sábado, enero 31, 2015
jueves, enero 29, 2015
miércoles, enero 28, 2015
martes, enero 27, 2015
Cien años de Caricaturas Políticas Puertorriqueñas: 1898-199
El Presidente
y el Pleno de Numerarios
de la Academia Puertorriqueña de
Jurisprudencia y Legislación,
le invitan a la
Presentación del libro
Cien años de Caricaturas
Políticas
Puertorriqueñas: 1898-1998,
del Numerario,
doctor Carmelo Delgado Cintrón.
por la
profesora Chloé Georas,
de la Escuela de Derecho
de la Universidad de Puerto Rico,
el martes, tres de febrero de dos
mil quince,
a las siete y treinta de la
noche, en el salón L-3,
de la Escuela de Derecho
de la Universidad de Puerto Rico.
lunes, enero 26, 2015
Corteza
―Recogimos los cuerpos de nuestros hermanos y los enterramos en fosas comunes; esperábamos algo parecido, pero no tan exagerado. Ayer éramos más de cien, hoy, pues a todos lo que ves aquí― le mencionó Mora, nuestro líder, a un periodista durante aquellos enfrentamientos que sostuvimos con los policías y los soldados del gobierno en medio de las protestas en contra del abuso ambiental por parte del gobierno y otras entidades de la elite nacional. Aquellos tiempos eran críticos para el pueblo; las autoridades se vertían completamente contra quienes protestaran directamente con sus decisiones. En días recientes, la legislatura había creado una ley especial la cual permitiría el arresto de todo aquel que se interpusiera con los trabajos de los contratistas que talaban los árboles y removían terrenos. Explicaba el legislador Santiago durante el acto de la colocación de la “primera piedra” para la construcción de un hotel de 150 habitaciones en la costa este:
―El país no se puede estancar ni dejar manipular por
estos grupos ambientalistas que lo único que quieren es parar el progreso de
nuestro país, la búsqueda de fuentes nuevas para la generación de ingresos y
dinero nuevo para las arcas de nuestro Fondo Nacional. La contracción económica que vive el país
exige un paso más agresivo y, por ende, ampliamos nuestra capacidad turística,
industrial y de viviendas ya que necesitamos habilitar hogares cerca de las
áreas de producción.
―Pero legislador― cuestionaba una periodista, ―Ciertos
grupos tienen un reclamo válido ante la deforestación y la mala planificación
de los terrenos del país, ¿cuál será su estrategia ante tales argumentos? ¿Cómo
lograrán enfrentarse a estos grupos que no dan tregua a sus acciones?―
A lo que el legislador respondió: ―Haremos todo lo
posible pensando en el pueblo entero y no en un pequeño grupo que lo que hasta
ahora ha hecho es interrumpir nuestros avances, sin ideas o soluciones concretas
a nuestra grave situación economía actual.
En las mañanas, durante días, se alcanzaban a ver
ciertos vehículos a horas exactas frente a las residencias de quienes se
manifestaban en contra de las posiciones gubernamentales e incluso hubo integrantes
de nuestro grupo que se convirtieron en fantasmas verdes en una cuevilla frente
al manantial que nos servía como cuartel donde llevábamos a cabo nuestras
reuniones. En un periodo de dos semanas fueron diez los desaparecidos. Teníamos
razones de peso para concluir que esos vehículos estacionados frente a las
casas de los manifestantes tenían algo que ver con las desapariciones. Pasaban
días en lo que algunos compañeros llegaban llorosos al enterarse de las
desapariciones o intentos de secuestros por parte de hombres con guayaberas
blancas y pantalones marrones a quienes les encantaba arrinconarnos en colmados
y farmacias y amenazarnos con tirarnos al fondo del mar.
―A Mario―, contaba
Ana, ―mientras iba al trabajo montado en su bicicleta el pasado martes, un
carro azul marino con tablilla color amarillo, le pasó por el lado dándole un
golpe con el espejo retrovisor al manubrio de la bicicleta causando que Mario
se cayera. Algunos testigos dijeron que vieron bajarse del auto a tres tipos, quienes
lo agarraron y lo metieron en el asiento de atrás del carro y se marcharon a
toda prisa. Su hermana está desesperada y su novia, ni hablar. Mario nunca
apareció.
―¡Abusadores!― gritaba Mora compungido, ―Es que esto
no puede seguir ocurriendo― concluía.
―¿Y qué haremos?― cuestionaba Ramón mientras Mora
quedaba en silencio, pensativo y mirando el fondo del manantial. Al fondo de la
“Cuevilla del Manantial”, donde estaban reunidos, Banny lloraba sin cesar
frotando sus manos sudorosas y mordiéndose los labios. Mostraba las fotos de su primo Alberto con
las piernas rotas y sin dos de sus dedos de las manos. Su frente mostraba como
si le hubieran caído a palazos. Su cuerpo lucía inflado como si hubiera llevado
días bajo el yugo del abuso. En las
imágenes se veían unas fotos sobre su cadáver en las que aparecía Alberto manifestándose
contra la planta de incineración del sur el pasado mes de febrero.
―¡Enfrentémoslos!― gritó Mora frente a un poco más de
veinticinco compañeros en la Cuevilla del Manantial tras golpear una pequeña
mesa de madera que usaban como escritorio cuando tomaban notas de los asaltos y
otros eventos en contra de los compañeros.
―Paremos este abuso, podremos perder la vida, pero no
la eternidad. El pueblo recordará, el mundo acechará a los culpables de estos
atroces crímenes contra personas y contra la naturaleza.
Los allí presentes no sabían a lo que se exponían y
para avivar su decisión, comenzaron a contar anécdotas de persecuciones,
abusos, intimidaciones y entre todo, del daño que le hacían a un país ya en
vías de deforestación y en decadencia social.
Ramón sacó una botella de pitorro, sirvió un poco dentro de unos vasos
plásticos que tenían y brindaron por lo que venía.
―Por nuestros hermanos que ya no están físicamente,
hagámosles justicia y protejamos el futuro del país― brindó Ramón.
El gobierno hacía de las suyas, jugaba con el futuro
del país impulsado por el poder imperial de los Estados Unidos. Los líderes ignoraban
cualquier advertencias; conclusiones de estudios; manifestaciones por parte de
varios sectores, tanto ciudadanas como de empresas privadas; gobernaban a sus
anchas y con una falta de respeto general a las necesidades del pueblo. A
diferencia de otros países donde los insurgentes peleaban exclusivamente por problemas
económicos o políticos, nosotros peleábamos por la tierra, por el oxígeno, por
los pulmones de nuestra gente y, ahora, por nuestros hermanos caídos. En
nuestro país construían vertederos en el norte, incineradoras en el sur,
gasoductos de este a oeste, contaminaban los sumideros, vendían los terrenos
agrícolas a compañías foráneas para el cultivo de semillas biotecnológicas
mientras se mantenían al margen los programas de reciclaje y continuaba la
importación de alimentos elaborados con químicos, prohibidos en el 80% de
Europa.
―La historia se repite― mencionaba Mora. ―Es absurdo
como al siglo XXI continúan con la misma práctica que efectuaban los Mayas y que
llevó a esa dinastía al colapso de su existencia. ¿Qué mejor ejemplo que Haití?
¿India? Sus poblaciones son enterradas por los aludes en unos casos, su tierra
era infértil en otras áreas y las sequías provocan la falta de agua y alimentos
en otras regiones. En Brasil continúan
podando gran cantidad de la Selva Amazónica, pulmón del planeta, si hacen esto,
¿a qué le van a tener respeto?
Un jueves de
madrugada, comenzaron a desatarse los encuentros entre manifestantes y
oficiales del gobierno. Fueron días caóticos. Las franjas de insurgentes se
multiplicaban en grupos pequeños. Se movían como sombras por cada recoveco de
las oficinas del gobierno. Llenaban con
gasolina miles botellas en cristal y hundían medias encendidas con fuego y las
lanzaban sobre vehículos oficiales causando incendios.
―Rodrigo, ve con Ana y forma un grupo de diez o quince
personas y vayan al muelle― Ordenó Mora.
―¿Y si esperamos a que la legislatura entre en sesión
y acorralamos las entradas y salidas del Capitolio?― preguntó Ramón quien
llevaba tres tanques de gas en su guagua con la intención de crear señuelos en
caso de que lo persiguieran. Fue el origen
de un pueblo en pura reinvindicación, harto del abuso por parte de una sociedad
elitista que actuaba como la mafia.
―Usen todas sus convicciones como motivación, si se
rinden hoy, seremos rehenes por el resto de nuestras vidas― gritaba Mora
mientras se encontraba encima de un monumento en bronce en la Plaza
Morisca. Edificios, vehículos oficiales,
oficinas de contratistas, camiones de construcción, todos recibían el castigo
de los manifestantes. Al cabo de seis
horas, las plazas se llenaban más y más por grupos de la oposición. Los
soldados junto con los policías desplegaban su fuerza con gases lacrimógenos y
mangueras de presión. En diferentes
puntos se escuchaban detonaciones, las aguas rojas corrían por las cunetas,
ambos lados sufrían pérdidas humanas.
―¡Ana! ¡Ana!― gritó Rey al ver cómo los guardias le
caían encima a macanazos hasta dejarla inconsciente.
―No podemos hacer nada por ella Rey― le decía Héctor ―corramos
al punto C, allí está el resto de los muchachos―. Por varios días el país fue
un total caos. En toda la isla hubo un
llamado a levantarse contra las imprudencias del gobierno.
El país había perdido y ganado, aunque, cuando se
pierden vidas, nadie es ganador. Unos días
más tarde, cuando el ambiente estaba menos bélico, Mora fue entrevistado por un
periodista del Canal 6:
―¿Piensa que han logrado su propósito?― Y este contestó:
―Recogimos los cuerpos de nuestros hermanos y los enterramos en fosas comunes;
esperábamos algo parecido, pero no tan exagerado, aunque nuestra voz ha ondeado
en la tierra de la sumisión. Ayer éramos más de cien,
hoy, solo los que ves aquí. Esto no se ha acabado, veremos lo que vendrá― y
caminó a paso ligero, entre unas paredes al lado sur del edificio de Recursos
Naturales hasta perderse de la vista del periodista pues vio una patrulla policíaca que pasaba cerca de donde era entrevistado.
Lc37
***
Luis Francisco
Cintrón Morales nació en San Juan, Puerto Rico en el 1976. En diciembre de 2013, publicó su primer
poemario "Microgramas de sol" bajo el sello editorial de la Casa de
los Poetas. Además ha publicado poemas y cuentos en blogs y revistas
electrónicas como Corpus Litterarum (Puerto Rico), Palabras Diversas (España), Inopia
(Puerto Rico), Monolito y Factum (México). Participó en el 6to Festival
Internacional de Poesía de Puerto Rico. Es parte de la Antología de Casa de los
Poetas 2014 con el tema de “Fronteras” (Puerto Rico), de la Antología de
Diversidad Literaria 2014 “Versos en el aire” (España), Antología de
microrelatos de Diversidad Literaria 2014 “Microterrores” (España) y de la Antología
“Palestina Poemas VIII-MPI y Poetas y Poemas con Palestina” (2014) por la
Biblioteca de las Grandes Naciones. Colaboró con columnas deportivas para el
periódico electrónico El Post Antillano. Colabora con columnas de opinión
social en el blog “Atramentum/Voces Subversivas”.
jueves, enero 22, 2015
"La fiesta de todos" (Carta Abierta a Carmen Yulin)
Por Luis A. Perez
Mi nombre es Luis A. Pérez. Quedé parapléjico hace 18 años y
hace más de 20 no iba a una fiesta de la calle San Sebastián. Muy buena
organización para movilizar las personas. Incluso aquellas con impedimentos
como yo, que ambulo en silla de ruedas.
Decidí ir por la invitación pública que hizo la alcaldesa Carmen Yulín
de que era "la fiesta de todos". El domingo 18 de enero me puse en
marcha con mi familia hacia La ciudad patria. No obstante me sentí excluido y
sin patria; en el momento que necesité utilizar el servicio sanitario. Ahí caí en cuenta que no era la fiesta para todos. Los baños portátiles estaban sobre la acera (sin rampa) al no poder
utilizarlos entre en el cuartel de Bayajá y en el baño para varones no cabía
porque la doble puerta no abría una de sus hojas, así pues me dirigí en busca
de otro baño.
El caballero que custodiaba el próximo baño estaba despachando a
un ciudadano que deseaba utilizarlo aduciendo que era el baño exclusivo de los
artesanos. Cuando el caballero se movió introduje mi silla de ruedas a través
del angosto pasillo entre artesano y artesano y le explique mi situación; le
expliqué que no cabía en ninguno de los otros baños y que por mi condición de
paraplejia me subía la presión debido a la disreflexia autonómica (condición
que tienen todos las personas que sufren de daño al cordón espinal), le
expliqué que yo me caterizaba y que tenía mi kit conmigo, solo necesitaba una
esquinita privada para hacerlo. El caballero que custodiaba el baño me dijo que
no me podía ayudar, que no podía utilizar el baño y fue más allá cuando al
verme con una cerveza en la mano me invitó a que no consumiera bebidas para que
así orinara menos; le di las gracias y le solo le dije que me conmovía hasta
las lágrimas su empatía.
Cuando realmente debí llamar la policía y denunciar la violación de acomodo razonable. Con la ayuda de una esquina, un paraguas, mi esposa e hijos, de 12 y 8 años, imité sin caerme al personaje que corrió por las redes sociales haciendo sus necesidades en público. Pensé por un momento no escribir ni denunciar al empleado prepotente cuyo trabajo ese día era custodiar la puerta de un baño, pero... ¿A cuántas personas le atropellan sus derechos empleados prepotentes que no saben cuantas leyes federales están violando por que tienen un poco de poder ese día? Ese individuo violó mi derecho a un acomodo razonable para algo tan simple como ir al baño. Mi intención al exponer este asunto públicamente es que adiestren al personal que va a trabajar con el público en eventos como este para que si sea "la fiesta de todos".
***
Finalizó su bachillerato y maestría en la UPR de Rio Piedras. Labora como voluntario en la Asociación de Lideres Escutistas y en la tropa 168. Es el guionista de la Obra de semana santa en el barrio Amelia.
miércoles, enero 14, 2015
Aquí, allá y en todas partes: Necesitamos la Palabra para abrazar la Vida (Conversación con Dalia Stella González, Segunda parte)
por Carlos
Esteban Cana
Carlos Esteban
Cana: Dalia, ¿Qué es necesario para ser un escritor?
Delia Stella
González: En esencia, ser genuino. Además que tenga disciplina, una
mirada oblicua de la realidad junto a una predisposición singular para sentir y
ser heridos. Pienso que ser escritor es un don
especial, un llamamiento a una suprema misión que no ha sido reservado a los
intelectuales ni puede ser producida en masa; en todo caso, pulida y
disciplinada. Igual que Juan Bosch y Faulkner, pienso que el escritor tiene un
deber privilegiado con el otro (lector) y con el tiempo en que vive. Cada don
conlleva una responsabilidad, de lo contrario, no permanecerá ni trascenderá
porque lo sostiene su ego solitario o tal vez un puñado. No me refiero a fama
ni dinero, sino a difundirse en otros al impactar vidas generación tras
generación.
CEC:
¿Crees que existe el llamado bloqueo del escritor?…
DSG:
Sí. En mí sucede cuando me presiono demasiado, que suele ser frecuente, porque
trabajo en varios proyectos simultáneos. El ritmo acelerado es una constante
para mí, pero a veces es la causa principal de mis bloqueos. Quisiera dedicarme
solo a escribir.
CEC:
Hay quienes piensan que las mejores páginas salen de situaciones extremas o
dolorosas… ¿Qué piensas al respecto?
DSG:
No creo que haya una fórmula. Pero sin duda la escritura intensa es dolorosa,
de la cual nadie puede salir ileso. Yo he escrito desde situaciones dolorosas,
pero he filtrado mi emoción para no echar a perder el artificio literario que
permite que crezcan empatías o pactos conspiradores por el elemento de lo
común, de lo humano. Lo que es cierto es que nadie puede llevar a otro a un
lugar que nunca ha ido o estado. Sin embargo, también existen espacios
estériles que duelen, pero incapaces de producir una palabra.
CEC:
Otros esgrimen la tesis de que ese periodo nocturno y sinuoso de los sueños
abona para la creación ¿Será valioso ese universo onírico para crear?…
DSG:
No lo sé. Tal vez para otros. Yo cuando duermo –y suelo hacerlo muy tarde –ni
recuerdo lo que sueño. Solo recuerdo cuatro sueños en toda mi vida que, aunque
reveladores, nunca los he usado al momento de escribir.
CEC:
¿Hay algo que no te gusta o no disfrutas del oficio, de ser creadora?
DSG:
El escritor/creador se distingue por los materiales con que está construida su
alma. Igual que cualquier mortal, estamos hechos con los mismos elementos:
cuerpo, voluntad, emoción, mente y espíritu. Pero cargamos con una dosis de
sensibilidad peculiar que nos impone otra mirada al mundo; ver lo que otros no
perciben a simple vista o tal vez llegar a sentir otras posibilidades. Me
fascina ser capaz de ver la sorpresa cotidiana donde otros no la encuentran,
aunque creo que jamás me acostumbraré a indolencia y a la banalidad.
CEC:
Prefieres escribir todas las semanas o tienes periodos voluntarios de silencio
artístico…
DSG:
Tengo periodos voluntarios de silencio. Necesito el silencio para escuchar esa
voz interior en mí, armar la historia y verla en mi cabeza, escuchar las voces
que hablarán en el texto. Me impongo tiempos de silencios para leer sobre otras
cosas que necesito para mi obra próxima. Por ejemplo, para En el umbral de tu voz leí muchísimo sobre arquitectura y
arquitectos. Fue cheverísimo porque guardo una arquitecta disimulada en mi interior.
CEC:
Otros teóricos del proceso creativo, o incluso artistas, manifiestan que el
creador es un medio, una especie de antena o médium por el que desemboca la
creación. ¿Concurres con esa idea?
DSG:
Soy creyente y no me avergüenzo de afirmarlo. Algunos cristianos ven la
literatura como algo vedado. No obstante, creo que el Señor Jesús es el Todo en
todo, por lo que sé que soy un canal que expresa la voz de Dios que se mezcla
con mi humanidad.
CEC:
¿A qué aspiras con tu arte?
DSG:
Lo resumo en las 3Cs. Escribo para comunicar, confrontar, conmover. Por un
lado, es la urgencia de la enunciación que, como llamaba Bajtin, devuelva el
valor ético de la palabra. De algún modo es un acontecimiento del ser en el que
aspiro a conectar con quienes me leen y provoque un plural. Al mismo tiempo,
puede que algo de lo que escribo o mis personajes digan, confronten o conmuevan
a alguien lo suficiente para zarandearlo o llevarlo a decir “es cierto” o “tal
vez”.
CEC:
Hablemos ahora de tu biblioteca, de esas obras artísticas que te han conmovido…
¿Cuáles han sido las más significativas, esas que ocupan un lugar de privilegio
en tu biblioteca?
DSG: Tal vez debo iniciar con producciones discográficas porque la
música es un elemento inherente en mi vida y en mi obra. Recuerdo que me
alimentaban con La Nueva Ola, Peret, Mari Trini, Sylvia Rexach… Y yo luego me
volqué a Beatles, Simon & Garfunkel, Silvio Rodríguez, Haciendo Punto,
Facundo Cabral, Yupanki, Inti-Ilimani, Alberto Cortés. Tenía dos años, pero
recuerdo perfectamente mi primera salida al cine. Fue con mi tía Viole para ver
The Sound of Music. Después llegaron
muchas: Fiddler on the roof, Midnight Express, AndreiRublev, de
AndreiTarkovsky, la saga de El Padrino,
Star Trek, La noche de los lápices, Bleu, de Krzysztof Kieslowski,
entre muchas.
Libros: El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry. Esta novela corta, erróneamente
vista como un libro infantil, es un relato muy poético cargado de profundas
lecturas sobre la vida y la naturaleza humana. Ahora que lo pienso, creo que
influyó, de algún modo, en mi personaje de Sergio Urteaga. Pero junto con esta
novela habitan: Gibrán Khalil Gibrán, García Márquez, Los miserables (Víctor Hugo), Juan Rulfo, Benedetti, Pedro Juan
Soto, Luis López Nieves, el poeta Elidio La Torre, Borges, Cortázar, Gioconda
Belli, Luis Rafael Sánchez, Juan Bosch, Carpentier; mi abuelo literario,
William Faulkner con The Sound and The Fury,
entre cientos.
CEC:
A veces, como autor, tenemos un aprecio particular por un libro de nuestra
autoría… cuál de tus libros o cuadernos propios merece tal aprecio…
DSG:
Mi novela En el umbral de tu voz
siempre será especial porque en el proceso de escribirla fue cuando me asumí
como escritora. Aunque me visualizaba más como cuentista –era un tanto el placer
lúdico que sostenía mis años como abogada litigante –en ese juego entre la
verdad y la verosimilitud de las historias que construía para mis
representados, esta novela ha calibrado mi pluma.
CEC:
En una sociedad tecnológicamente globalizada con redes cibernéticas y teléfonos
inteligentes, correos electrónicos, y espacios en la WEB como youtube… Crees
que esos recursos colocan en ventaja de exposición a los autores actuales?… En
tu caso, esos recursos, han sido útiles…
DSG:
Vivimos un tiempo de transición igual al que la humanidad vivió en el siglo XV
con la imprenta de Gutenberg. En los periodos de cambios se crean vacíos que
desestabilizan el orden aprendido. Creo que la tecnología crea un espacio de
difusión mayor –tus libros están en portales y páginas accesibles
internacionalmente – pero también produce mucha dispersión, lo cual es una desventaja
en cualquier cosa que quieras ver. Esta dispersión no debe imponernos como
escritores una carga adicional que no sea la de escribir con excelencia y pasión;
el texto hablará y sostendrá por sí mismo.
En el caso de mi novela, ocurrió un fenómeno inesperado por
mí y mis editores (Terranova Editores). En
el umbral de tu voz fue lanzada primero como E-book, el 26 de diciembre de
2012 y se mantuvo entre los 100 más vendidos en Amazon por más de un mes
consecutivo. Creo que ha tenido una gran acogida por lectores jóvenes que
fluctúan entre los 18-25 años. Los demás han preferido el libro impreso que
también se ha vendido con mucho éxito.
CEC:
Alejémonos por un instante del presente… Dalia, ¿cuál es el mayor reto que
tiene un autor en el futuro?
DSG:
El reto sigue siendo el mismo: ser genuino. Con ello me refiero a ser honesto y
no sucumbir a la mediocridad del espectáculo o el mercantilismo pueril. Faulkner
decía que el dolor del escritor debe llorar sobre “fibras universales”,
escribir con el corazón, no con las glándulas decía. Cualquiera puede ser
famoso, pero no escritor.
CEC:
Y para finalizar… ¿Qué te ocupa en estos momentos? ¿En qué linderos creativos pernocta
actualmente la creadora que eres?
DSG: Termino la edición de mi primer libro de cuento que
saldrá publicado en la primavera del 2015. Trabajo en mi próxima novela que es
la segunda de una trilogía que inició con En
el umbral de tu voz y ya tengo armado en mi mente mi primer libro infantil.
CEC: Tal parece que el 2015 será un año interesante… Dalia Stella
González, muchas gracias por esta valiosa conversación.
*
La primera parte de esta entrevista se encuentra
disponible en el blog Buscando luz al final del túnel del editor Caronte Campos Eliseos.
***
Foto por Kike Seba |
Carlos Esteban Cana Escritor y comunicador puertorriqueño. Ha cultivado el cuento, el micro cuento, y la poesía. Actualmente, sin embargo, se ocupa de darle forma a sus dos primeras novelas y a un volumen de ensayos. Colaborador de varias publicaciones impresas y cibernéticas, en Puerto Rico y otros países. Bitácoras y publicaciones alrededor del planeta, como Confesiones, del narrador Angelo Negrón, reproducen su boletín "En las letras, desde Puerto Rico".
Para el periódico cibernético El Post Antillano también publica su columna "Breves en la cartografía cultural". En verano del 2012, Carlos Esteban publica Universos, libro de micro-cuentos bajo el sello de Isla Negra Editores. Para el 2013 publica su libro Testamento. Testamento es un poemario antológico que reúne lo más representativo de su poesía; género del que Cana manifiesta: "Fue la propia poesía que me seleccionó como medio, como intérprete".
Cana es conocido además por haber fundado la revista y colectivo TALLER LITERARIO, que marcó la literatura puertorriqueña en la última década del siglo XX en Puerto Rico.
Otro libro aparecerá durante el presente semestre: Titulado "Catarsis de maletas: 12 cuentos y 20 años de historia", ofrece una vista panorámica de una pasión que el autor ha desarrollado, por cuatro lustros, en el género del cuento.
Atramentum|Voces Subversivas - Nueva propuesta en las letras puertoriqueñas
Visita en el siguiente enlace: Atramentum|Voces Subversivas
Las Musas DescalzasBendita Mujer Maldita... en el Viejo San Juan
La mujer es...
Bendita para su piel, maldita para
las lenguas prejuiciosas.
Bendita para aquel que la ve como casta,
maldita para aquel que teme ser
tatuado en sus palabras.
Las Musas y sus hermanas están
listas para tomar a San Juan,
en tacos o descalzas,
demostrando lo que realmente es
una Bendita Mujer Maldita.
Te esperamos a las 6pm.
sábado, enero 10, 2015
sábado, enero 03, 2015
20 poetas en la 20 poesía pal'barrio
El Museo de Arte Contemporáneo de Puerto Rico (MAC) les
invita a participar de la actividad 20 poetas en la 20: poesía pa'l barrio,
evento que forma parte de Proyecto: Santurce 30 años del MAC en el barrio,
celebrando el trigésimo aniversario del museo en la comunidad de Santurce.
Ven y disfruta de una noche de poesía y música en Santurce
con el junte de poetas:
Rafael Acevedo, Ángel Antonio Ruiz, Yolanda Arroyo Pizarro,
José Cáez Romero, Kenneth Cumba, Ana María Fuster Lavín, Neysa Jordán, Eduardo
Lalo, Gegman Lee, Noel Luna, Angélica María, Alejandro Medina, Samuel Medina,
Urayoán Noel, Alexandra Pagán, Rubén Ramos, Mayra Santos Febres, Karen Sevilla,
Amarilis Tavárez, y Xavier Varcárcel.
Y los artistas:
Tito Chévere, Luis Rodríguez, Lío Villahermosa
Curaduría: Luis Negrón