Por Angelo Negrón
…Estatua silente que habla de historias que no parecen tener fin. Esculpida en mármol; azotada por tempestades. Eres testigo del amor o el odio que se profesan los visitantes a este lugar. Ese es un honor que no quiero. Si fuera como tú ya hubiese arrancado mis pies de ese pedestal y estuviera recorriendo caminos insondables…"
— ¿Cómo dices? ¿Ya soy como tú? ¡Tienes razón! La única diferencia es que camino, navego, vuelo y me creo que no observo amor y odio, ambos tan parecidos que no discriminan.
— ¿Muchas veces son lo mismo? …Bueno, tal vez… pero debe quedar claro…
"Estoy aprendiendo que los humanos no caben en pedestales. No son ángeles y mucho menos dioses y que las rosas naturales tienen espinas, de no ser así: son falsas".
— ¿Las rosas sin espinas son el complemento perfecto para una mujer que te obsequia sólo su cuerpo?
"Es por eso que hoy no deseo otra cosa que viajar forjando realidades y olvidando recuerdos en los que engañado creí que sus poesías eran escritas para mi..."