domingo, agosto 30, 2020

Aquí, allá y en todas partes: 16 poetas de dimensión universal. ‘Playlist’ del Maestro Mateo Morrison en Diálogo Académico Online con Ibeth Guzmán.

por Carlos Esteban Cana

La escritora y gestora cultural dominicana Ibeth Guzmán, autora de la colección de cuentos “Yerba mala” y del libro de microrrelatos “Tierra de cocodrilos” (reseñado recientemente por el escritor boricua Alberto Martínez-Márquez), sostuvo una amena conversación con el poeta y maestro de maestros Mateo Morrison. Esto ocurrió el pasado 21 de agosto en Diálogo Académico, espacio de discusión y reflexión humanista que coordina Guzmán en República Dominicana desde 2019 y que durante la presente pandemia ha ganado un relieve mayor en las redes sociales por su versión Online que enlaza escritores y pensadores de diferentes latitudes en un enriquecedor intercambio cultural. 


Para efectos de esta columna que se ocupa de la cosmovisión de los artistas y el proceso creativo, nos detendremos en el siguiente diálogo que Ibeth Guzmán y el maestro Mateo Morrison sostuvieron durante la parte final del programa. El mismo concluye con la lectura que hizo el Poeta de un fragmento de su emblemática poesía “Pasajero del aire”.

 Ibeth Guzmán: “Estamos casi llegando a la curva final de este encuentro. Nos quedan apenas dos preguntas y unos minutos de lectura de poesía. Esta pregunta que voy a hacer es para comprometerlo públicamente. Maestro, cinco poetas que usted diga, que sí o sí, tienen que ser estudiados y analizados. Solamente cinco”.

Mateo Morrison: ¿Dominicanos, extranjeros… de este País? Una pregunta dificilísima…

Ibeth Guzmán: “Vamos a dejarlo en la Isla, Maestro. República Dominicana y puede poner Haití”.

Mateo Morrison: “Vamos a decir que es una pregunta difícil”.

Ibeth Guzmán: “Yo lo sé, Maestro. Usted se la va a jugar ahora”.

Mateo Morrison: “Vamos a contestarla. Yo pienso que tenemos que leer a Manuel del Cabral. Tenemos que leer a Aida Cartagena Portalatín. Tenemos que leer y hacer que se lean y estudien. No me da tiempo para explicar por qué, pero ya habrá tiempo para eso. Creo que debemos a leer Manuel Rueda. Creo que debemos leer a Domingo Moreno Jimenes. Creo que debemos leer a Jacques Viau Renaud. Deberían ser 25 pero vamos a dejarlo en cinco”.

Ibeth Guzmán: “Yo creo Maestro que usted debe publicar como próximo libro ‘25 esenciales de la Poesía Dominicana para escuelas’”.

Mateo Morrison: “Me comprometo”.

Ibeth Guzmán: “¡Se compromete! ¡Muy bien!”.

Más adelante Ibeth Guzmán amplió sus preguntas de esta manera:

Ibeth Guzmán: “Para esos maestros y maestras que nos están viendo. Y sí sabemos que tenemos unas realidades en el currículo dominicano; todos los que lo hemos trabajado y todos los que lo hemos leído (lo sabemos); hay una gran tendencia hacia promover tanto en la lectura como en la redacción los famosos textos funcionales. Entonces, digamos, que el maestro va a tener que buscar de manera autónoma esos y esas poetas esenciales para la enseñanza primaria y secundaria. Ahorita hablábamos de esos cinco grandes poetas que había que estudiar, que deben estar en el canon, sí o sí, para primaria y secundaria…”

 Mateo Morrison: “Yo quiero decir que yo apoyo el canon, pero también apoyo el anti-canon”.

 (JJJJ risas)

 Ibeth Guzmán: “Maestro, refiérales diez poetas que puedan los maestros y las maestras…”

 Mateo Morrison: “¿A nivel universal?”

 Ibeth Guzmán: “A nivel universal, tanto dominicanos como extranjeros, para armar un currículo alternativo con la enseñanza de la poesía”.



 Mateo Morrison: “Gloria Fuertes”.

 Ibeth Guzmán: “Anotemos todos: Gloria Fuertes”.

Mateo Morrison: “Gloria Fuertes es una poeta española. Tiene un libro que se llama ‘Ni tiro, ni veneno, ni navaja’ y otros textos importantes; es sumamente importante que pueda ser estudiada”.

 “Hablo también, naturalmente, de José Lezama Lima. Aunque sé que no será unánime, pero para mí es un autor un poco complejo y difícil pero que debe ser también estudiado”.

 “Hablo también de Pablo Neruda. En diversas facetas y en diversas partes de su obra tengo que mencionar a Pablo Neruda”.

 “Yo quiero mencionar a Julia de Burgos. Julia de Burgos es una poeta que debemos conocer, debemos estudiar, debemos valorar como una de las autoras fundamentales en nuestra lengua”.

 “Si le pusimos el nombre de César Vallejo fue por algo. César Vallejo en cualquier selección va también. Pero con estos diez me va a pasar lo mismo que con los cinco”.

 Ibeth Guzmán: “Vamos a tener que hacer otro, Maestro. Vamos a tener que hacer los ‘25 esenciales para el estudio de la poesía’ y los ‘25 esenciales para la enseñanza en las escuelas’”.

 Mateo Morrison: “Así va tener que ser. Y tenemos entonces que pensar en Jorge Luis Borges en su faceta de poeta. Tenemos también que pensar en otros autores que voy seleccionando poco a poco porque cada vez que selecciono uno se me quedan cuatro, se me quedan cinco que quisiera decir”.

 “Vamos a pensar en Lorca también, en Federico García Lorca; en sus dos grandes facetas tan distintas como es su faceta tradicional y ese libro ‘Poeta en Nueva York’ que transformó gran parte de la poesía de nuestra lengua”.

 “Y continuemos mencionando autoras y autores dentro de la literatura a nivel internacional que han sido y deben ser fundamentales para nuestro conocimiento. Piedad Bonet, para mencionar una autora contemporánea que para mí es sumamente importante”.

 “María Auxiliadora Álvarez, por ejemplo, es otra poeta fundamental. Y me voy a quedar ahí porque creo que llegué a diez. Pero con la idea de que el espectro es mucho mayor; que me van a decir, quien me escuche, que me faltó una o que me faltó otra. Esa mención es solamente el punto de partida para que entendamos que debemos leer poetas y debemos leer poesías de diversas etapas, de diversos momentos y diversas características”.

Ibeth Guzmán: “Maestro, usted tiene razón porque ya aquí en la caja de comentarios dice Pedro Mir, Alfonsina Storni…”

 Y añadió el Maestro más adelante:

 Mateo Morrison: “Juana de Ibarbourou. Ángel González tiene un libro que se llama ‘Tratado de urbanismo’. Yo pienso que ‘Tratado de urbanismo’ de Ángel González es un libro fundamental; es el libro del amor y de la ciudad, pero escrito de una forma tan original que quiero recomendarlo”.

Ibeth Guzmán: “Maestro, vamos a darle seis minutos de poesía”.

Mateo Morrison: “¿Seis minutos? Ah, pero yo puedo leer un poema largo en seis minutos”.

Ibeth Guzmán: “¡Se puede, Maestro! Lea”.

Mateo Morrison: “Bueno. Me detiene cuando llegue a los seis, si me paso”.

Ibeth Guzmán: “Si me dejan detenerlo esta gente, J ”.

 Pasajero del aire (fragmento), de Mateo Morrison

Ahora sí me voy, montado en tu silencio, atravesando las palmas que me sombrean el mundo. Ensillaré el caballo que derribó a mi abuelo, quien trató de escapar de los grilletes de la esclavitud. Ahora sí me voy, orillando los polos, el del Norte y del Sur, en un navío de árboles. Me iré en ese tren en el cual las miradas de quietos pasajeros te hacen sentir distinto. En una estrella nueva, prometo que me iré, adherido a su luz. En una embarcación iré, con su tanque de lastre librado de guardianes. En uno de los navíos que llegó a Troya. En el último espacio libre del Arca de Noé. Me montaré en el primer asno que visitó el sagrado pesebre. En la botella que tiró al mar el poeta, pasearé por todos los océanos. Mitigaré mi hambre de sueños en las pampas y retomaré el aliento de vida en una incursión infinita a través del Amazonas. En la punta de un avión sin piloto me trasladaré. En el barco en que los patriotas se despidieron en el Ozama, acusados de traición. En el primer vuelo hacia un planeta recién descubierto, haré mi travesía. En cualquiera de las tres naos que nerviosas arribaron a estos lares, me mudaré hacia otras tierras florecidas de nieves. En el ojo del huracán me iré a descubrir las islas de un mar casi invisible. En uno de esos galeones donde mis ancestros desde el mar contemplaron alejarse sus tierras. En la goleta que desafió el tsunami y siguió navegando hacia una tranquila playa. En el claro estallido de un volcán, yo me iré, danzando entre sus ríos de lava incandescente. Subido en un camello, mojándome de sol. En una embarcación cargada con púrpura y cristales me iré con los fenicios. Cabalgando en el lomo de una ballena jorobada, navegaré las misteriosas ondas que aceleran y duplican el mundo desde la Internet. Colgado de una cuerda que oscile sobre el orbe, caeré en el río en cuyas raudas aguas Heráclito nadó una infinita vez. Montado en el sonido que emitió la vía láctea. Por el grito que anuncia el parto de una nueva criatura, yo juro que me iré. Entre aullidos, balidos, lentos mugidos, cruzaré los campos. Por el sonido que producen las raíces al expandirse en la tierra. A través de la Muralla china aprehenderé los misterios de Oriente y su arte. En un deslizamiento por la Cordillera Central dormiré una siesta inolvidable. En una bicicleta adornada de flores recorreré el universo. En la gota de agua que define al rocío y lo puebla de enigmas. En el ataúd que pasa envuelto en la bandera. En un triciclo lleno de frutas. En el oleoducto, que como río subterráneo atraviesa las piedras poblándolas de vida. En un camión cruzando la frontera con indocumentados, una madrugada de diciembre. En una lancha rápida burlaré los asedios de la aurora. Me iré, aunque dure los 25 millones de años que necesitó el Homo habilis para hacerse neandertal, y continuaré por las distancias que recorrió a través de vientos y superficies multicolores hasta que el ser humano arribara al Neolítico para poblar las diversas regiones de la tierra. Veré la extinción del Mamut y los dinosaurios. Auscultaré en el Nilo, el Tigris y el Éufrates, la confección de los tejidos, el desarrollo de las artes y el despertar de las civilizaciones. Iré entre las hormigas, y cumpliré mi castigo por violentar las leyes del tiempo y del espacio. Desde África, Persia, Asia Menor y Turkistán observaré la caída del último vestigio de los sueños. Inventaré el calendario solar de los aztecas que regula el tiempo de la siembra y la cosecha del maizal divino. En el monte Sinaí presenciaré cuando Moisés recibe la tabla donde fueron escritos los diez mandamientos. Me recostaré rodeado de paz frente a la estatua de Buda y reinventaré con respeto la imagen invisible de Mahoma. Saltaré sobre los techos horizontales y las bóvedas semicirculares del arte medieval. Me detendré en la inauguración de las olimpíadas, y Fidias me guiará para admirar la Estatua de la Noche en el templo de Artemisa. Desde la sombra de Aquiles en Macedonia me iré a ver al hijo menor de Príamo haciendo el amor con la esposa de Menelao, y buscaré un asiento en la expedición organizada por los griegos; contemplaré la ligereza de Aquiles y los suspiros de amor de Helena, acariciada hasta iniciar la hermosa guerra.


domingo, agosto 09, 2020

Aquí, allá y en todas partes: Cuatro poesías de Iris Mónica Vargas, y una posdata

por Carlos Esteban Cana

 

El pasado 4 de agosto la escritora Iris Mónica Vargas, autora de "La última caricia" y "El libro azul" sostuvo una conversación acerca de su obra poética y el proceso creativo con Pilar Vélez, fundadora de la organización cultural Mi libro Hispano (con sede en Miami) durante la 1ra Feria de Verano de Mi libro hispano. La tertulia fue transmitida en directo a las 7:30 p. m. hora de Puerto Rico, en el canal de YouTube de Contexto Ñuble. A continuación compartimos con nuestros lectores las cuatro poesías que Vargas compartió durante la velada: El papel; La hora de la locura; Preguntas de una visionaria no identificada (siglo 16); y Pez de cielo.



PS: Y sumamos una quinta pieza titulada Poética.

 

EL PAPEL (versión de la Musa)

 Cuando al fin acaba el día,

transmutando en el tic-tac

del reloj más diminuto,

y me encuentro acomodando

los pedazos de la historia

—la historia de los pedazos—,

imagino ha de mirarme

con sospecha algún minuto

mientras declaro arrogante,

“Soy el sillón de los ángeles”.

Más sé, si no le sirviera,

si aquello que dicto enferma

a su alteza en su altivez,

si no acomodo su asiento, si

deplora

lo

que

cuento

 

se alzarán sobre mis ojos

sus pupilas milenarias,

y magnánima, burlona,

con un cigarro en los labios,

me dirá, Musa, al oído

 

“El poema es lo que importa,

Amigo:

 

El lápiz no escribe el verso.

Quien se mueve es el papel”.

 

(Se escucha una carcajada.)

 

 

LA HORA DE LA LOCURA

 

No había movido aún

el último centímetro

aquella manecilla de sus horas,

hasta el segundo incongruente.

 

Andaba aún en tierras de cordura

y aunque su esposa aún no diera

cuenta de ello, jugaba en su espesura

a ser del siglo dies y seis.

 

Había empezado bien y sonreía.

Besaba cariñoso las manos

de su amor. Le dedicaba versos.

Decía que su rostro era como la luna:

da vueltas a la tierra. Se reía.

 

¡Odioso es que la Tierra

dé vueltas a una estrella!

gritaba de repente,

furioso, empedernido.

¿Qué falta ahora, señores?

(Se montaba en tribuna.)

¿Que piensen—continuaba—

que  no es de cristal la orbe

de luces perforada?

¿Qué sigue entonces? ¡Digan!

¿Que sea la luna abierta solo una

de muchas otras lunas

cerradas en su orbe?

 

La esposa no entendía

lo de la luna abierta.

Ni aquella cerradura de otras lunas,

mas ya daban las cinco.

Y mudos, cada uno,

fueron dos bergantines.

Sus velas, dos jirones

ondeando a la deriva en alta mar.

 

 

PREGUNTAS DE UNA VISIONARIA NO IDENTIFICADA (siglo 16)

 


Si queda confirmado:

sus lunas los circundan.

Si fuera incuestionable:

Copérnico es verdad,

la Tierra va redonda.

¿A dónde desvanece

el alma deambulante,

del cuerpo desbandada,

del cielo desterrada,

y la memoria?

¿A dónde la memoria

va, si no la llevan,

si han escapado ya

las orbes de la mente?


Lo siento. Me adelanto.

 

  

PEZ DE CIELO

 

“Intrépido guerrero diminuto,

                          ¿cuántos acantilados has tenido que cruzar?”

-Carlos Esteban Cana

 

Despiertas.

La bóveda se abre e ilumina.

 

 Ha caído el manto

de sangre y no te arropa.

  

—Ya no eres de agua—

  

Dos sirenas te acompañan

con sus manos de cariño y de arena.

  

Los pescadores recogen sus hilos

y sus cañas.

 

Te contemplan y no saben

que ensayas como pájaro tu vuelo

 

que imitas sus sonidos, y desde tu quietud

disfrutas de su risa,

que todo saboreas a tu ritmo,

que allí, desde tu cima, es primavera

 

 que siempre ha sido extraño

mudar esas escamas

y dejar de ser pez.

 

***

POÉTICA

 Seguirte. Seguir tu certidumbre

es criminal. El giro de tu brazo:

autoritario. Prefiero la imprudencia,

tozuda la inocencia de crear,

la tórrida intemperie

de no saber apenas nada,

de tanto preguntar y preguntar

que vuélvame pregunta.

 


domingo, julio 19, 2020

La marejada de los muertos y otras pandemias


Noticia de Ediciones Sangrefría


 

Nos complace anunciar que la versión digital de La marejada de los muertos y otras pandemias, lo nuevo de Ana María Fuster Lavín, ya está disponible.

"La marejada de los muertos y otras pandemias se hace ante nuestros ojos como una serie de piezas desordenadas y caóticas que van formando un enorme rompecabezas, en el cual vemos el espejo grotesco de nuestra realidad cotidiana. Ana María Fuster Lavín presenta en este libro de microcuentos una diversidad de microcosmos que dialogan entre sí, y con otros autores. Su narrativa, poética y estilizada en ocasiones; cruda y satírica en otras, expone el mundo en que vivimos con todos sus matices. Se expresa en su voz una honda preocupación por la naturaleza del ser humano, así como una voz crítica de nuestro presente. Sus cuentos abordan el maltrato, el racismo, el abuso policiaco, la búsqueda de la libertad del ser humano y el cuestionamiento existencial ante los cambios abruptos a los que tenemos que hacer frente a diario, todos tan presentes en nuestra sociedad. Entre todos los relatos se perciben guiños de esperanza que entrelazan las historias y sobresalen de entre los horrores presentes en ellas. Los claroscuros permean en este libro, subdividido en cuatro partes: El insomnio y otras pandemias, En cotidiana necrópolis de los comunes, De vampiros, del amor y los libros y La marejada de los muertos y de nosotros, los extraterrestres."

Luis Rodríguez Martínez
escritor puertorriqueño

La versión impresa estará disponible desde el 28 de julio.

Pulsa Aqui:




jueves, julio 16, 2020

De Carlos Esteban Cana, Los visionarios toman su lugar






















Los visionarios toman su lugar en el círculo trazado
sobre la tierra sagrada de los Hopi
en el momento que la chamana toca su tambor
y la intuición se expande
mientras el aceite esencial de salvia purifica el espacio
cuando comienza la sesión en el instante que todas las miradas
fijan su atención en el Calendario Maya reproducido
como centro gravitacional y la vibración del Om
va remontando siglos hasta ecualizarse con el sonido primordial
que atravesó las tresmilcientotrece civilizaciones
en los que mujeres, hombres y niños cultivaron las riquezas
del maíz y del trigo atesoradas por faraones y ascetas
durante Cinco Soles y cuatro yugas que se repiten una y otra vez
a través de las legendarias hazañas en Eras de Oro, Plata, Hierro y Bronce
en los días que la poderosa encarnación de Visnú
mantuvo a distancia al padre del miedo y la muerte
quien solo se atrevió a dar un paso al frente
cuando Krishna ascendió a los cielos 
y fue entonces que Kali Yuga
provocó a los dos ejércitos combatientes
que transformaron su encarnizada lucha
en un amplio y caudaloso río de sangre
de amanecer en amanecer durante cuatrocientosmiltreintaydos años
hasta que un nuevo Avatar restauró el Dharma
blandiendo la espada luminosa al relincho victorioso de su corcel blanco
tal como lo describe el brahmán Yaiádeva
en la poesía que escribió en la orilla del río Prachi
a la luz parcial de un eclipse lunar que marcó el inicio de Siete Ciclos
en los que migraron las nobles almas sin olvidar su misión   
y la desesperanza quedó atrás por el retorno
de esas nobles almas nuevamente encarnadas
como Maestras y Maestros, como necesarios Bodhisattvas
cuyo prisma multiplicador de colores da perfil
al nuevo salto evolutivo de la humanidad
que restaura la melodía de la Madre Gaia
que respira más verde que nunca
ante la energía transformadora de todas las especies
que danzan en conjunto por las novísimas coordenadas
a las que ya accede el Sistema Solar en nuestra Galaxia



...

Carlos Esteban Cana comenzó su labor como periodista cultural a finales de los 80s en
Senderos, revista del pueblo de Cataño dirigida por el escritor Angelo Negrón. En 1991 conoce al escritor Antonio Aguado Charneco en las Peñas literarias del Hotel El Convento, quien se convertiría en su mentor literario. En ese mismo año conoció a Amílcar Cintrón, Juan Carlos (Quiñones) Fret-Alvira, Rodrigo López Chávez y Joel Villanueva con quienes fundaría la revista y colectivo Taller Literario. A lo largo de la década y después en una segunda serie durante la primera década del nuevo siglo, Taller Literario se convirtió en un importante referente en las letras boricuas. Después y simultáneamente a la presencia y gestión cultural del colectivo, Carlos Esteban Cana se especializó como productor de contenido (mucho antes de que el término se acuñara) de ahí su labor como editor del boletín “En las letras, desde Puerto Rico”, reproducido en diferentes bitácoras como: Confesiones, de Angelo Negrón;  Boreales, de Yolanda Arroyo Pizarro; Bocetos de una ciudad silente (ahora Silencios de papel), de Ana María Fuster Lavín; y Buscando la luz al final del túnel, de Caronte Campos Eliseos, entre otros. En esa dirección y con el paso de los años Cana ha desarrollado columnas con un perfil muy específico, entre ellas “Breves en la cartografía cultural”, “Aquí, allá y en todas partes”, “Crónicas urbanas” (para Diálogo Digital de la Universidad de Puerto Rico) y “Servicios de Prensa Cultural”. Gracias a su trabajo para Global Voices (2014-2017), red mundial de periodismo ciudadano, su trabajo se ha traducido a más de 10 idiomas. Cana cuenta con estudios a nivel graduado de la Escuela de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Ha trabajado durante 10 años en canales PBS (WMTJ Canal 40 –1994 al 1999- y WIPR canal 6 –2004 al 2009-). También se ha desempeñado como: coordinador de publicaciones para la Oficina de Comunidades Especiales (1999-2000); Director de Comunicaciones de la V Feria Internacional del Libro de Puerto Rico (2001); Coordinador Editorial y de Actividades de la Oficina de Revistas del Instituto de Cultura (2002-2004); Coordinador de Medios de El Sótano 00931 (2003-2008) por invitación del escritor y director de la revista Julio César Pol; Periodista cultural para El Post Antillano (2012-2015); Corrector y Redactor para El Visitante de Puerto Rico (2012-2016); Redactor especializado para Pro Arte Musical (2014-2015); y Crítico de libros para diversos programas de Radio Universidad de Puerto Rico (2011-2016). La obra creativa de Cana está dispersa en periódicos, revistas académicas y en diversas antologías como: De alisios y pamperos (Abrace, 2007); Estancias del sol, Selección de cuentos de Las Antillas Hispánicas (Sociedarte, 2007); Los rostros de la hidra (coedición Isla Negra Editores y Publicaciones Gaviota, 2008); Antología del Certamen Nacional de Poesía José Gautier Benítez (2006-2012); y Los nuevos caníbales vol. 3, Antología del Microcuento del Caribe Hispano (Isla Negra Editores, 2015). Carlos Esteban Cana tiene dos libros publicados: su 1ra colección de microcuentos, Universos (Isla Negra Editores, 2012); y una selección de sus 29 cuadernos de poesía titulada Testamento (Publicaciones Gaviota, 2013). Sus libros Catarsis de maletas (cuentos), Círculos concéntricos (microcuentos) y Ptolomeo (poesía) se publicarán en el curso del presente año. Desde el 2016 su audiolibro Un poeta en su propia voz está disponible en la plataforma de contenido en audio Ivoox. De igual manera diversos videos en los que el escritor  declama su propia poesía o es entrevistado por diversos medios están disponibles en YouTube. Actualmente Cana se desempeña como Community Manager en Redes Sociales y recién concluyó una Bibliografía a modo de Curriculum Vitae que comprende tres décadas de servicio cultural (1990-2020) que hasta la fecha se extiende por 89 páginas.




domingo, junio 21, 2020

Aquí, allá y en todas partes: Menudo en 20 canciones


por Carlos Esteban Cana 


Hoy escribiré sobre el impacto musical del grupo Menudo. Como dijo alguna vez el Dr. Eliseo Colón en una de sus clases de la Escuela de Comunión de la Universidad de Puerto Rico, y que parafraseo de esta manera: Puerto Rico en la segunda mitad del siglo XX tuvo tres bienes artísticos de exportación internacional: el astrólogo Walter Mercado; la vedette Iris Chacón; y el grupo juvenil Menudo. Y es en esta agrupación de jóvenes que quisiera detenerme para ofrecer unas impresiones sobre su trayectoria, focalizando en la dimensión musical del mismo. Olvídese de que Menudo era un conjunto de chicos que hacía delirar a las adolescentes por el aspecto físico de sus integrantes, por su coreografía o por algún dote carismático en cada uno de los integrantes. Lo cierto es que Menudo, mirado 43 años después de su fundación, ofreció a Puerto Rico, a Latinoamérica y al Planeta un conjunto de canciones que por su pegajosa  melodía ha deleitado a diversas generaciones hasta nuestros días. En otros artículos reflexionaré sobre diferentes aspectos del fenómeno artístico que nació en Caguas en 1977 de la mano de Edgardo Díaz, pero en este escrito que usted lee hoy gravito sobre sus piezas musicales más conocidas. Y no nos llamemos a engaño, es de conocimiento público que cuando Menudo grababa en el estudio recibía ayuda de otros cantantes a la hora de fortalecer los coros de cada pieza elegida para figurar en sus producciones discográficas. Mencionado lo anterior me detendré en 20 canciones que, de un modo u otro, conservan su magia (nombrémoslo así), cuatro décadas después, cuando ya es evidente el auge de covers de sus canciones.

1. Fuego (1978)


Con esta canción se abrió para Menudo la puerta de la fama en Venezuela, y por tanto de Latinoamérica. Interpretada por todo el conjunto, “Fuego” dio nombre al séptimo disco que en una primera versión fue titulado con el propio nombre del conjunto. Ya bajo el título de “Fuego” integraban el grupo René Farrait, Xavier Xerbiá, Johnny Lozada, Miguel Cancel y Ricky Meléndez, quizás la configuración de Menudo más conocida. La primera versión de esta canción se encuentra en Laura, producción discográfica de 1978.



2. El ayer (1978)


Esta canción fue incluida en Laura, segundo álbum del conjunto. En su primera versión “El ayer” tuvo como vocalista a Nefty Sallaberry. Luego se volvió a grabar tres años después con Rene Farrait para el disco “Fuego”. Fue compuesta por Socorro Centeno, y tuvo tal impacto que se convirtió en la canción preferida de las clases graduandas de la época. Este video a continuación, que ilustra bien el impacto global que tuvo el conjunto, es una versión realizada por los exmenudos para lo que se dio a conocer como El Reencuentro.




3. Voy a América (1979)


Esta pieza, interpretada por René Farrait, formó parte del tercer disco del grupo, Chiquitita (1979), titulado así por la famosa canción de Abba.  “Voy a América” fue incluida después en “Xanadu” (1981), octavo disco de Menudo que contiene covers de canciones de Queen, Kiss, Village People, Abba y Olivia-Newton John. Según la información disponible esta canción fue compuesta por Julio Seijas, Eddy Guerin y Claudio Villa.





4.   No quiero decir adiós (1980)


Esta pieza fue ganando su lugar entre las favoritas del público pues se convirtió en la canción final por excelencia del programa “La gente joven de Menudo” que transmitía Telemundo cada sábado a principios de los 80. “No quiero decir adiós” es también la pieza que cierra el disco “Más mucho más” y es cantada por todo el conjunto.






5.     

Sueños (1981)


Esta canción, en su primera versión, fue interpretada por Carlos Meléndez. Luego fue grabada por Rene Farrait, quien manifestó alguna vez que fue la primera canción en la que figuró como vocalista principal. También fue la última que cantó como parte de Menudo en la televisión venezolana en 1982. El contenido de “Sueños” gira en torno al modo ideal en que los humanos podrían desenvolverse en sociedad.  La canción cierra el Lado B y por lo tanto el álbum “Fuego” de 1981.




6.      Quiero ser (1981)


“Quiero ser” le da nombre al segundo álbum que Menudo grabó en el 1981. Esta pieza compuesta por Carlos Villa, Alejandro Monroy y Edgardo Díaz, tiene como vocalista principal a René Farrait. Una balada rock que tiene como eje central la amistad. “Quiero ser” fue además el nombre que llevó la telenovela que Menudo protagonizó junto a Caridad Canelón en el año 1981 en Venezuela.





7.      Rock en la TV (1981)


“Rock en la TV” fue compuesta por Carlos de la Villa y Edgardo Díaz, y tuvo la peculiaridad de tener dos vocalistas principales: Miguel Cancel y Xavier Serbiá.
“Rock en la TV” es la tercera canción del álbum “Quiero ser”.









8.     Súbete a mi moto (1981)


Quizás la pieza más popular del conjunto y la gran favorita a la hora de cerrar los conciertos. La misma le ha dado nombre a la serie de televisión de 15 episodios que está por estrenar en Amazon Prime Video  y que será transmitida a 200 países (acerca de la primera conformación del grupo) y también al espectáculo más reciente que ofrecieron los exmenudos en Puerto Rico y en ciudades de Estados Unidos entre el 2019 y 2020. En su versión original “Súbete a mi moto” fue vocalizada por Rene Farrait. Dos versiones más de esta canción fueron grabadas por Menudo: en inglés bajo el título Motorcycle Dreamer para el álbum Reaching Out; y en portugués Sobe Em Minha Moto para la 15ta producción discografía del conjunto titulada Mania. En ambas versiones de 1984, figuró como vocalista Ricky Meléndez. “Súbete a mi moto” fue escrita por Carlos de la Villa, Alejandro Monroy, Edgardo Díaz y M. Pagán.


9.      Claridad (1981)


Esta canción, con su enigmática letra, compuesta por el italiano Umberto Tozzi, fue un éxito contundente en varios países ocupando los primeros lugares de las listas de popularidad, particularmente en México. “Claridad” cerraba el Lado A del álbum “Quiero ser”.









10.  Quiero rock (1981)


“Quiero rock”, compuesta por Alejandro Monroy, Carlos Villa y Julio Seijas, marcaba con total claridad los nuevos linderos roqueros del grupo. Esta canción, con Miguel Cancel como vocalista, figura como primera canción de “Quiero ser”.  





11.  Me voy a enamoriscar (1981) 


Esta canción tiene como vocalista a Miguel Cancel, uno de los vocalistas más populares del conjunto. Con “Me voy a enamoriscar” cierra también el disco “Quiero ser”.











12.  Cuando pasará (1982)


En esta canción figuró como vocalista principal Miguel Cancel y más allá de Menudo tuvo nueva vida gracias a otro integrante del quinteto, Robi Draco Rosa que la incluyó en su tercera producción discográfica como solista en 1994. “Cuando pasará” también tiene historia antes del disco “Por amor” pues la versión original puede ser escuchada en el álbum “Un amigo como tú” del grupo español La Pandilla, el gran precedente de Menudo. La misma fue compuesta por Luis Gómez-Escolar y Julio Seijas en 1976.







13.  Es por amor (1982)
 

Es pertinente señalar la importancia que tuvo Miguel Cancel en Menudo, a tal nivel que cuando decidió abandonar el grupo (algunos señalan el cambio de voz como motivo) en 1983, se lanzó al mercado un disco que agrupaba 12 canciones en las que había destacado como solista titulado Adiós, Miguel. “Es por amor” es una de las piezas que mejor ejemplifica la capacidad de Cancel para interpretar. La misma fue escrita por Carlos Villa, Eddy Guerin y Julio Seijas. Esta canción dio nombre al álbum “Por amor” de 1982.






14.  La chispa de la vida (1982)


Esta fue la primera canción que tuvo como vocalista a Charlie Massó, quien sustituyó a Rene Farrait en 1982. La canción cierra el Lado A del disco “Por amor”. “La chispa de la vida” fue compuesta por Alejandro Monroy.








15.  Susana (1982)


Con “Susana” cierra la producción discográfica “Por amor”. Compuesta por Luis Gómez-Escolar, esta canción, que tiene como eje temático el amor adolescente en pleno verano, brilla por el trabajo coral que tiene su mejor momento en el crescendo que apalabra el nombre de la chica.










16.  A volar (1982)


Escrita por Edgardo Díaz, Carlos Villa de la Torre y Alejandro Monroy, es la primera canción de la banda sonora de “Una aventura llamada Menudo”, película realizada en 1982 y que tiene al conjunto como protagonista. Miguel Cancel es el vocalista de esta canción que siempre ha sido de las favoritas del público.






17.   Cámbiale las pilas (1982)


Con una letra y música que, como diría el escritor Antonio Aguado Charneco, le “yompea” las baterías a cualquiera, “Cámbiale las pilas” fue escrita por Carlos Villa de la Torre y Alejandro Monroy. La misma fue incluida en “Una aventura llamada Menudo” y tiene como cantante principal a Ricky Meléndez. Este video tiene un valor particular para l@s fanatic@s del conjunto porque documenta la despedida del propio Meléndez. Tras siete años el más veterano del conjunto decía adiós al conjunto donde todo comenzó: Caguas, Puerto Rico. Y también muestra la primera vez que Ricky Martín subió al escenario como integrante de Menudo.





18.  No te reprimas (1983)


Otra canción que, como “Cámbiale las pilas”, tiene como eje temático celebrar la vida y animar al oyente. “No te reprimas” fue escrita por Edgardo Díaz, Alejandro Monroy y Carlos Villa y cierra “A todo rock”, el 14to disco de Menudo.











19.  Piel de manzana (1983)


“Piel de manzana” tiene como vocalista a Charlie Massó y destaca por la armonía vocal que logra el conjunto. Esta canción forma parte de “A todo rock” y fue compuesta por Edgardo Díaz, Alejandro Monroy, M. Pagan y Carlos Villa de la Torre.  








20.  Indianápolis (1983)


Indianápolis, compuesta por Alejandro Monroy y Carlos Villa de la Torre, es la canción que abre el disco “A todo rock”. La canción tiene como eje temático las 500 millas de Indianápolis, una de las carreras automovilísticas más antiguas del Planeta que tuvo su primera edición en 1911. Charlie Massó le da voz a esta pieza, tres minutos y medio de puro rock.