En las letras, desde Puerto Rico: ‘Me gustaría que los lectores se encuentren en mi poesía’, Nory Malugin o el arte de comunicar la experiencia humana

 por Carlos Esteban Cana

Otra cosa es llamarse muerte (Editorial Pulpo, 2024)

La escritora Nory Malugin ha estado muy ocupada durante los meses más recientes presentando en diferentes partes del Archipiélago Boricua su nuevo poemario Otra cosa es llamarse muerte. Publicado por Editorial Pulpo como parte de su Colección Náufrago este libro de Maluguin consta de 25 poesías; les antecede la biografía de la autora y un prólogo escrito por la profesora Vibeke L. Betances Lacourt  Completa el volumen dos comentarios en la contraportada: de la escritora Cindy Jiménez-Vera y de la poeta Karla Cristina Torres.

Nory Malugin es una de las escritoras y gestoras culturales más activas del área noroeste de Puerto Rico. Conduce las noches de poesía en el establecimiento 627 en el municipio de Camuy. Ha sido invitada a participar del Festival Internacional de Poesía en Puerto Rico en varias ediciones y es autora de otro poemario,  A orillas del vuelo (2023) que fue reseñado el pasado mes de enero por el escritor Manuel A. Crespo  Rodríguez  Reseña: Nory Malugin. «A orillas del vuelo (y otras líneas inconclusas): Micropoemas». Publicación independiente, 2023; 16 páginas.

Malugin además fue poeta mentora del programa de recitación Poetry Out Loud que promueve el Instituto de Cultura Puertorriqueña. Los próximos eventos en los que presentará Otra cosa es llamarse muerte serán en: The Book Mark de Hatillo (25 de mayo); en el Pulpo Fest en El Book Stop en Hormigueros (1 de junio); y en Casita Isabela (2 de junio).

En esta introducción se puede decir mucho más de esta escritora boricua que nació en Arecibo en 1987, pero demos paso ahora a su voz precisa, a sus concisas reflexiones, a su diáfana palabra.

Canción del encierro, poesía 17 de Otra cosa es llamarse muerte

¿Cómo se dieron los primeros pasos suyos en el universo creativo? ¿Cuáles fueron los primeros libros, las primeras películas u otras obras de la cultura en general que le inspiraron lo suficiente como para iniciarse en estos caminos artísticos?

-- Comencé a escribir desde la adolescencia, me nació la curiosidad por la poesía de unos libros que vendían en el supermercado, se llamaban algo así como Los mejores poemas de amor. Ahí leí a poetas como José Ángel Buesa, Juana de Ibarbourou, Gustavo Adolfo Bécquer, Carolina Coronado, Federico García Lorca. Es este amor por las letras que me nació bien joven que me hace estudiar lo que estudié, Estudios Hispánicos y Literatura Puertorriqueña. En ese tiempo leí el poemario Los pájaros de la diosa de Etnairis Ribera y fue la primera poeta que me hizo querer seguir escribiendo “en serio” para que otros me leyeran algún día.

Reflexión de Cindy Jiménez-Vera sobre Otra cosa es llamarse muerte            Un verso de 'Errores ascendentes', poema 21 de Otra cosa es llamarse muerte

¿Qué motiva su poesía? ¿Qué le mueve a escribir su prosa, su narrativa? ¿Cómo se da en usted ese proceso? ¿Cómo inicia?
¿Hay algún momento ideal para colocarse ante la pantalla o ante la página en blanco? ¿Qué momentos, si algunos, son más propicios para escribir?

-- Mi poesía está motivada por lo cotidiano, por mis propias vivencias, por los espacios que habito y observo. Hay ideas, conceptos o imágenes con los que me enfrento en el día (y a veces en los sueños) que van formando el poema en mi mente. Una vez hay algo concreto, me siento a escribir. Este proceso sucede de manera más fluida cuando tengo tiempo para el ocio; cuando me siento relajada las palabras fluyen mejor. Sin embargo, he tenido que desarrollar también la habilidad de escribir como un ejercicio. Es decir, sentarme frente al papel en blanco y crear de cero. Las primeras veces que lo intenté los resultados no fueron los que quería, pero escribir también es una práctica y cada vez logro escribir mejores textos de esta manera.

Otra cosa es llamarse muerte, de Nory Malugin                                      Reflexiones de Nicole Cecilia Delgado acerca de Otra cosa es llamarse muerte

¿Cómo ha logrado llegar a los lectores?

-- A pesar de que mi poesía puede ser críptica en ocasiones, me parece que he logrado llegar a los lectores por medio de imágenes con las que pueden conectar. Tengo poemas que trabajan el cuerpo como espacio donde habitan el dolor y las posibilidades de placer, dos temas con los que mucha gente se puede sentir identificada.

Actualmente, ¿qué está leyendo?

 -- Estoy re-leyendo el poemario El cuerpo de Claudia Masin y la colección de cuentos Un lugar soleado para gente sombría de Mariana Enriquez.

¿Cómo ve el futuro de la humanidad? ¿Qué le preocupa? ¿Algo de eso se manifiesta en su propia obra?

 -- Decido ver el futuro con esperanza, aunque me preocupen muchas cosas. Creo que nuestra obra siempre se ve influenciada por nuestro contexto. En nuestro caso particular, viviendo en el Caribe, un espacio invadido, ese contexto social es ineludible. Incluso, aun cuando nuestra poesía no trate directamente estos temas. Vivir en una crisis constante de alguna forma va a reflejarse en nuestras letras.

Hay quien dice que escribir sana… ¿tiene ese poder la literatura? ¿Cómo lo ve usted?

 -- Creo que escribir puede ser parte de nuestras herramientas para sanar. Es importante que tengamos más de una herramienta para enfrentar procesos complicados o manejar nuestra salud mental. Dicho eso, sí, creo que poder apalabrar lo que sentimos nos ayuda. Escribir nos provee un espacio para pensarnos y sentirnos.

La escritora que usted es hoy… ¿es la misma que publicó primer su libro? 

 -- Mi primer libro se publicó hace poco, pero los textos contenidos en él tienen casi diez años. Es una Nory bien diferente, son las líneas de una joven adulta ilusionada. Ahora hay otros temas que me interesan, me exijo más, me autoevalúo más al escribir y tengo otras preocupaciones. Sigo siendo la misma, pero en otra etapa.

Otra cosa es llamarse muerte (Editorial Pulpo, 2024)

Si alguien se le acerca y le pregunta qué es necesario para ser escritora… ¿qué le diría?

 -- Hay que tenerse mucha paciencia, escribir es una práctica y toma tiempo. Lo mejor que podemos hacer es dedicarnos, enfocarnos en nuestro trabajo y estar siempre en la disposición de seguir aprendiendo.

¿A qué aspira con sus libros, con su propia obra?

 -- Comunicar la experiencia humana en diferentes vertientes, no sólo las experiencias bonitas y gratificantes, sino también las experiencias que nos marcan, nos duelen, nos hacen fuertes, sin dejar de creer que hay esperanza. Me gustaría que los lectores se encuentren en mi poesía, que haya palabras, imágenes, que puedan hacer suyas y que les provoquen el pensamiento.

¿Qué le ocupa en estos momentos? ¿Qué proyectos creativos y literarios, si  algunos, le ocupan?

 -- Se acerca la publicación de mi segundo poemario, Otra cosa es llamarse muerte con Editorial Pulpo. Además, sigo organizando y participando de lecturas de poesía, micrófonos abiertos y presentaciones de libros.  

Tejido, novena poesía  de Otra cosa es llamarse muerte