martes, abril 10, 2012

Nueva visita a piezas añejas Del Cuaderno Deshilando la esperanza

por Carlos Esteban Cana


Acompáñame al camino de regreso

por los tenues remanentes del crepúsculo

donde casi es posible palpar

los contornos de los árboles

que tantas veces abracé


a mi espalda

las montañas han disminuido

pero me sorprendo tranquilo

mientras pasean entre mis pies

fosforescentes y luminosas serpientes


tras la huella terrenal

siento afortunado

el bendito trazo

del hilo finísimo de plata

en el laberinto


***


Después del viaje

la energía del amor

recibirá mi ser



Soy cometa en tránsito

curvo en la órbita

y mis manos

se muestran llenas;


la inocencia cobijó preguntas necesarias

y no hay nada

que traicione la experiencia

Inhalo y exhalo

en el suave kairós



he soltado miedos

que restaban al camino


Ahora regreso tranquilo


*


Lejos de la costa surco mares

derrotado

                  siempre me hablaron

de lo infalible de la ternura;

                 en estos tiempos, en cambio,

                 resulta incierto

no hay cabida para algo perdurable

y se desecha el amor

como un artículo más,

inconmensurable sed

del consumo reinante


**



Ayer

esperaba la esperanza

en el nido del fénix,

los rayos quemarían sus aromáticas especias

y las cenizas

vestirían de alquimia la fragmentada ilusión:

                 experiencia rediviva del encuentro

no de otra forma el segundero

estaría en sintonía con la grata experiencia de vivir;

un hilo entonces

sostendría puentes y caminos de regreso hacia el centro,

el mandala establecería la ruta,

senda oculta tras el agobio del desierto nocturno…


si en cambio

visualizara nuevamente tu presencia,

llenaría el horizonte con tu figura

pero tras los párpados se impone inmediato

lo vano del espejismo,

imagen diluida en la inmensidad del acto:



el sol tan necesario como esperado

permaneció deliberadamente oculto

tras los espesos nubarrones

y no volvió a salir…



***



Soy residuo de cenizas

fragmento cabal

encrucijado

en la ventisca amorosa

insolente


**

Estoy muriendo lentamente…

lo sé


el consuelo de los budistas

para una mente occidental

es un tormento


después de amar profundamente

soy hoja seca maniatada por el viento


los mitos quedan descubiertos

en el hueco vacío de mi alma



se ha despeñado el hilo de ariadna


***



Lejos

del pensamiento original,

he descubierto

con los pasos andados,

entre cenizas,

el bendito hilo que permanece;

pedacito de pan en el camino


incrédulo al oráculo

no di fe

al fénix esperando en su nido aromático

la caricia cálida del sol primigenio,

                 pero caídas las certezas

tras los escombros

he visto nuevamente

el nítido perfil de la esperanza

rediviva


la mustia flor de Jericó

espera pacientemente

en mis manos

***

Carlos Esteban Cana es comunicador y escritor. Fundador de la revista y colectivo Taller Literario, un espacio de democratización en las letras puertorriqueñas. Se ha desempeñado como coordinador editorial, periodista cultural independiente, y ha laborado además en la industria televisiva. Su obra creativa se ha publicado en revistas y periódicos nacionales como El Sótano 00931, Ciudad Seva, Narrativa Puertorriqueña, Letras Salvajes, CulturA, Diálogo y El Nuevo Día, entre otros. En lo que se refiere al ámbito internacional su narrativa y poesía ha sido publicada por Escaner Cultural, Zona de Carga, Palavreiros, Abrace y el Boletín de Nueva York, entre otros. Recientemente algunos de sus cuentos han sido traducidos al italiano. Ha participado, además, en diversos medios de comunicación reflexionando acerca del panorama cultural en el País.

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