su labor como editor del boletín “En las letras, desde Puerto Rico”, reproducido en diferentes bitácoras como: Confesiones, de Angelo Negrón; Bocetos de una ciudad silente (ahora Silencios de papel), de Ana María Fuster Lavín; y Buscando la luz al final del túnel, de Caronte Campos Eliseos, entre otros. En esa dirección y con el paso de los años Cana ha desarrollado columnas con un perfil muy específico, entre ellas “Breves en la cartografía cultural”, “Aquí, allá y en todas partes”, “Crónicas urbanas” (para Diálogo Digital de la Universidad de Puerto Rico) y colabora en plataformas como "Cultureando en Puerto Rico" y “Servicios de Prensa Cultural”. Gracias a su trabajo para Global Voices (2014-2017), red mundial de periodismo ciudadano, su trabajo se ha traducido a más de 10 idiomas. Cana cuenta con estudios a nivel graduado de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Ha trabajado durante 10 años en canales PBS (WMTJ Canal 40 –1994 al 1999- y WIPR canal 6 –2004 al 2009-). También se ha desempeñado como: coordinador de publicaciones para la Oficina de Comunidades Especiales (1999-2000); Director de Comunicaciones de la V Feria Internacional del Libro de Puerto Rico (2001); Coordinador Editorial y de Actividades de la Oficina de Revistas del Instituto de Cultura Puertorriqueña (2002-2004); Coordinador de Medios de El Sótano 00931 (2003-2008) por invitación del escritor y director de la revista Julio César Pol; Periodista cultural para El Post Antillano (2012-2015); Corrector y Redactor para El Visitante de Puerto Rico (2012-2016); Redactor especializado para Pro Arte Musical (2014-2015); y Crítico de libros para diversos programas de Radio Universidad de Puerto Rico (2011-2016). La obra creativa de Cana está dispersa en periódicos, revistas académicas y en diversas antologías como: De alisios y pamperos (Abrace, 2007); Estancias del sol, Selección de cuentos de Las Antillas Hispánicas (Sociedarte, 2007); Los rostros de la hidra (coedición Isla Negra Editores y Publicaciones Gaviota, 2008); Antología del Certamen Nacional de Poesía José Gautier Benítez (2006-2012); Los nuevos caníbales vol. 3, Antología del Microcuento del Caribe Hispano (Isla Negra Editores, 2015); La era de la brevedad (Editorial Areté Boricua, 2021) y Nos volvimos a pasar/We Crossed Again (Editorial Colibrí, 2023). Carlos Esteban Cana tiene dos libros publicados: su 1ra colección de microcuentos, Universos (Isla Negra Editores, 2012); y una selección de 29 cuadernos de poesía titulada Testamento (Publicaciones Gaviota, 2013). Sus libros Catarsis de maletas (cuentos) y Ya confiesas algo de tu tiempo y el mío (poesías) --que en el mercado español se titula "No os quiero enamorar pero os leo así"-- circularán en las librerías en el 2024. Desde el 2016 su audiolibro "Un poeta en su propia voz" está disponible en la plataforma de contenido en audio Ivoox. De igual manera diversos videos en los que el escritor declama su propia poesía o es entrevistado por diversos medios están disponibles en YouTube. Actualmente Cana se desempeña como Community Manager en Redes Sociales y recién actualizó una Bibliografía a modo de Curriculum Vitae que comprende más de tres décadas de servicio cultural (1989-2024) que hasta la fecha se extiende por 150 páginas.




sábado, septiembre 07, 2024

En las letras, desde Puerto Rico: Conversación con autoras y autores boricuas, un adelanto (segunda parte)

por Carlos Esteban Cana

 

Durante este nuevo semestre del año en curso se publicarán en diferentes medios y redes sociales unas valiosas entrevistas que me han concedido diversas escritoras y escritores boricuas. A continuación, a modo de adelanto, algunas de las respuestas que le ofrecieron a las preguntas de este servidor. En esta edición participan Samiri Hernández Hiraldo, Solimar Ortiz Jusino, Daniel Torres Rodríguez, María de los Ángeles Camacho Rivas, Isabel Zorrilla, Kristine Drowne, Linda Pagán Pattiserie y Amariliz Rivera.

 

¿Cómo se dieron los primeros pasos suyos en el universo creativo? ¿Cuáles fueron los primeros libros, las primeras películas u otras obras de la cultura en general que le inspiraron lo suficiente como para iniciarse en estos caminos artísticos?

Samiri Hernández Hiraldo

Samiri Hernández Hiraldo: “Diría que de niña sin todavía saber lo que era poesía, ya la sentía a través de lo que observaba: lo bueno y lo malo, lo irónico y contradictorio de las relaciones e interacciones personales, y de la naturaleza muy a mi alcance por vivir en la zona rural, entre montañas en Puerto Rico. Tanto las interacciones como la naturaleza me invitaban a interpretarlas, expresarlas y vivirlas un poco de otra manera: lo malo como bueno o más malo, y lo bueno como malo o más bueno. Más tarde descubrí que hay algo en la genética y en las circunstancias desfavorables mismas que me han hecho la mayor parte de mi vida permanecer en un estado de vigilancia continua observando, como decimos en Puerto Rico, “más de la cuenta”. Por lo mismo me volví más y más hipersensible. Todavía batallo, aunque no como antes, con la insistencia en darle a la vida una versión constante de alerta y negativa para que nada adverso me tome de sorpresa. Trato de balancear con una versión de esperanza o hasta de fantasía positiva como una pastilla tranquilizante, aunque ni tan exagerada ni tan larga”.

 

Solimar Ortiz Jusino

Solimar Ortiz Jusino
: “Desde niña, escribía lo que sentía y pensaba pero no lo veía como poesía ya que lo que nos enseñaban en la escuela era la poesía rimada. La cultura de la apreciación por este género nace por admiración al declamador Manuel Rivera Cátala. Todos los domingos mi papá sintonizaba la emisora Radio Oro y nos obligaba a escuchar con él el programa Canciones Inolvidables. Aunque teníamos resistencia porque queríamos escuchar lo que nos gustaba (en mi caso el Rock y mi hermano el Reguetón) algo quedó en mí que me hizo tener una apreciación y sensibilidad hacia las letras. De ahí, paso a la lectura. Conozco la poesía de Mario Benedetti, Pablo Neruda, Julia de Burgos, Sor Juana Inés de la Cruz y Alfonsina Storni, entre otros”.

 

Daniel Torres Rodríguez

Daniel Torres Rodríguez: Te diría que fueron los libros de poemas de José Gautier Benítez, Julia de Burgos y José Ángel Buesa. Yo crecí en una casa sin libros, sólo la Biblia y varias enciclopedias aparte de los periódicos La Semana y El Imparcial. Eso y los libros de la escuela además de las novelitas de Julio Verne que me compraba en el supermercado mi papá adoptivo, Papi Chente. Ya cuando entré en la universidad para estudiar Estudios Hispánicos y Literatura Comparada pude acceder a todo un corpus tanto canónico como contra canónico que me fue formando como investigador y escritor o aprendiz de “escritor”.

 

María de los Angeles Camacho Rivas

María de los Ángeles Camacho Rivas: “La poesía siempre me ha rondado. El entorno donde crecí, en el barrio Mamey de Patillas, era un poema por donde transitaba hacia una naturaleza que marcó mi estilo de vida. Creo que fue en segundo grado cuando me enamoré de la historia de Catilangua Lantemué. La leí en el libro de cuentos infantiles Érase una vez bajo las palmeras. Hace como un año releí el cuento y me maravillé de cuánta poesía tiene. En octavo grado, la Sra. Rita Castro nos leyó la Rima XV de Bécquer, esa que comienza: Cendal flotante de leve bruma… Honestamente no entendí ese poema en ese momento, pero su cadencia, el ritmo, la armonía, su belleza me atraparon. Ese encuentro con la poesía me animó a ahorrar para comprar una enciclopedia de clásicos de la literatura-aún la conservo- que se podía adquirir por tomos que llegaban mensualmente a un pequeña farmacia al lado de la Escuela Intermedia Urbana en Patillas”.

 

Isabel Zorrilla:

Isabel Zorrilla
“Primeramente, me apasiona leer poesía. He leído tanta y tan buena poesía, que se me hace difícil referirme a algún poeta sin que me quede cargo de conciencia por no mencionar a otros igual de significativos. Lo que si te quiero mencionar es que en mi mesita de noche descansa una antología del poeta español Luis García Montero, con cuyos poemas me identifico tanto, que los leo cada noche como si fuera la biblia”.

 

Kristine Drowne

Kristine Drowne
: “Comencé a leer porque tenía problemas de aprendizaje de pequeña y no leía, así que fue un ejercicio de mucho esfuerzo. Además, mi madre es una ávida lectora y como quería que me pareciera a ella en algo, poco a poco fue inculcándome el hábito. Comencé con revistas, en especial la revista , luego Cosmopolitan y después brinqué a libros de fantasía sobre mundos de brujas, vampiros y hadas, etc.  Ya en escuela superior leí y aun leo mucho de política puertorriqueña y foránea, sobre todo latinoamericana. Así fue como en la universidad me interesé por el Cine latinoamericano de gran crítica social, cine para pensar. Ese interés me hizo llegar a Cuba y lo demás es historia.  Libros que me influenciaron grandemente en mis comienzos, en escuela superior, fueron En el tiempo de las mariposas, La farsa del Estado Libre Asociado, Tiempos revueltos, 1950. Mi libro favorito es Las venas abiertas de América Latina por Eduardo Galeano”.

 

Linda Pagán Pattiserie

Linda Pagán Pattiserie: “De adolescente, definitivamente, Don Quijote de la Mancha; me parecía ver cabalgando al ingenioso caballero andante con su amigo Sancho acompañándole y devolviéndolo a la realidad. Por otra parte, hubo muchas películas que no olvido, entre ellas, Braveheart; amo las historias medievales de sucesos importantes, tanto así que escribí una novela medieval, El Caballero Jack. Otras de mis películas favoritas son Midnight Express y Forest Gump; de esta última, la he visto muchas veces y todavía me estremece”.

 

Amariliz Rivera:

Amariliz Rivera
En mi hogar siempre tuve libros a mi alcance, mis padres me expusieron  a la lectura desde mi infancia, principalmente desde el ámbito religioso. Mi curiosidad, en todos los aspectos, logró que me interesara en otro tipo de textos, que siempre llegaban a la poesía y recuerdo leer pequeños libros que no estoy segura fueran aptos para niños, entre otros que resaltaban mucho la naturaleza; un tema que me sigue llamando. Sin embargo, no fue hasta mi adolescencia en clases de guitarra, cuando mi maestro me enfrentó a la escritura desde la inspiración musical, comenzando así a practicar la composición de la décima puertorriqueña y a su vez letras de canciones que eran todo poesía. Siempre escribí, siempre veía y sentía la poesía en todo, pero se me dificultó reconocerme desde ahí, así que mis versos por mucho tiempo fueron escondite y escondidos. Ya en la universidad, la música y las letras me seguían llamando, estudié Educación secundaria en español y seguía germinando la semilla de la escritura. A solas en mi habitación, pocas veces lo compartí con unos pocos. Luego, ya como maestra, comencé a desarrollar esa pasión y a disfrutarla, a través de mis estudiantes.  De los primeros poemas que desde adolescente me cautivaron fueron las décimas de Juan Antonio Corretjer, Luis Lloréns Torres y la nuestra, muy querida, Julia de Burgos”.

 

¿Cómo ha logrado llegar a los lectores?

 

Samiri Hernández Hiraldo

Samiri Hernández Hiraldo: “He llegado a oyentes y lectores de distintas edades porque antes que todo pongo atención a mi entorno tanto cercano como lejano. Trato de escuchar para comprender y no para contestar, aunque confieso que a veces no es fácil porque por ser puertorriqueña estoy tentada a pisar la última palabra de la otra persona en una conversación, especialmente, si es interesante. Por otro lado, en la enseñanza tienes que cubrir mucho material en poco tiempo. Para mí siempre ha sido muy valioso y satisfactorio llegar a donde los oyentes de forma física. Al escribir pongo empeño en desarrollar algo un poco estructurado por dónde empezar y probar distintas posibilidades pensando en mí, los tipos de oyentes, y en los que la leerán en su mente y en voz alta. […] He ido aprendiendo y estableciendo criterios en base a la experiencia conmigo misma y la recepción del público. Hay que ser rigurosa y a la vez dócil y flexible”.

 

Solimar Ortiz Jusino

Solimar Ortiz Jusino
: “Declamando, contando los cuentos, dramatizando y mediante la  intervención como trabajadora social”.

 

Isabel Zorrilla

Isabel Zorrilla: “Pues mira, pienso que como la mayoría de los escritores en este país; haciendo presentaciones en todos los lugares que estén disponibles y colocando nosotros mismos los libros en las diferentes librerías del país. Para mí, como estoy segura de que, para todos los escritores, lo más importante es tener lectores, personas que de alguna manera se identifiquen con lo que escribo. Gracias a Dios la gente de Manatí, mi querido pueblo, ha sido muy solidaria conmigo desde que comencé a desempeñarme en este oficio. También tengo buenos amigos en el resto de la isla y fuera de ella que apoyan mi esfuerzo literario honrándome con su lectura”.

 

Kristine Drowne

Kristine Drowne
: “Mi relación con los lectores se ha dado por mi presencia en distintos medios como los son Facebook e Instagram. También llegan a mí por otras publicaciones, sobre todo periodísticas o de opinión publicadas en medios masivos como lo es El Nuevo Día. La mayoría llega por mi apariencia o para criticar alguna cosa que escribí. Los demás supongo que se quedan porque algo de lo que he publicado les cala”.   

 

Linda Pagán Pattiserie

Linda Pagán Pattiserie: “Trato de conectar con sus emociones, intentando dejar el alma en mis letras, quizás es el motivo de llegar a ellos. Ah, también por medio de los certámenes que he participado que conocen un poco más.  En 2018, y 2022, obtuve los primeros premios del International Latino Book Awards. Me considero bendecida, aunque me falta mucho por aprender, pero ahí vamos”.

 

¿Cuándo decidiste que tu vocación era ser escritor?

 

Daniel Torres Rodríguez: “

Daniel Torres Rodríguez
En los talleres de poesía de Beatriz Berrocal de Iranzo y María Arrillaga aprendí a elaborar los textos, pulirlos o “plancharlos” como decíamos en el Taller 1981 dirigido por María en la Facultad de Estudios Generales de la Universidad de Puerto Rico. Ahí me di cuenta que aquella inquietud de mi adolescencia (empecé a guardar libretas donde esbozaba poemas en 1975, a los catorce años) tenía un propósito. Ya después fui tomando conciencia que quería seguir escribiendo porque tenía cosas que quería decir”.

 

A la hora de acercarse a la página en blanco y a la poesía, ¿cómo se da ese proceso? ¿Qué lo detona? ¿En qué momento?

 

María de los Angeles Camacho Rivas

María de los Ángeles Camacho Rivas: “Es algo impredecible. Antes era un poco más disciplinada y escribía a diario, casi siempre sin ganas de hacerlo, pero en ocasiones me sorprendió la magia de la palabra. Me encantan los rituales a lo hora de escribir; organizar mi oficina, abrir las ventanas, escuchar música y leer algo antes de escribir. Esa seguridad que brinda la armonía entre la mente, el espíritu y el alma son una gran receta. En resumen, este poemario muestra lo que hay antes o después del cuello: la cabeza y el corazón”.

Amariliz Rivera:

Amariliz Rivera
“Mi poesía es motivada por la reflexión y el cuestionamiento diario, de todo lo que somos, nos rodea y nos construye como sociedad. Además, lo mágico de aprender a vivir un presente por más incómodo que sea y permitirme sentirlo, desde el movimiento de una flor hasta un país en crisis. Por esto y más me mueve, plasmar en mis letras lo que por mi pensamiento vaga, lo que el sentir grita y que también eso sea mi mensaje. En este último año, escribo casi en todo momento, en la soledad y en ocasiones, en medio de una comida. Tal vez, porque me permití un espacio de contemplación y de revolución en mi vida, y ya es casi una necesidad la página en blanco en la que me desvisto el pensamiento y el sentir, sin tapujos. Mientras más lo hago, más crece la intención y el impulso de escribir”.

 

¿A qué aspira con sus libros, con su propia obra?

 

Samiri Hernández Hiraldo

Samiri Hernández Hiraldo: “Aspiro a seguir llegando y acompañando, a identificarme y conectarme con personas a nivel personal a través de la interacción y mis escritos. Esto según se pueda junto a otras artes, como lo he hecho en eventos locales e internacionales dentro y fuera de las cuatro paredes. En ese quehacer es que quiero morir mientras sigo nadando en el amor de mis seres amados”.

 

Solimar Ortiz Jusino

Solimar Ortiz Jusino
: “Dejar un legado histórico sobre lo que pasa en Puerto Rico y en otras partes del mundo a las cuales apelo y [sobre las] luchas con las que me solidarizo”.

 

Isabel Zorrilla

Isabel Zorrilla: “Tengo mucho que contar, demasiadas cosas por las que alzar mi voz de protesta y mucha imaginación y capacidad para hacerlo de una manera amena e interesante. Aspiro a mejorar los textos en cada publicación y que los lectores disfruten mis trabajos con la misma fruición con la que los escribo”.

 

Si alguien se le acerca y le pregunta qué es necesario para ser escritora… ¿qué

le diría?

 

María de los Ángeles Camacho Rivas

María de los Angeles Camacho Rivas
: “Primero, le daría las gracias por estar interesado en mi opinión. Le aconsejaría que se tome su tiempo para publicar. Debe escribir y leer constantemente hasta crear un estilo que lo sienta suyo. Tiene que conocer muy bien su instrumento de trabajo: la lengua. Debe tener momentos para contemplar a su alrededor pues el entorno siempre nos regala historias, versos. Ese ejercicio le dará mucha honestidad al texto. Competir en certámenes literarios me ayudó a tener seguridad en mi trabajo y aunque no siempre se gana, te ayuda a insertarte en el mundo literario. Podría dar otros consejos, pero voy a concluir con una recomendación que considero sumamente importante: debe gustarle lo que escribes y disfrutar cuando lo haces aunque a veces duela el alma”.

 

Kristine Drowne

Kristine Drowne: “Honestidad, sensibilidad y disciplina. Si leo y no siento lo que dice sentir el personaje, no te creo. Hay algo que falla. Puede ser que el no haber presenciado, sentido o no haberlo investigado lo suficiente. En la buena literatura, hay poco espacio para mentir”.

 

Linda Pagán Pattiserie:

Linda Pagán Pattiserie
A mi entender, para ser escritor se necesita pasión y disciplina, en ese orden. No importa la profesión que desempeñemos, se deben tener ambas cosas. Si tenemos pasión, y no tenemos disciplina, el camino se hace más difícil.

 


Amariliz Rivera

Amariliz Rivera: “Observar, escuchar, sentir y leer con atención todo cuanto se pueda. Leer, sobre todas las cosas, hasta encontrar su propia voz”.

 

¿Qué ha sido útil para tu formación como escritor? ¿Qué ha fortalecido al poeta? ¿Qué ha incrementado las capacidades del narrador?

 

Daniel Torres Rodríguez:

Daniel Torres Rodríguez
Enseñar literatura, preparar las clases, estudiar y aprender con mis estudiantes en el día a día a todos los niveles tanto en cursos de gramática española, los famosos cursos de “Me llamo es” (así mal traduce el estudiante estadounidense “My name is”), de conversación y composición, de introducción a los géneros literarios, de poesía, de narrativa, de teatro, de civilización y cultura, de literatura colonial o virreinal hispanoamericana de 1492 a 1905, de literatura del Siglo de Oro Español, los seminarios sobre el Barroco y el Neobarroco, etc. Tanto el poeta como el narrador se han nutrido de las lecturas de estos cursos que como docente me ha tocado impartir por los últimos cuarenta años. Y sobre todo vivir y viajar porque hay que experimentar la vida bien y mal vivida para poder entender las instancias que evoca toda la literatura. Otro aspecto es la observación y la lectura también de todo aquello que va más allá de lo (c)académico como las revistas, los periódicos, las redes sociales, el arte, la música y demás. Todo esto es parte de los nos forma y deforma.

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Carlos Esteban Cana comenzó su labor como periodista cultural a finales de los 80s en Senderos, revista del pueblo de Cataño dirigida por el escritor Angelo Negrón Falcón. En 1991 conoce al escritor Antonio Aguado Charneco en las Peñas literarias del Hotel El Convento, quien se convertiría en su mentor literario. En ese mismo año conoció a Amílcar Cintrón, Juan Carlos (Quiñones) Fret-Alvira, Rodrigo López Chávez y Joel Villanueva con quienes fundaría la revista y colectivo Taller Literario. A lo largo de la década y tras una segunda serie durante la primera década del nuevo siglo, Taller Literario se convirtió en un importante referente en las letras boricuas. Después y simultáneamente a la presencia y gestión cultural del colectivo, Carlos Esteban Cana se especializó como productor de contenido (mucho antes de que el término se acuñara) de ahí su labor como editor del boletín “En las letras, desde Puerto Rico”, reproducido en diferentes bitácoras como: Confesiones, de Angelo Negrón; Bocetos de una ciudad silente (ahora Silencios de papel), de Ana María Fuster Lavín; y Buscando la luz al final del túnel, de Caronte Campos Eliseos, entre otros. En esa dirección y con el paso de los años Cana ha desarrollado columnas con un perfil muy específico, entre ellas “Breves en la cartografía cultural”, “Aquí, allá y en todas partes”, “Crónicas urbanas” (para Diálogo Digital de la Universidad de Puerto Rico) y colabora en plataformas como "Cultureando en Puerto Rico" y “Servicios de Prensa Cultural”. Gracias a su trabajo para Global Voices (2014-2017), red mundial de periodismo ciudadano, su trabajo se ha traducido a más de 10 idiomas. Cana cuenta con estudios a nivel graduado de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Ha trabajado durante 10 años en canales PBS (WMTJ Canal 40 –1994 al 1999- y WIPR canal 6 –2004 al 2009-). También se ha desempeñado como: coordinador de publicaciones para la Oficina de Comunidades Especiales (1999-2000); Director de Comunicaciones de la V Feria Internacional del Libro de Puerto Rico (2001); Coordinador Editorial y de Actividades de la Oficina de Revistas del Instituto de Cultura Puertorriqueña (2002-2004); Coordinador de Medios de El Sótano 00931 (2003-2008) por invitación del escritor y director de la revista Julio César Pol; Periodista cultural para El Post Antillano (2012-2015); Corrector y Redactor para El Visitante de Puerto Rico (2012-2016); Redactor especializado para Pro Arte Musical (2014-2015); y Crítico de libros para diversos programas de Radio Universidad de Puerto Rico (2011-2016). La obra creativa de Cana está dispersa en periódicos, revistas académicas y en diversas antologías como: De alisios y pamperos (Abrace, 2007); Estancias del sol, Selección de cuentos de Las Antillas Hispánicas (Sociedarte, 2007); Los rostros de la hidra (coedición Isla Negra Editores y Publicaciones Gaviota, 2008); Antología del Certamen Nacional de Poesía José Gautier Benítez (2006-2012); Los nuevos caníbales vol. 3, Antología del Microcuento del Caribe Hispano (Isla Negra Editores, 2015); La era de la brevedad (Editorial Areté Boricua, 2021) y Nos volvimos a pasar/We Crossed Again (Editorial Colibrí, 2023). Carlos Esteban Cana tiene dos libros publicados: su 1ra colección de microcuentos, Universos (Isla Negra Editores, 2012); y una selección de 29 cuadernos de poesía titulada Testamento (Publicaciones Gaviota, 2013). Sus libros Catarsis de maletas (cuentos) y Ya confiesas algo de tu tiempo y el mío (poesías) --que en el mercado español se titula "No os quiero enamorar pero os leo así"-- circularán en las librerías en el 2024. Desde el 2016 su audiolibro "Un poeta en su propia voz" está disponible en la plataforma de contenido en audio Ivoox. De igual manera diversos videos en los que el escritor declama su propia poesía o es entrevistado por diversos medios están disponibles en YouTube. Actualmente Cana se desempeña como Community Manager en Redes Sociales y recién actualizó una Bibliografía a modo de Curriculum Vitae que comprende más de tres décadas de servicio cultural (1989-2024) que hasta la fecha se extiende por 150 páginas.