por Carlos Esteban Cana
En esta segunda parte de Enrique Laguerre: En sus propias palabras, el maestro nos habla sobre su primera novela publicada, La llamarada. Es bueno puntualizar, sin embargo, que ésta no fue la primera novela que realizó. Otros esfuerzos anteriores fueron desechados por su propia mano. El criterio estricto en su oficio que siempre lo caracterizó pudo haberle dado el mismo destino a La llamarada, pero no fue así. Desde 1935 esta novela boricua se compara con clásicos del género en el ámbito hispanoamericano como La vorágine de José Eustacio Rivera, Doña Bárbara de Rómulo Gallego y Don Segundo Sombra de Ricardo Güiraldes. Como indica Estelle Irrizarry en La novelística de Enrique A. Laguerre: “Se hizo claro desde el principio que con La llamarada Puerto Rico había encontrado su propia epopeya de la tierra y del hombre, cuyos indiscutibles valores sociales y artísticos le merecían un sitio entre las más destacadas novelas de otras regiones”.
Por lo anterior, no hay que añadir más. Dejemos que sea don Enrique Laguerre quien nos hable de La llamarada en sus propias palabras.
(fragmentos de una entrevista realizada el 31 de octubre de 1992).
La llamarada
Enrique Laguerre: “Cuando mi libro sale, se hablan cosas negativas y cosas positivas. Contrario a lo que la gente cree, las críticas negativas estimulan a leer libros, pero Pedreira con su crítica apagó todas las críticas negativas, porque en el momento él era el principal crítico literario que teníamos en Puerto Rico. Pedreira tenía una columna que se publicaba semanalmente en el periódico El Mundo sobre las obras que aparecían en Puerto Rico, de modo que, al parecer, Pedreira, que fue siempre tan estricto elogiando una obra recién aparecida de un escritor novel, llamó poderosamente la atención cuando se expresó en esos términos de La llamarada. El libro se vendió en poco tiempo, se vendió, como yo a veces digo, como pan caliente”.
CEC:¿Cuando escribió La llamarada era usted maestro?
Enrique Laquerre: “Sí, entonces yo era maestro rural, en Aguadilla y en Moca. Recogí todos los datos siendo maestro rural. Luego vine aquí, al asilo de niños (frente al teatro Paramount) y estuve colocado unos seis o siete meses como preceptor de los estudiantes, con la esperanza de estudiar en la universidad porque tenía ocupado todo el tiempo. Y fue en el asilo donde terminé de escribir y transcribir La llamarada. Esa obra pertenece a mi etapa de maestro en la escuela rural”.
“Yo venía en tren desde Aguadilla a Río Piedras, los sábados y durante las vacaciones, en el verano, para tomar cursos en la UPR. Y cuando La llamarada salió en Julio, yo estaba en la universidad. Me acosté completamente desconocido un sábado y el domingo ya era conocido. Para mí fue una sorpresa inolvidable. Hubo hasta especulaciones de que un agrónomo, como el protagonista Juan Antonio Borrás, había escrito la obra. Apareció ese trabajo un domingo y ya el lunes todo el mundo me conocía”.
Disfruta la primera entrega: http://confesiones1.blogspot.com/2010/09/en-las-letras-desde-puerto-rico.html
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Carlos Esteban Cana es comunicador y escritor. Fundador de la revista y colectivo Taller Literario, un espacio de democratización en las letras puertorriqueñas. Se ha desempeñado como coordinador editorial, periodista cultural independiente, y ha laborado además en la industria televisiva. Su obra creativa se ha publicado en revistas y periódicos nacionales como El Sótano 00931, Ciudad Seva, Narrativa Puertorriqueña, Letras Salvajes, CulturA, Diálogo y El Nuevo Día, entre otros. En lo que se refiere al ámbito internacional su narrativa y poesía ha sido publicada por Escaner Cultural, Zona de Carga, Palavreiros, Abrace y el Boletín de Nueva York, entre otros. Recientemente algunos de sus cuentos han sido traducidos al italiano. Ha participado, además, en diversos medios de comunicación reflexionando acerca del panorama cultural en el País.