miércoles, enero 09, 2013

CIUDADANO VI: Deportación a Shangri-La

…de la serie Ciudadano accesible en: transparentenorte.blogspot.com


James Hilton pudo nombrarla en su manuscrito de 1933, Lost Horizon  con su imaginación garbosa, perdido dulcemente en la fruta de sus paisajes, en las fisuras astrales que le llenaban con visitas milenarias. La escribió isla, y luego la hizo paraíso. Ya el Génesis hacía mucho tiempo era pecado original, Adán y Eva estaban vestidos y Caín con el hueso del asno en rúbrica de sangre sobre Abel, el primer crimen de esta tierra. De modo que James Hilton era libre y ajeno a los oficios de la deidad para poderse definir amo de una estancia imaginaria, irradiando mosaicos para sonámbulos, cuchillos contra el insomnio, tapices para asfixiar la cotidianidad, y lámparas únicamente posibles para la desnudez. Fue tierno, James Hilton. Supo desnudarse con su propia lámpara y dejarla encendida para que ésta se derramada ante nosotros. Lámpara madura del ingenio. GiovanniBocaccio en su Decameron imaginaba simientes entre el deseo, la sorna, el amor o la fortuna, pero Hilton se desviaba muy travieso al paroxismo. Pisó Shangri-La, se llenó con su aroma, borraba toda serpiente que pudiera enroscarse entre árboles de sabiduría, y se entregó a la elevación. No ha regresado.
Posiblemente voy a ser un intruso cuando pise la cercanía de su arena. Su amapola mal escrita con estrellas caídas, su cal para milagros, sus únicos dos puntos cardinales: Horizonte o eternidad. Confieso mi pequeñez, confieso el diminutivo de una voz que entra, desde adentro, y se presenta sencilla lejana de las gentes. Confieso tener pesadillas para piratas. También, la poesía no me ayuda, por el contrario, avisa más placer para quedarme. Pero un hombre como yo, se le haría muy difícil acercarme a un cuerpo celeste, tibetano, esplendor, dotado en un idioma para ángeles perdidos. Recordaba a Madame Blavatsky rompiendo los silencios para Isis, o luchando como una loca para que Isis no probara la ceguera de los velos. Anoche me tomaba un  té entre rituales palaciegos. Mientras, me esfumaba en Shangri-La. La vi mujer, la vi como un amor con piel de salamandras y tambores, o como el amor de ese chico adolescente que llevó a su amada hasta Culebra para ver un amanecer. Con locura de música me deporto, insondable, también inconcluso. Las costas tienen tibieza de senos, y de palabras para besar los senos, y el cuerpo. Allí no existe la sombra de las vestiduras. No hay vacío.
Primero llegas como niño, y el agua sonrosa llagas de tu pasado, y las cicatriza. Después caminas lacerado con la luz de un sol entre pájaros diestros en visiones, o diestros en marcar la piel para nunca retornar. Los piélagos tienen estatuas de peces, colmenas hervidas en memorias para elegidos. Y piensas cuántas veces pudo perderse un poema de sal que hablara entre bautismos o salvaciones. A veces tiemblas como perdido, como despojado del mundo. Es que no hay mundo. Debes saber, si te arrodillas en Shangri-La, que el mundo que conoces, vives, maldices, deprimes, o sientes, no tiene cabida en esta limpia antigravedad. Tú, eres el único, y el amor tu lengua y tu comida. Te debes lealtad frente al umbral. Tu conciencia, ADN, raza en residencia, organismos del tedio, genuflexiones para el odio, todo, todo, se ama con la NADA. Próximo a ser tu propio pasajero, ardes, vital, sin regreso.
Ha sonado mi teléfono. Una realidad me trae desde la fugaz ciudadanía del gozo.

Nadie se pierde, sólo transmigramos.

Marioantonio Rosa. 2012
Derechos Reservados. 
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Marioantonio Rosa nació en San Juan, Puerto Rico (1965) Ha publicado Misivas para los tiempos de Paz (1997), Editorial Isla Negra, Tristezas de la Erótica (Editorial Isla Negra 2004), Duelo a la Transparencia (Editorial del Instituto de Cultura Puertorriqueña 2006). En preparación se encuentran Kilómetro Sur, La Tierra de Mañana, y el libro de cuentos Disparando al Perro Sideral. Ha sido publicado en diversas antologías de poesía siendo la más reciente Poetas del Mundo, Voces para la Educación, del Sindicato de Maestros del Estado de México junto a Ernesto Cardenal y Raúl Zurita (2007). Graduado de Pedagogía en la Universidad de Puerto Rico y maestría en Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Guadalajara, Jalisco, México. Poeta, crítico literario, periodista cultural. Sus artículos y poemas han sido publicados en varias revistas en las que se destacan Luvina de la Universidad de Guadalajara, Tierra Baldía, Universidad Nacional Autónoma de México, Exégesis Universidad de Puerto Rico. Dirige el suplemento LIBROS, del semanario puertorriqueño Claridad en donde es columnista desde el 2002.
 
 
 

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