sábado, marzo 30, 2024

En las letras, desde Puerto Rico: Yamilex Carriegos, poeta y alquimista de la vida

 por Carlos Esteban Cana


Junto a Manuel A. Crespo, Nory Malugin Soto, Alexis A. Mercado Ocasio y Wilmarie Feliciano, entre otr@s, Yamilex Carriegos es parte de un grupo de jóvenes escritores boricuas que se han dado a conocer en recitales y eventos de micrófono abierto en el noroeste del archipiélago boricua. Y a través de su poesía, y también de su pintura, se ha revelado como quien domina el arte de la alquimia transformando en arte las encrucijadas que ha tenido que enfrentar. De tales experiencias nace su primer libro, Sentimiento versátil, publicado en el 2023. Y de tales vivencias conversamos con Carriegos en esta edición del boletín, que reproduce aquí en Confesiones el narrador y editor Angelo Negrón.



Carlos Esteban Cana: ¿Cómo se dieron los primeros pasos suyos en el universo creativo? ¿Cuáles fueron los primeros libros, las primeras películas u otras obras de la cultura en general que le inspiraron lo suficiente como para iniciarse en estos caminos artísticos?

Yamilex Carriegos: Todo comenzó cuando tenía cuatro años. Veía el programa The Joy of Painting de Bob Ross en el canal 40 con mis padres. Recreaba los paisajes a través de papeles en blanco y crayolas, marcadores o lápices de colores. Estuve así hasta tomar una clase de arte en la escuela elemental. En la clase tenía idea sobre qué hacer y eso me distinguía de mis otros compañeros; me daba ventaja al no demorarme en hacer los dibujos y manualidades.

En la escuela intermedia continuaba dibujando, pero no con frecuencia… La maestra que me ofrecía la clase de español era apasionada y estricta en cuanto a discutir las obras de Gabriel García Márquez, Federico García Lorca y Enrique A. Laguerre, entre otros autores… A partir de ahí tuve interés por la lectura y por la escritura, y escribía frases en la parte de atrás de las libretas sobre lo que sentía al momento.

En la escuela superior tomé un curso de español donde se hablaba de obras literarias y de la poesía puertorriqueña. Los poemas discutidos eran, mayormente, cuartetos. Así que comencé a escribir poemas en ese estilo.

[Ya en la universidad], a mediados de bachillerato, tomé una clase de Escritura Creativa en el que se daba énfasis a la poesía. Como parte del curso, asistí a un evento de ARTE 360° para declamar poemas de mi autoría. También fui a un recital de poesía en Camuy junto a mi pareja (quien es escritor y autor de libros), al que asistía un ex maestro. Observé la dinámica, mi pareja participó del open mic y un poeta del público nos invitó a otro evento de poesía en Aguadilla. A partir de ahí hasta el día de hoy continuamos asistiendo a los open mics, especialmente del área noroeste.

Carlos Esteban: ¿Qué motiva su poesía? ¿Qué le mueve a escribir su prosa, su narrativa? ¿Cómo se da en usted ese proceso? ¿Cómo inicia? ¿Hay algún momento ideal para colocarse ante la pantalla o ante la página en blanco? ¿Qué momentos, si algunos, son más propicios para escribir?

Yamilex: En mi infancia, recibí abuso físico y emocional…  también tenía problemas con el habla lo que fue motivo de acoso escolar. En mi crianza se implantó la enseñanza de retener las molestias e incomodidades para no empeorar la situación. Eso me creó secuelas y traumas… Parte de esas vivencias fueron motivación para comenzar a escribir poemas y también ser futura profesional de salud mental.

Considero que es un buen momento para escribir estar en relajación y encontrarse a solas, en un lugar propicio de calidez y silencio; estar libre de distracciones es esencial para poder escucharse a uno mismo e identificar qué es lo que inspira para que eso sea partícipe del escrito.

Carlos Esteban: ¿Cómo ha logrado llegar a los lectores? 

Yamilex: He logrado llegar a los lectores implantando temas en los que aún hay prejuicios como la salud mental y la orientación sexual.

Carlos Esteban: Actualmente, ¿qué está leyendo?

Yamilex: Estoy leyendo la colección completa de poesía de Antonio Machado y de Rubén Darío.

Carlos Esteban: ¿Cómo ve el futuro de la humanidad? ¿Qué le preocupa? ¿Algo de eso se manifiesta en su propia obra?

Yamilex: Veo el futuro de la humanidad más despejado respecto a los prejuicios. Habrá más personas con la confianza de expresar sus emociones de manera directa tanto dentro como fuera del arte. Estas temáticas son las predominantes en mi poemario Sentimiento versátil.

Carlos Esteban: Hay quien dice que escribir sana… ¿tiene ese poder la literatura? ¿Cómo lo ve usted?

Yamilex: Veo que la escritura es un modo terapéutico y eficaz de redactar lo que se siente de manera natural (muchas veces tenemos un nudo en la garganta por causa de un remolino de emociones); luego lo escrito, se relee y se examina con detenimiento.

Carlos Esteban: La escritora que usted es hoy… ¿es la misma que publicó su primer libro? 

Yamilex: No. Admito que al publicar mi primer libro… me dejé llevar por la presión social y por la ansiedad de sacarlo al aire. Ahora con el segundo he sabido esperar con brazos abiertos a la musa, expandir mi vocabulario y jugar más con las palabras hasta llegar a la interpretación deseada del poema.

Carlos Esteban: Si alguien se le acerca y le pregunta qué es necesario para ser escritora… ¿qué le diría?

Yamilex: Le diría que, además de tomar cursos o talleres, es necesario ser humano, tener esencia; estar consciente de las carencias y aspiraciones propias porque de ahí nace con fluidez la temática a llevar en la escritura.

Carlos Esteban: ¿A qué aspira con sus libros, con su propia obra?

Yamilex: Aspiro a que sean más los jóvenes quienes plasmen sus vivencias y se dejen sentir. Estamos en el auge de las noticias negativas y eso conlleva a mucho deterioro en nuestro bienestar. Es necesario documentar lo que queremos, transformar lo vivido en arte…

Carlos Esteban Cana: ¿Qué le ocupa en estos momentos? ¿Qué proyectos creativos y literarios, si algunos, le ocupan?

Yamilex Carriegos: Además de asistir a los open mics del área noroeste, publiqué otro poemario titulado Estampa matutina a un caminar poético. Por otra parte, quiero romper un poco con la monotonía del verso libre para centrarme más en las octavas y décimas. Por último, me gustaría asistir a más mercados o festivales de libros para conocer otros escritores y dejarme sentir.

 

jueves, marzo 28, 2024

En las letras, desde Puerto Rico: El poeta Eric Landrón al papa Francisco

 por Carlos Esteban Cana

Eric Landrón durante el Encuentro de Poetas en el Teatro Paradise el pasado 21 de marzo (foto Angel Matos)

 El escritor Eric Landrón, autor de los poemarios "Pupilasos" (1978), "Hurcanazos o Hugomanías" (1989) , "Piropazos" (1991), "Delirio y Esperanza" (1994), "En pie de lucha y canto" (1999), "Vía crucis y redención del calvo" (2006) y "Chávez de amor y de lluvia" (2014), ha circulado a través del internet una poesía dedicada al papa Fracisco titulada "Cuando la Iglesia". No es la primera vez que Landrón vincula su poesía con la fe católica. Su poesía "Atokilina" fue dedicada a Francisco de Asís. Y, de igual manera, cuando estrenaba su colección de poemas inspirada en la película Avatar en el 2012, expresó: “Los poemas de Pandora son parte de algo mayor, que le hemos puesto por nombre Attabeira, queen taíno significa ‘Madre Tierra’. Se trata de un movimiento que une a cristianos, científicos, ambientalistas y humanistas. Ya no basta con sembrar un árbol. Es urgente cambiar de estilo de vida. Los pronósticos dicen que si no lo hacemos, para el 2050 las condiciones climáticas en la tierra serán muy difíciles. Se habla del aumento del calentamiento global, de huracanes nunca antes vistos; ya es un hecho que el agua será escasa en muchos lugares y hasta especies completas de animales podrían desaparecer. Nos urge, como dije, un cambio de conciencia. Esas mismas razones son las que nos llevan a reconocer lo que hace Padre Pedro, pues desde la Eucaristía ha creado conciencia. A través de la misa ha enseñado que la semilla divina está en todo, lo que es el verdadero amor a la naturaleza. Lo que estamos haciendo hoy con el ambiente repercutirá mañana en las generaciones futuras. Si somos creyentes en lo que hacía, por ejemplo, un ambientalista como San Francisco de Asís, que no era otra cosa que promover valores de respeto hacia el prójimo, no nos queda otra alternativa. Hay que llevar esa praxis del amor de Cristo hasta las últimas consecuencias. El planeta no aguanta que lo sigamos explotando por codicia. O somos mejores seres humanos como plantea Jesús o morimos”.

Eric Landrón durante el Encuentro de Poetas en el Teatro Paradise el pasado 21 de marzo (fotos Angel Matos)

A continuación, y como primicia en esta edición del boletín, aquí en Confesiones, compartimos la nueva pieza del poeta juglar Eric Landrón con nuestros lectores.

 

Cuando la Iglesia… 

                                                    Al Pontificio ¡Paco! 

 

Cuando la Iglesia hecha polvo  

padecía escalofríos y calenturas, 

y el crucifijo envasado al vacío de la vanidad 

aparentaba mudar de piel 

como la serpiente del Edén, ya decrépita, 

Cuando la ciudad del Vaticano 

cundía hongos en paredes  

carcomida por intrigas de palacios en aquellos palacios de intrigas, 

Cuando la fe desfigurada a destajo 

dobló la apuesta a la usanza de Judas  

entregando sesenta monedas de plata a la codicia del mundo, 

Cuando la sexualidad de por mis culpas comulgó sin corazón y farisea 

y la ostia dejó de ser consagrada, impunemente,  

Cuando el milagro de las Bodas de Caná 

que convirtió agua en alegría quedó abandonado a su suerte, 

Cuando obispos vistieron hábitos de encubridores 

y conspiraron para que el evangelio no sanara heridas en carne viva, 

Cuando quedó sin empuñadura el látigo de Cristo 

mientras los bancos mercaderes estropeados en templos y cúpulas 

enjuagaron de inmundicias dineros mal habidos, 

Cuando no hubo quién lavara pies a los pobres silvestres 

con las manos amables y reverdecidas de la Justicia, 

Cuando la santa misa dejó de ser Santa 

y la ortografía de sus homilías  

transformáronse en un acto circense  

de astucia romana y cobardía, 

Cuando el amor al prójimo y sus milagros comunes y corrientes 

dio un paso en falso  

en las escalinatas de las catedrales 

y los creyentes tropezaron hasta romperse las crismas 

endurecidos y tristemente, 

Cuando la Piedra de Pedro pulverizó en cieno de llanto 

y no aparecía un solo profeta ni con una lupa 

buscando la compasión de la ternura 

debajo de esa Piedra incierta, 

 

Llegó Francisco a secas 

para inundar de luz a las tientas… 

El papa oficia la misa de Jueves Santo y lava los pies a doce discapacitados (Foto Diario de Navarra)






En las letras, desde Puerto Rico: José Orlando Sued y algunas reflexiones sobre “Antropías”, su primer poemario

por
Carlos Esteban Cana

Pocos gestores culturales tienen la capacidad de dejarse sentir en el panorama cultural con precisión y elegancia, brillando con luz propia con un trabajo consecuente que suma voluntades. Ese es el caso del profesor, investigador, sociólogo, comunicador, cineasta, editor y escritor José Orlando Sued. Miembro fundador y presidente del colectivo editorial Luscinia C. E. junto a la escritora y profesora Lorna Polo, Orlando Sued dirigió y escribió los guiones de los documentales Camino a Navarro (2013) y Geografía de la memoria (2014). Ha sido editor de los libros La denuncia gráfica (2016); Vibrando con el cosmos: retrospectiva 1972-2019 (2020); y, en conjunto con René Rodríguez-Ramírez, La mirada en construcción: Ensayos sobre cultura visual (2022). Es autor de La noticia paga: cine, propaganda y política pública en Puerto Rico 1950-1970 (2019); de los poemarios Antropías (2015), Sujetos en la mirada (2020) y, recientemente, Intermedio (2023) que forma parte de la nueva Colección Pangea de Luscinia C. E.

Por tal razón ha estado muy atareado durante el 2024 realizando presentaciones en la Casa Ruth Hernández en Río Piedras y en la Sala Leopoldo Santiago Lavandero en la antigua Casa Alcaldía de Caguas. Y no tan solo se ha ocupado de su libro sino que está promocionando otros seis poemarios que circulan simultáneamente como parte Colección Pangea: Antónima de Kristine Drowne; El barro de Sylvia T. Domenech; Escafandra de René Rodríguez-Ramírez; Mediodía de Ana-Loreanne Colón; Ósea de Gabriela Joglar Burrowes; y Verdemar de Lorna Polo Alvarado.

Pulsa la foto para agrandar.

En el 2015 este servidor tuvo el privilegio de presentar, por petición del propio José Orlando Sued, ese primer poemario suyo: Antropías. La actividad se efectuó el 25 de octubre en las instalaciones de la Compañía de Turismo, en el Paseo de la Princesa del Viejo San Juan, como parte de los eventos presentados por el Festival de la Palabra. Un público entusiasta nos acompañó en la tarde de aquel domingo. Puntualizado lo anterior, comparto a continuación algunas de mis reflexiones acerca del libro.

Presentación del poemario Antropías de José Orlando Sued


En medio de tanta prisa y urgencia por tener  los 15 minutos de la fama que profetizó  Andy Warhol que todos tendríamos y que  ahora vemos en páginas cibernéticas y redes  sociales, da gusto encontrarse con un poeta  que contrario a eso se ha tomado tiempo, no  ha cedido a presiones ni modas ni urgencias,  para ser fiel a sí mismo y a su vocación.

Y esto es lo que nos encontramos en  José  Orlando Sued y este primer  poemario suyo, Antropías. Quienes se  acercan a la experiencia trascendente  que da la belleza de la buena poesía en  sus variables y variantes, aquí tienen un   libro de 72 páginas integrado por Bocetos y Contrato; dos partes que son diversas y se contraponen como Yin y Yang aunque también sean complementarias y por eso cierto tono, cierta textura que fluye de principio a fin a través del libro.

En la primera parte, Bocetos, tenemos un hablante lírico consciente de que la forma idóneapara acceder a la poesía es a través de la propia experiencia. De esta parte destaco una posdata breve y directa que contiene el poema titulado Tiesto: Tal vez no quede tanto/ por salvar, / pero sí queda mucho/ por sembrar.

Bocetos ofrece también innovadoras pinceladas de la realidad boricua y esto porque el artista se concibe como parte de una tradición; pienso en poemas como El fondo de un caño o Lloréns. En otras poesías como La voz del servicarro traza con sensibilidad un daguerrotipo humano, urbano y contemporáneo: Detengo el carro, / bajo la ventana/ y una voz entrecortada/ me corta el aliento. // Quizás no entienda/ la mitad de sus palabras/ por culpa de la estática/ o de mi prisa automatizada/ por ponchar a tiempo, pero lo que dijo/ abrió mi alma. // Por fin alguien me pregunta:/ ¿Qué quiero?

En la segunda parte, Contrato, encontramos creaciones que exploran un yo íntimo. Desde la ‘transitada senda amorosa’ el escritor se sirve del ingenio para establecer cierto ritmo con acentos lúdicos; un nuevo poema es antítesis de otra pieza que ya habíamos leído. Además es evidente aquí un soliloquio irreverente que despierta el interés y se distancia del cliché.

Al leer las páginas de Antropías regreso a esa primera vez que, en liviandad y libre de conceptos teóricos, disfruté la lectura de versos, metáforas y poemas. Y, sobre todo, en esa poesía inspirada por la luna (que también da nombre a la segunda parte): Contrato. Una pieza lírica que funciona como descripción de un manifiesto o la síntesis de una poética.

Algo que disfruté además de Antropías fue su musicalidad, eso me llevó a releer ciertos pasajes del libro en voz alta; un lenguaje preciso que se sirve de metáforas (como ‘espejo’ o ‘ruina’), que renacen en sus páginas. Quizás sería un buen proyecto escuchar varias de estas poesías musicalizadas.

Enhorabuena para José Orlando Sued por Antropías. Enbuenahora también para los lectores y para la nueva literatura puertorriqueña.


lunes, marzo 25, 2024

En las letras, desde Puerto Rico: Edgar Ramírez Mella, ‘Salgo a cazar al ente poético o trato de escuchar lo que dice el viento’

por Carlos Esteban Cana

Cuando remití estas preguntas al poeta y pintor Edgar Ramírez Mella su libro Púrpura, bajo el sello editorial La secta de los perros, comenzaba a circular en las librerías. También, en esos días, el autor quería culminar otro poemario, Bitácora de nieblas, que publicó la Editora Educación Emergente en el 2020. Después, al año siguiente, durante esos meses de confinamiento por la pandemia, Ramírez Mella publicó Razón de Covid-19 y otros artefactos (ad)yacentes. Y, en medio de todo eso, en el 2017, había logrado hacer llegar a los lectores su cuaderno poético Jardín en ascuas. 


Rebobinando la memoria recuerdo que conocí a Edgar Ramírez Mella hace, más o menos, 20 años gracias a la poeta Katia Chico quien lo considera un gran escritor. Durante esa primera década del presente siglo el poeta publicó tres poemarios:
Estación de lirio, Máquina emotiva y Marginalia.

Las noticias más recientes que tengo de Ramírez Mella fueron la entrevista que le concedió al periodista Wilkins Román Samot (publicada por la revista Letralia el 16 de julio de 2023) y una exposición de su obra pictórica en el Museo de Arte de Aguadilla y del Caribe que permaneció hasta el 16 de enero.

A continuación, como parte de la serie De los archivos este boletín comparte, aquí en Confesiones, esa entrevista a la que aludí al principio y que por tiempo limitado estuvo disponible a través de la revista Cruce.

Edgar Ramírez Mella, con un trabajo de J. Zeno

Carlos Esteban Cana: Hablemos acerca del mundo de la creación… ¿Por qué crees que tu vida ha sido marcada por el signo artístico?

Edgar Ramírez Mella: Cierta sensibilidad, cierta timidez, cierta fantasía y un atisbo de otredad, cierto misticismo o religiosidad, pálpitos de otros mundos y como resultado una compleja vida interior (con todo y su deseo de transgresión); bastante insatisfacción por una realidad mediocre o hipócrita. Necesidad de buscar otras respuestas a las preguntas eternas. No podemos dejar de lado la mala o buena fortuna de haber tenido excéntricas o raras amistades

En qué género literario te sientes que fluyes más como creador, al menos en este momento…

Edgar: La poesía y la pintura siempre se me han dado con alguna facilidad especial, hubiera preferido dominar la música. Aunque cuando pinto hago música –aunque ya casi no pinto, necesito un espacio, un taller, una cueva, donde manchar- y con la poesía creo que también ella me dirige. Tal vez lo que llevan del niño, la poesía y la pintura, en cuanto juego me gusta, y por ello tal vez fluyan.

¿Cómo contrastas esa experiencia con la que recibes al explorar otros géneros literarios u otras disciplinas artísticas?

Edgar Ramírez Mella, 2011
Edgar: La danza y el teatro y otros géneros también conllevan mucha carga mágica y lúdica. Pero al ser yo un tipo bastante tímido ‘casi autista’, la pintura y la poesía por su carácter introvertido me sirven de refugio del ojo ajeno, del otro, y del público… al menos en el momento de la creación. Son sinceras e íntimas casi como el rezar.

¿Necesitas distancia o soledad para realizar tu obra?

Edgar: Si.

Como creador, con toda esa visión propia de tu época de formación y acción, ¿cómo observas lo que te precede en el arte? ¿Cuáles son, si algunas, esas voces creativas del pasado o de la actualidad que merecen tu atención?

Edgar: No hay nada nuevo bajo el sol. En el pasado encuentro muchas almas afines y obrascuya modernidad aún me asombran. No ha cambiado gran cosa la humanidad. La evolución se estancó o es muy lenta, o tomó el camino equivocado distraída o hipnotizada solamente por el aspecto material. Todo este alud de máquinas que amaron tanto Marinetti y otros futuristas nos envenena, aunque no dejan de maravillarme; son peligrosos y pérfidos juguetes… y no te niego que me sumerjo también en ello. Artilugios mágicos de Hefestos.

¿Puedes describir tu poética? ¿Qué materia prima utilizas a la hora de hacer tu obra?

Edgar: El gesto; lo onírico; la sexualidad y el deseo; la utopía cuando políticas; la eternidad, el cielo y el infierno si metafísicas.

¿Tienes algún ritual a la hora de acercarte a la página en blanco? ¿Concibes la idea, el motivo, con anterioridad o te vas en un flujo de palabras hasta que encuentras el delta creativo indicado?

Edgar:

Edgar Ramírez Mella, 2013
Eso varía con el tiempo, antes me desbordaba hacía un vaciado desgarrador (más o menos jajaja): descargas de la psiquis, con sus variaciones e improvisaciones al estilo del jazz o Bach. Ahora observo más los signos e interpreto, también salgo a cazar al ente poético, o trato de escuchar lo que dice el viento.

En un mundo como el nuestro, y enmarcado en todo lo que quieras nombrar del mismo -en una dirección u otra-, ¿tiene lugar el arte, la palabra, la creación?

Edgar: Continúa el ser humano con mucho ardor, mucho anhelo, una sed gigante que no la satisfacen los credos por eso el arte y la creación continúan supliendo esa necesidad y urgencia que “reeliga” (Lactancio derivaba la palabra religión del latín religare) uniendo al hombre con el universo… También el arte azota y advierte sobre las malas jugadas y criminales intentos que continuamente ponemos en práctica como hambrunas y guerras innecesarias mientras envenenamos al planeta… “¡Oh generación de víboras!” Jajaja… qué miseria. Me río por no llorar.

¿Qué es necesario para ser un escritor?

Edgar: Sentir deseo. Ponerse a ello, amar su herramienta, el lenguaje, el verbo… Claro leer y releer primero. Afinar y afinar y escuchar. Si tenemos algo que añadir o corregir o explicar, o mejorar, saberlo luego cantar o contar por supuesto dominando el instrumento que es la palabra y sus acentos.

¿Crees que existe el llamado bloqueo del escritor?

Edgar: Sí, hay etapas de sequía, tal vez necesarias para volver a la carga; se debe reevaluar hacer retrospección, quemar las naves. Hay etapas de doloroso silencio, noches obscuras, cuando te abandonan las luces; después hay que evolucionar y reinventarse sin duda.

Hay quienes piensan que las mejores páginas salen de situaciones extremas o dolorosas… ¿Qué piensas al respecto?

Edgar Ramírez Mella, durante la década del 2000
Edgar: Posiblemente sea verdad. En momentos de mucha dicha o felicidad sólo se nos ocurre disfrutarlo a cabalidad; lo cual no quiere decir que no se pueda hacer un arte alegre o desde la alegría o que invite a cierta esperanza o bienandanza.

Otros esgrimen la tesis de que ese periodo nocturno y sinuoso de los sueños, abona para la creación… ¿Es valioso ese universo onírico para crear?

Edgar: Definitivamente. El mundo onírico por su plasticidad igual que el mundo delirante son muy sugerentes.

¿Hay algo que no te gusta o disfrutas del oficio, del ser creador?

Edgar: La incertidumbre o esa sensación de nunca poder estar muy seguro ni del camino ni de lo logrado, ni de acabar: I can get no satisfaction como decían los Stones; como que… hay que volver a comenzar como Sísifo: No te afanes, alma mía, por una vida inmortal, pero agota el ámbito de lo posible de Píndaro que Camus cita en su ensayo (El mito de Sísifo). Que siempre dejamos o perdemos de vista algo, imposible de concretar, un sentimiento del esfuerzo inútil.

Edgar, en su juventud
¿Prefieres escribir o crear todas las semanas o tienes periodos voluntarios de silencio artístico?

Edgar: Escribo cuando me urge… casi como un sentido fisiológico; quisiera que fuera más a menudo… como ocurría cuando era más joven. Últimamente, por no andar sobre lo andado, ejerzo algo de ese silencio que nombras.

Otros teóricos del proceso creativo (o incluso artistas) manifiestan que el creador es un medio, una especie de antena o médium por el que fluye la creación. ¿Concurres con esa idea?

Edgar: Puede ser. Hay creaciones que parecieran tener esa sensación de rapto… pero no siempre y como quiera uno tiene que ejercer en todo momento una voluntad creativa y un criterio.

¿A qué aspiras con tu arte?

Edgar: A ser fiel siempre a mí mismo y, al mismo tiempo, justo con los demás.

¿Cuáles han sido los libros más significativos para ti, esos que ocupan un lugar de privilegio en tu biblioteca? Si quieres mencionar además producciones discográficas o películas, lo puedes hacer…

Edgar: Uf! La lista sería muy grande: Rabelais; la poesía mística; El Quijote; Unamuno; Generación del 27; Dada; Surrealistas; Buñuel; Cortázar; Vallejo; Huidobro; Cocteau; Picasso; Rimbaud; Beatles; Serrat; Isadora Duncan; Mahler; Whitman; Julia; Borges…, etc.

Edgar Ramírez Mella, reciente
A veces, como autor, tenemos un aprecio particular por un libro de nuestra autoría… ¿Cuál de tus libros o cuadernos propios merece tal aprecio?

Edgar: Creo que Púrpura publicado por la editorial La secta de los perros en el 2014.

En una sociedad tecnológicamente globalizada con redes cibernéticas y teléfonos inteligentes, correos electrónicos y espacios en la WEB como YouTube… ¿Crees que esas herramientas tecnológicas e informáticas ofrecen a los autores de hoy una ventaja a la hora de exponer y presentar su obra? En tu caso, ¿esos recursos, han sido útiles?

Edgar: Sí, son útiles, sin duda. Nos acercan… aunque con su natural y artificiosa distancia paradójica.

¿Cuál es el mayor reto que tiene de cara un autor en el futuro?

Edgar: Seguir apostando por la vida en un mundo de tanta muerte.

Y, para concluir esta entrevista, ¿qué te ocupa en estos momentos? ¿En qué linderos creativos pernocta actualmente el creador que eres?

Edgar: Me ocupa una cierta sobrevivencia muy austera y rara, como persona ya adulta, en un horizonte siempre joven, cada vez más… mientras ya uno va bajando la cuesta. Quiero terminar mi Bitácora de nieblas, por supuesto, y poder seguir teniendo cosas que decir, sin perder entusiasmo por el arte y la vida.



domingo, marzo 24, 2024