por
Carlos Esteban Cana
Foto: El Serafo del Plata |
El
21 de marzo es el Día Mundial de la Poesía. Una celebración global establecida
por la UNESCO que reconoce la importancia del arte del verso y la metáfora en la
existencia humana. Sin embargo, la curiosa (por utilizar un término) metodología
que se utiliza en muchos sistemas educativos aleja a los alumnos de la
experiencia que implica escuchar, apreciar la poesía. Y es que pocos se motivan
a leer cuando reciben una pieza poética disecada, despojada del motivo esencial
que detonó al creador. Y la poesía puede ser todo menos una
fórmula.
Mi
acercamiento a la poesía, sin duda, fue paulatino. Ayudó en ese proceso la
lectura nocturna de salmos y pasajes bíblicos. También la música resultó útil.
En la escuela, fue útil ese voto de confianza que permitió espacio al espontáneo
carácter creativo. Quizás por eso todavía recuerdo la primera poesía que
aprendí, aunque hasta el día de hoy desconozco el nombre del autor. Una pieza
que después de haberla recitado a pleno pulmón en mi graduación de primer grado,
nunca sospeché que volvería a declamar. Pero sí, como suele suceder y canta el
panameño universal Rubén Blades, la vida te da sorpresas.
Hace algunos años, durante el 1er Festival Internacional de Poesía en
Puerto Rico, fui invitado a leer algunos de mis poemas en la Comunidad Cantera,
cerca del Caño Martín Peña en San Juan. Pude llegar al centro comunal gracias a
la ayuda de unos vecinos –que inicialmente me confundieron con René Pérez de
Calle 13 (pero esa es otra historia). Cuando por fin encontré a mis compañeros
poetas, todavía cavilaba qué leerles al inesperado auditorio. Casi todas las
sillas estaban ocupadas por niños. Unos eran de la propia comunidad, otros de un
colegio invitado. Lo cierto es que aquello me tomó por sorpresa. Sabía que la
mayoría de las piezas que había elegido para mi participación apelaban a un
público adulto.
Cuando llegó mi turno, después de escritores valiosos como Juanmanuel
González, Zuleika Pagán y Mirna Estrella, todavía no precisaba qué leer para
capturar la atención de los niños. En un fragmento de segundo incluso buscaba
alguna señal en los escritores internacionales que nos acompañaban. Pero Mateo
Morrison, Taty Hernández y Otoniel Guevara estaban concentrados, quizás con la
misma sensación, en como responderían ante tal reto. Y entonces… se me ocurrió
imaginarme que yo no era yo, es decir, ‘El Poeta’ que leería, y alterné mi rol.
En ese momento recordé cómo había aprendido aquella primera poesía, y con
aquella huella lejana en mi memoria solicité la colaboración de los niños. Y de
inmediato surgió armonía en lo que ensayábamos en conjunto. Esa espontánea
complicidad permitió la magia deseada en cada estrofa que recitaban, quizás
porque alguien sugirió además que le dedicaran aquel breve poema a sus
orgullosas madres que fascinadas les escuchaban. Ya después encontré el
auditorio más receptivo para una de mis piezas. Una que habla también sobre un
niño. Mientras leí Momentáneamente sentí que se
identificaban; el silencio que prevaleció hasta la última estrofa me permitió
vislumbrar, agradecido, las miradas atentas a las piedritas celestiales que
descendían para Carlos Javier.
Hay
más que decir sobre ese día, pero, por ahora, quiero dejarlo aquí. Agradezco al
destino, al Universo, tal experiencia. Aquellos niños, sin duda, han sido el
mejor auditorio que encontré.
***
Carlos Esteban Cana Escritor y comunicador puertorriqueño.
Ha cultivado el cuento, el micro cuento, y la poesía. Actualmente, sin embargo,
se ocupa de darle forma a sus dos primeras novelas y a un volumen de ensayos.
Colaborador de varias publicaciones impresas y cibernéticas, en Puerto Rico y
otros países. Bitácoras y publicaciones alrededor del planeta, como
Confesiones, del narrador Angelo Negrón, reproducen su boletín "En las
letras, desde Puerto Rico".
Para el periódico cibernético El Post Antillano también
publica su columna "Breves en la cartografía cultural". En verano del
2012, Carlos Esteban publica Universos, libro de micro-cuentos bajo el sello de
Isla Negra Editores. Otros dos libros aparecerán durante el presente semestre.
El primero titulado "Catarsis de maletas: 12 cuentos y 20 años de
historia", ofrece una vista panorámica de una pasión que el autor ha
desarrollado, por cuatro lustros, en el género del cuento.
"Testamento" es el segundo de los libros mencionados, poemario
antológico que reúne lo más representativo de su poesía; género del que Cana
manifiesta: "Fue la propia poesía que me seleccionó como medio, como
intérprete". Cana es conocido además por haber fundado la revista y
colectivo TALLER LITERARIO, que marcó la literatura puertorriqueña en la última
década del siglo XX en Puerto Rico.
Recuerdo muy bien ese día en Cantera. Fue una gran experiencia y lección para todos. Excelente artículo.
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