viernes, abril 05, 2024

En las letras, desde Puerto Rico: La poesía de Amanda Hernández

por Carlos Esteban Cana

 

Amanda Hernández es una escritora que pertenece a la promoción de escritores boricuas más recientes. Escuché su poesía por primera vez cuando leyó en uno de los eventos del Festival Internacional de Poesía en Puerto Rico 2019. Junto a la escritora Nicole Delgado dirige el proyecto cultural y editorial La Impresora. Es autora de los poemarios Entre tanto amarillo (2016), El momento de las cosas (2016), Las cosas pequeñas (2017) y Estrategias Atómicas (2018). En el 2019 editó la antología de poesía puertorriqueña contemporánea Memoriza: poemas para aprenderse de memoria. En el 2020 publica La distancia es un lugar que forma parte de la Serie de poesía contemporánea de Trabajo de Poesía de La impresora; este poemario ya cuenta con varias ediciones. Al año siguiente, en el 2021, Hernández fue una de las escritoras elegidas, por la excelencia de su obra poética y su trayectoria, para recibir la beca Letras Boricuas que otorga la Fundación Flamboyán. Su libro más reciente es ENTRE TANTO AMARILLO / YELLOW STRUCK un poemario bilingüe publicado en el 2023 bajo el sello Editorial Pulpo y traducido por el poeta Kenneth Cumba; este libro fue uno de los más solicitados de la editorial (que dirige Carlos A. Colón Ruiz) durante el pasado año.


La poesía de Amanda Hernández, sin ornamento excesivo alguno, es elegante, hermosa y admirablemente precisa. Leer y sentir la magia sencilla de sus poemas ha sido una grata experiencia. A continuación, cinco de sus poesías.


Inventario

En el grueso del dedo

 

una trampa china

un hueco

 

En el hueco

 

una específica ternura

un país.

 

En el país

 

una agenda gringa

un dolor.

 

En el dolor

 

las palabras

ombligo mar tropiezo casa cajita

 

las palabras

imperio colonia isla nación.

 

Luego del beso del antojo del trauma

lo que queda.

 

Contabilizar lo grande y pequeño que ocupa espacio.

Lo que dejaste de casa aunque no regresaste.

 

Hacer de bienes y de males inventario.

 

***

Acumulación de sal
 

Como el movimiento que suponen

los brazos y las piernas sobre el agua

así de visceral la cómica pulsión

de quien intenta aprender

del árbol o del fruto

cualquier suspiro que anteceda

el crujir de la hoja

cualquier asimilación al deterioro

que proceda la acumulación de sal.

 

***

Límites y musarañas
 

Al parecer nuestro nombre y su herida

el día en que creímos la bendecida gota

la promesa de lo estable en la saliva

incluso aquella inservible dedicatoria

fingieron promete mejor fortuna

que este cúmulo de musarañas en los ojos

que este golpe de agua fría sobre la cabeza

que esta cómica pulsión por trazar límites

sobre el agua y la tierra.

 

***

El momento de las cosas

 

es momento de las cosas que no son

y aquí los meses parecen

haber permanecido intactos

la quietud parece

habernos vuelto estrechos

 

aquí se llora

se llora el margen

mar de isla

y hace eco

a la hora de los nombramientos

 

dilo

no ideas

pero cosas

las más primales cosas

gota

sal

 

y es que somos cosas distraídas en nombrarnos

islas llanas de lluvia

recortes fúnebres de animales pequeños

un abrazo

bajo el sol

en una tarde de domingo

luciendo sonrientes

sabiéndonos repetidos

 

es momento de las cosas que no son

y me sostengo lombriz salada

 

me preguntan

¿qué tal mi corazón?

¿en qué ocupo mis manos blancas?

 

aquí nos ocupan la falta de las cosas

la carne tibia

las frentes hinchadas de vergüenza líquida

y sobre las rodillas

cabezas hinchadas de sol

 

aquí la crudeza del año nos accede

inquietos y abrazados

cortando los pedazos

que nos cruzan

el breve y minúsculo junte

de nuestros dedos

 

es momento de las cosas que no son

y hace un año y siete meses que me hundo

y no contemplo

en mano alguna

espacio

ni de agua

ni de carne

 

me conozco en el estado de lo ausente

nombro cosas

nombro mares recién descubiertos

y duran lo que dura la mañana en despedirse

duran lo que dura la certeza

de este cielo

vertido entre tanto amarillo

 

somos cosas distraídas en nombrarnos

y nos cuesta pequeño el obsequio

 

es preciso que se llore

 

y que dure los quince minutos estimados

que dura un aguacero

tendido a sol de isla

lombriz salada

sostenida

 

dilo

somos cosas

y nos estamos viendo solos

la quietud nos pesa

en el año intacto

 

algún día sabremos querer recordar que se quiso

algún día y seguiré siendo lombriz salada

y sabremos si es verdad

que la sal retiene los pasos

 

***

He resuelto las horas de extravío

entretenida revolcando el polvo,

acariciando aceras y despedazándome

en el rumbo mustio de lo incierto,

desmembrando cuerpos

con suntuosas verdades amarillas,

como quien besa el hielo,

como quien va y sin querer lo hace.

Lo he resumido todo

en la convulsión de los sucesos.

 

Llevo días

cerrando los ojos firme

por lapsos indeterminados

de tiempo.

 

Aún no descubro la falta.

 

***





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